Repunta la producción del metal, pero los costes amenazan la competitividad industrial
El sector del metal encara el verano con señales de reactivación en su actividad productiva, aunque con importantes desafíos derivados del encarecimiento de los costes. Según el último informe de Confemetal, el Índice de Producción del Metal (IPIMET) corregido de efecto calendario repuntó un 2,5% en mayo en comparación interanual, lo que supone una aceleración respecto al mes anterior.
No obstante, el acumulado del año aún refleja cifras negativas: un -0,5% en la serie corregida de calendario y -1,4% en la original, lo que indica que, pese a la reciente mejora, la recuperación no termina de consolidarse. Las ramas de actividad presentan resultados desiguales. Destaca el crecimiento en la fabricación de productos electrónicos y ópticos, mientras que cae la producción de maquinaria y equipos.
En cuanto al mercado exterior, las exportaciones del sector crecieron un 6,2% interanual en marzo, aunque el balance trimestral sigue siendo negativo (-2,8%). El déficit comercial del metal se ha incrementado un 67%, alcanzando los 7.501 millones de euros en lo que va de año.
Uno de los principales lastres para el sector son los costes operativos. El coste del transporte, la energía y las materias primas se sitúa en niveles elevados —con índices superiores a los 64 puntos sobre 100 en las expectativas empresariales— lo que, según el informe, compromete la competitividad de las industrias intensivas en consumo energético. La subida sostenida de estos costes afecta directamente al margen operativo y limita la capacidad de inversión e innovación.
A pesar del entorno complicado, el índice de facturación sectorial se mantiene en niveles positivos. Las empresas confían en un crecimiento en los próximos meses (65 puntos), lo que refleja una percepción optimista sobre la demanda. También se espera una ligera reactivación del comercio exterior.
El sector manufacturero, motor productivo del país, necesita sin embargo un impulso estructural para sortear la volatilidad del mercado internacional y la presión de los costes. Desde Confemetal se subraya la necesidad de una política industrial coherente que incentive la inversión, reduzca las cargas fiscales y favorezca la transición hacia una industria más eficiente y resiliente.




















































