Supraform muestra la robótica automatizada de Panasonic en sus instalaciones

Durante tres días a medidos de noviembre las instalaciones de Supraform abrieron sus puertas para mostrar a sus clientes a un invitado especial, las máquinas de soldadura robotizada Panasonic, comercializadas en España por Roboteco. A modo de relación simbiótica, un buen plegado garantiza una soldadura óptima y viceversa, una soldadura robotizada con bajo aporte térmico asegura un mejor acabado de la pieza. Así lo quiso poner de manifiesto Supraform en su última jornada de puertas abiertas, como nos explica Oskar Santiuste, director general de la empresa.

Conscientes de que muchos de los problemas detectados en los procesos de soldadura de sus clientes proceden, en su mayor parte, del trabajo previo de plegado de chapa, los responsables de Supraform, por un lado, y Roboteco —distribuidor de robots de soldadura Panasonic— por el otro, se pusieron manos a la obra para ofrecer, conjuntamente, la mejor solución posible. Así pudo verse durante tres días en las instalaciones de Supraform en Barcelona, donde ambas empresas mostraron sus tecnologías complementarias para asegurar el mejor resultado posible.

Y es que si bien el proceso de soldadura no atañe directamente a las empresas dedicadas al plegado, lo cierto es que en muchos casos estas piezas plegadas requieren de un soldado posterior. “Un robot de soldadura no puede solucionar un mal plegado y viceversa, aunque se use una paneladora de máxima precisión, el cordón de soldadura debe garantizar también un trabajo altamente preciso”, explica Santiuste. Y añade: “a menudo en las visitas comerciales, cuando tras un proceso de plegado o panelado les mostramos someramente las capacidades de la tecnología Roboteco no dan crédito”. Y es que mientras la soldadura robotizada más habitual se basa en un robot con una máquina de soldar incorporada, que deben comunicarse entre elles por cada cordón de soldadura en todo el proceso, Panasonic reduce el conjunto a una sola máquina (robot, cabezal de soldadura, antorcha...) a una sola CPU, de modo que reduce los tiempos de comunicación entre las unidades de trabajo.

Se trata de empresas que trabajan para automoción donde la precisión es crucial, pero también de fabricantes de armarios eléctricos para el exterior, que deben ir soldados y garantizar la máxima estanqueidad frente al agua. “Aquí es donde la precisión del plegado que obtienes con una paneladora asegura una soldadura posterior mucho mejor”, explica Oskar. Y añade: “Por lo tanto, si el cliente usa una paneladora y una soldadora Panasonic, se pueden ahorrar procesos posteriores como el pulido”.

Además, las soldadoras Panasonic se definen como una de las máquinas del mercado que requieren de menor energía para soldar, algo que sin duda resulta interesante para los talleres en estos momentos en que la eficiencia energética y la necesidad de reducir sus costes derivados son una prioridad. “Pero no solo por el tema de consumo, que es muy importante, sino porque a menor aporte térmico, menor deformación de la pieza”, puntualiza. Un detalle muy interesante para aquellos que trabajan con materiales muy finos o muy delicados como el aluminio, o incluso con piezas galvanizadas, dado que se reduce considerablemente el humo producido debido al zinc.

En cuanto al robot, está disponible en diferentes tamaños según la necesidad de la pieza. Roboteco ofrece para ello el asesoramiento necesario para elegir la mejor combinación de robot, máquina de soldadura y cabina, junto con la certificación y el software. Y, adicionalmente, puede suministrar los utillajes usados para posicionar las piezas antes de soldar.

Roboteco mostró en las instalaciones de Supraform una célula de robotizado completa además de un robot autoportante.

