Máquinas para hacer máquinas

En 1961 se creó Erlo, un conocido fabricante de máquinas que desde entonces, no ha cesado en su desarrollo. Ya en sus orígenes apostó por la exigente vía de fabricar máquinas de calidad y en la actualidad ofrece al mercado con esa premisa una amplia gama de taladros y roscadoras. Uno de los factores destacados en Erlo, tal y como lo explica Pello Arizmendi, es “que actualmente gran parte de nuestra fabricación esta dedicada a máquinas especiales”.

Erlo se dedica a la fabricación de taladros y roscadoras con sistemas de transmisión por engranes y correas con capacidades desde un mínimo de 16 mm hasta un máximo de 70, así como máquinas transfer para operaciones de taladrado y roscado, unidades de mecanizado y máquinas especiales CNC.

Otro de los secretos de su éxito longevo es el hecho de poder asegurar la calidad de los equipos que fabrica mediante un control exhaustivo de todo lo que estos equipos incorporan. La mejor forma de lograrlo, sin duda, es la fabricación propia de los componentes, especialmente de los críticos. Todas las partes del taladro, exceptuando el rectificado de los engranes, están fabricadas íntegramente en las instalaciones de Erlo, en la localidad de Azkoitia (Guipúzcoa). Y también es allí donde surgen las ideas y se diseñan. Cuenta para ello con un departamento de diseño (todas sus máquinas están diseñadas en 3D) que muestra a las claras la apuesta por el I+D de este fabricante.

Su conocimiento y experiencia en el mecanizado de los diversos materiales que se utilizan para la fabricación de los componentes y su mecanización, como fundición gris, aceros, bronces y aluminios, ha permitido a Erlo poner sus medios al servicio de otras empresas. Así lo afirma Pello Arizmendi: “Actualmente utilizamos nuestros medios de producción para otros fabricantes de máquinas-herramienta”.

En el taller de mecanizado de Erlo no faltan medios de alta tecnología. Por el tipo de piezas que realizan están obligados a fabricar con las mínimas tolerancias y con especificaciones muy severas. “Efectivamente, el tipo de piezas que fabricamos exige mínimas tolerancias y la forma de garantizar estas tolerancias y especificaciones no es otra que contar con medios de fabricación de última generación. A esto hay que añadir la aplicación de procedimientos de calidad.”

Es aquí donde entran en juego los centros verticales (uno), centros horizontales (dos), rectificadoras CNC (tres), centros de torneado (dos), tornos CNC (dos), y la célula de fabricación flexible compuesta de centro horizontal Mori Seiki de palet de 800X800 mm con almacén de 330 herramientas y sistema de paletizado Fastems de 45 palets.

Cuando en Erlo adquieren una fresadora, un equipo de torneado, un centro de mecanizado o cualquier otro tipo de máquina-herramienta, la versatilidad adquiere rango de máxima importancia. “Buscamos principalmente la versatilidad de la máquina para poder integrar en una misma operación cuantas más operaciones mejor y así aprovechar el tiempo de ocupación del operario, más que el tiempo de mecanizado en sí. Consideramos muy importante también el diseño de la máquina a efectos de que las preparaciones de la máquina sean sencillas. La calidad de la máquina también es un factor muy importante.”

En este contexto, la célula de fabricación de Mori Seiki citada anteriormente destaca en una visita a la empresa. Para la adquisición de la misma, Erlo recurrió a LM Machinery, proveedor en España de las máquinas Mori Seiki, una empresa a la que ya acudió hace muchos años cuando se encontró con la necesidad de adquirir un torno CNC.

Hoy, el tipo de piezas que se estén mecanizando en máquinas Mori Seiki es diverso y crítico. “Todos los cabezales, platos, bases, tapas y soportes de todas las máquinas que producimos –explica Pello Arizmendi- están fabricados en máquinas Mori Seiki”.

La célula de fabricación flexible compuesta de centro horizontal Mori Seiki de palet de 800X800 mm con almacén de 330 herramientas y sistema paletizado Fastems de 45 palets convenció a Erlo por su flexibilidad y la garantía de que podía lograr las tolerancias exigidas por las necesidades de Erlo.