50 años de EMO: de ‘Bonjour électronique’ a ‘Hello AI’

En junio de 1975, casi todo París sueña con el amor, à l'électronique. Mientras el nuevo tren de alta velocidad RER, controlado electrónicamente, inicia su andadura, se construye en el centro de la ciudad el Centro Pompidou, con tuberías codificadas por colores y tecnología de construcción electrónica. Al mismo tiempo, la industria internacional de la máquina-herramienta celebra el estreno de la ‘Exposition Mondiale de la Machine-Outil’ (EMO) en el Parc des Expositions de la Porte de Versailles. El denominador común de los tres acontecimientos es que anuncian el amanecer global de una nueva era en la que la electrónica va ganando terreno poco a poco. Adiós, EWA: esa es la consigna en París en 1975 y dos años más tarde en Hannover. En este artículo comparto una mirada retrospectiva como testigo de los avances vividos en diferentes EMO a lo largo de su historia.

La EMO es la sucesora de la ‘European Machine Tool Exhibition’, que se ha celebrado alternativamente en Bélgica, Italia, Francia y Alemania desde 1951. La feria industrial continental se convertirá en un evento internacional, al que la asociación europea de máquinas-herramienta Cecimo invita a los visitantes alternativamente a Milán, París y Hannover.

Por primera vez, la industria europea de la máquina-herramienta se presenta en una feria con atractivo internacional. A mediados de la década de 1970, un impulso procedente de Estados Unidos causó un gran revuelo: el control numérico (NC). Los discos de levas, los árboles de levas y los dispositivos de copia mecánicos han sido sustituidos por sistemas de control programables que permiten definir de forma flexible las secuencias de movimiento mediante software por primera vez. Pero esto es solo el principio, según pronosticaba una revista especializada alemana de la época: “El primer congreso mundial de máquinas-herramienta concluye con un debate sobre el desarrollo futuro del control de las máquinas-herramienta en relación con el uso de ordenadores”. Pero aún queda mucho camino por recorrer, la cinta perforada sigue dominando la escena, el clásico medio de almacenamiento para máquinas controladas numéricamente.

Aprendí sobre el siguiente paso hacia el CNC, ‘control numérico computarizado’, como estudiante en prácticas a mediados de la década de 1970 en el gran taller de formación de Thyssen en Kassel. Sin embargo, primero hay que aprender a manejar esta tecnología: “¡No toques, esto no es para principiantes!”, le dice un maestro artesano al ingeniero eléctrico en ciernes mientras inspecciona con curiosidad su primera máquina CNC: una máquina-herramienta CNC de más de tres metros de altura, equipada con uno de los primeros sistemas de control de Siemens. El estudiante observa un sistema de entrada de cinta magnética que brilla con un color ámbar.

No es de extrañar que me fascine el recién llegado; al fin y al cabo, el CNC sigue siendo una excepción técnica a mediados de la década de 1970. Según la Oficina Nacional de Investigación Económica de Cambridge (EE. UU.), menos del 5% de las máquinas de Estados Unidos están controladas por CNC y solo alrededor del 2% en la República Federal de Alemania. Solo Japón está mucho más adelantado: en 1975, uno de cada cuatro tornos exportados ya tenía un sistema CNC y la tendencia está aumentando considerablemente. Los expertos en producción observan con entusiasmo las soluciones informáticas procedentes de Extremo Oriente o Estados Unidos, pero durante mucho tiempo se muestran escépticos: yo soy uno de ellos. Durante mi primera visita a la EMO de Milán en 1987, como redactor especializado, conozco la alta tecnología de Extremo Oriente: Mitsubishi presenta un sistema CNC que supuestamente funciona cinco veces más rápido que los sistemas convencionales de 16 bits e incluso optimiza automáticamente el mecanizado gracias a la inteligencia artificial. Para mí, como periodista especializado en ingeniería, comienza una nueva era, a la que me refiero en la prensa especializada como ‘CIMsalabim’, una alusión irónica a ‘Computer Integrated Manufacturing (CIM), donde los robots, las máquinas-herramienta, las líneas de montaje, las estaciones de medición y los ordenadores se fusionan para formar una fábrica integrada por ordenador.