Creando sinergias

La colaboración entre ambas empresas supone un valor añadido para sus clientes y permite a ambas darles a conocer sus respectivas soluciones. “Supraform abre puertas a Roboteco y Roboteco nos abre puertas a nosotros”, explica Santiuste. “Cuando Roboteco visita a clientes y hablan de su proyecto y las problemáticas con que se encuentran, sabe que en Supraform podemos darles una alternativa que, de otro modo, quizá no contemplaría”, añade. Es el caso de un proyecto que han llevado a cabo recientemente en Portugal donde han intervenido en la puesta en marcha de una línea de producción completa.

El dato de la certificación en soldadura que proporcionan desde Roboteco para los robots Panasonic no es una cuestión menor. Al contrario, es especialmente relevante para aquellas empresas que quieran poder trabajar en según qué segmentos industriales con estándares por encima de la media. Esto es, Defensa, Aeronáutica y Aeroespacial, también Ferrocarril… “En España existen algunas, pocas, grandes empresas dedicadas a Defensa, pero indirectamente muchos talleres pueden trabajar para ellas, de modo que les exigen una serie de certificaciones muy determinadas”, explica Oskar. “Hoy algunas empresas proveedoras del sector automotriz están estudiando la posibilidad de dedicar parte de su producción a Defensa, o adaptar sus plantas a ciertos productos y mientras unos aseguran que el paso puede darse sin problema, otros recuerdan que las certificaciones son muy diferentes”. Algo que Supraform ha aprendido tras su relación con Roboteco: “un taller puede dedicarse a la deformación de chapa metálica cualquiera, pero, para ciertos clientes, si no tienen el certificado de soldadura concreto que piden, no entra. Porque para realizar corte láser, plegado o pintura no piden ningún certificado, pero para soldar, sí”.

Santiuste apunta además que muchos trabajos de soldadura tradicional —TIG, MIG—están ‘migrando’ a la de tipo láser, que asegura que es el futuro. Un proceso más nuevo que sin duda supondrá un cambio en el modo de trabajar y demandará mayores certificaciones profesionales. “Y Panasonic, experto especializado en soldadura robotizada, puede ofrecer soluciones competitivas en este campo”, explica Santiuste.

Más allá de las gamas de plegado y panelado, Supraform comercializa también las máquinas de corte láser de la marca Eagle. Máquinas flexibles, rápidas y productivas, que permiten realizar diferentes tipos de piezas y materiales o espesores, capaces de trabajar a una potencia que las hace indicadas para cortar materiales a alta velocidad. Dicha potencia se basa principalmente en el cabezal, patentado por Eagle, cuya principal característica es la distancia entre la óptica y la boquilla láser del cabezal.

Todo ello las convierte en unas máquinas que “juegan en primera división” como dice Oskar, en la línea de las firmas más conocidas del mercado en Europa, consciente que introducir una máquina Eagle en una empresa que no ha trabajado con una máquina laser antes tiene sus dificultades: “no pueden ver la diferencia con sus proveedores anteriores, no se dan cuenta del añadido que les aporta”. Sin embargo, el balance de los 6 años aproximadamente que llevan en el mercado español es muy positivo. Y aunque empezaron justo con la pandemia, como nos recuerda el director general de Supraform, “tras el parón por el covid hicimos una feria y vendimos ya tres máquinas”. El ritmo hasta el momento ha sido ascendente, aunque admite que la espera por las subvenciones a la compra de nueva maquinaria ha supuesto un retraso inesperado. Algo que explican otros distribuidores de maquinaria, tanto de deformación de chapa como de arranque. Parece que el mercado está a la espera de la llegada de los fondos previstos para retomar las inversiones pendientes: “tenemos alguna máquina firmada, pero a la espera de la entrega tras el pago…. Así estamos”, asume resignado Oskar, pese a que se muestra confiado dada la diversificación de su mercado: “no es fácil de gestionar, pero no tener un único tipo de máquina es un punto a favor. Si no son plegadoras, son paneladora, sino utillaje, máquinas de corte láser, etc.”. Una fórmula que les ha permitido adquirir una nueva nave en la que esperan poderse trasladar tras su puesta a punto de la cual esperamos informar próximamente.