La tendencia digital pronto irá seguida de cuestiones ecológicas, inicialmente ridiculizadas, luego promovidas y finalmente exigidas. El mecanizado de alta velocidad (HSC) desempeñó un papel clave. El proceso permite un mecanizado extremadamente rápido con una alta calidad de superficie, y con muy pocos o ningún lubricante refrigerante. En la EMO Hannover 2001, Getrag Ford Transmission GmbH demuestra cómo se pueden combinar el HSC y la lubricación mínima para conservar los recursos. Durante un reportaje in situ para el servicio de prensa de la EMO, aprendo que “un vaso de cerveza Kölsch es suficiente para procesar 90 carcasas de caja de cambios”, mientras que antes se necesitaban 220 litros de emulsión. La VDW también reconoce el potencial desde el principio. El HSC se convirtió en una tecnología clave promovida, flanqueada por proyectos ecológicos y la iniciativa Blue Competence. A más tardar en la EMO 2011, queda claro que la eficiencia energética ya no es un tema secundario.

Unos años más tarde, un nuevo principio rector proporciona un nuevo impulso: Industria 4.0 representa la idea de conectar en red los sistemas de producción mediante potentes ordenadores, sensores e interfaces, de tal manera que puedan controlarse y analizarse en tiempo real, idealmente incluso a través del teléfono móvil. “Un smartphone para la producción”, dice un desarrollador en tono irónico en la EMO Hannover de 2017.

Sin embargo, el primer paso es conectar los sistemas entre sí de forma inteligente. Bajo el lema ‘Conectar sistemas para una producción inteligente’, la EMO envía una clara señal a favor de la interconexión digital en la tecnología de producción. En 2019, umati (universal machine technology interface), la iniciativa global para interfaces de comunicación abiertas para la industria de la ingeniería mecánica y sus clientes basada en modelos de información OPC UA, iniciada por la VDW, celebra su estreno en Hannover. Desde entonces, umati ha seguido desarrollándose: hoy en día, bajo el paraguas de VDW y VDMA, la comunidad internacional garantiza modelos de información estandarizados para numerosas aplicaciones, ofrece una plataforma para el intercambio de experiencias, crea visibilidad en el mercado y permite la demostración práctica del valor añadido. Ahora existen interfaces abiertas no solo para máquinas herramienta, sino también para componentes, soluciones de software y muchas otras tecnologías de fabricación, lo que contribuye de manera decisiva a la cooperación fluida de una amplia variedad de sistemas en la fabricación en red.

El año 2020 se convierte en una prueba: en poco tiempo, la comunicación virtual se consolida, sustituyendo a las restricciones de contacto relacionadas con el coronavirus. Las empresas pasan al mantenimiento remoto, los formatos digitales para clientes y la logística flexible. En 2022 se producen nuevos ajustes con la pérdida del suministro de gas ruso, desde la eficiencia energética hasta la reestructuración de las cadenas de suministro globales. La Industria 4.0 se está convirtiendo en una práctica viva. Los servicios virtuales, como el mantenimiento remoto, el diagnóstico remoto y la formación en línea, están sustituyendo en muchos lugares al despliegue in situ. Las herramientas digitales facilitan el contacto con los clientes, mientras que las plataformas basadas en la nube permiten la formación y el soporte independientemente del tiempo y el lugar.

La comunicación sin contacto funciona de manera eficiente, observo mientras investigo para un texto: “La digitalización muestra su fuerza sobre todo en combinación con la comunicación en línea. Estamos hablando de resolución de problemas, teleservicio y diagnóstico remoto, cuya flexibilidad muchas empresas han llegado a apreciar en tiempos de crisis”. Por lo tanto, la pandemia se está convirtiendo en un catalizador de la digitalización, tanto en el servicio como en la interacción. Esta experiencia sigue configurando nuestras estructuras de servicio en la actualidad. Algunas personas se preguntan si las ferias comerciales físicas siguen siendo necesarias, ya que, al fin y al cabo, la comunicación virtual funciona sorprendentemente bien hoy en día.

La comunicación virtual ha llegado para quedarse, pero el próximo salto tecnológico ya está en marcha. Poco después del impulso de la digitalización provocado por la pandemia, una vieja conocida vuelve a ser el centro de atención: la inteligencia artificial. Mientras Asia y América ya están invirtiendo, el profesor Jörg Krüger, del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Producción y Tecnología de Diseño IPK, de Berlín, advierte: “Sin IA, pronto será un knockout (KO)”, y aconseja vincular los conocimientos especializados de los trabajadores con las redes neuronales. Los datos son el “oro digital” de la producción, del que pueden surgir nuevos modelos de negocio. Esta afirmación se hará tangible en la EMO 2023: Trumpf presenta un sistema de asistencia con IA para la clasificación automática de piezas de chapa, J.G. Weisser muestra el mantenimiento predictivo basado en algoritmos de aprendizaje. Mapal, Ceratizit y el Fraunhofer IPT también demostrarán cómo la IA optimiza los procesos de fabricación, reduce los tiempos de prueba y hace que las máquinas sean más inteligentes. La IA está pasando de ser una palabra de moda a convertirse en un estándar, algo que se puede ver en cada vez más stands de la EMO.

Y, sin embargo, la EMO 2023 demostró en particular que la interconexión no sustituye al intercambio personal, sino que lo enriquece. Bajo el lema ‘Innovate Manufacturing’, la VDW atrajo a Hannover a más de 90 000 expertos de todo el mundo, aproximadamente la mitad de ellos procedentes del extranjero. La feria demostró de forma impresionante que la digitalización fomenta el diálogo. En Hannover, he cerrado el círculo, después de haberme parado ante mi primera máquina CNC hace 50 años como un curioso estudiante trabajador, y ahora repaso medio siglo de experiencia en la EMO como reportero tecnológico. Mi emocionante pregunta: ¿qué pasará después?

Mi investigación muestra que la EMO 2025 se centrará una vez más en la digitalización, la automatización y la sostenibilidad, complementadas con nuevas aplicaciones de IA. Junto con Siemens, DMG MORI presenta un gemelo digital integral. Sandvik Coromant lanza portaherramientas inteligentes con monitorización en tiempo real. Supfina presenta un nuevo concepto de máquina para el acabado de superficies y VibroCut introduce el soporte ultrasónico para el mecanizado. Al mismo tiempo, MAPAL nos recuerda que las soluciones de herramientas clásicas siguen teniendo su lugar. El presidente de VDW, Franz-Xaver Bernhard, lo resume así: “El futuro de la producción se crea donde la innovación se une a la experiencia, y esa es precisamente la fuerza de EMO”.

EMO Hannover 2025: la feria mundial de tecnología de producción

Bajo el lema ‘Innovate Manufacturing’, EMO presentará toda la cadena de valor de la metalurgia del 22 al 26 de septiembre de 2025. Se trata de máquinas-herramienta de corte y conformado, sistemas de fabricación, herramientas de precisión, flujo de materiales automatizado, tecnología informática, electrónica industrial y accesorios. EMO se celebra cada dos años en Hannover y Milán, y en 2025 celebrará su 50º aniversario. La última edición, celebrada en 2023, atrajo a Hannover a más de 1800 expositores y unos 92 000 visitantes de todo el mundo. Como plataforma más importante del mundo para la metalurgia, el evento es sinónimo de innovación: EMO es una fuente de inspiración y líder mundial en nuevos productos, soluciones de fabricación y servicios. Internacionalidad: los líderes del mercado internacional de 45 países exponen en EMO. Los visitantes profesionales proceden de todas las principales industrias clientes, como la ingeniería mecánica y de plantas, la industria automovilística y sus proveedores, la tecnología aeroespacial, la mecánica de precisión y la óptica, la construcción naval, la tecnología médica, la fabricación de herramientas y moldes, la construcción en acero y ligera, y de unos 140 países. Inspiración: ninguna otra feria presenta toda la amplitud y profundidad de la tecnología de fabricación internacional como EMO. Los expositores y visitantes con un alto nivel de experiencia debaten las megatendencias en la fabricación, intercambian ideas con representantes de la investigación internacional en producción y desarrollan soluciones a los retos existentes. El futuro de la metalurgia: la fabricación innovadora sigue siendo un reto constante para la industria. EMO señala el camino hacia las posibilidades ilimitadas de la fabricación industrial.