Aspromec reúne de nuevo al sector en el Observatorio de la Industria del Metal de Euskadi
El pasado 25 de marzo Aspromec volvió a convocar a profesionales del sector para debatir sobre los temas que más preocupan al mecanizado. Organizado en esta ocasión con la colaboración de Afmec, el observatorio tuvo lugar en Donosti, en la sede de esta Asociación Española del Mecanizado y la Transformación Metalmecánica, y se centró en aspectos estratégicos, valoró la actual situación del sector y trató de temas diversos como la digitalización y la mano de obra especializada.
El presente y el futuro del mecanizado en Euskadi reunió a expertos y representantes de diversas empresas para analizar la evolución del sector, la implantación de la digitalización, el capital humano, la internacionalización y las estrategias de cooperación. A lo largo de la jornada, se abordaron los principales desafíos y oportunidades que enfrenta esta industria clave para la economía de la región.
Sobre la evolución del sector y su competitividad los expertos presentes en el observatorio afirmaron que en los últimos diez años, el sector del mecanizado en Euskadi ha experimentado cambios significativos, con una creciente automatización y digitalización en respuesta a la competencia internacional. Si bien persiste una fragmentación empresarial, algunas compañías han optado por la concentración o la internalización de procesos para fortalecer su competitividad.
Las estrategias para mantenerse en el mercado han variado según la dimensión y el enfoque de cada empresa. Algunos han apostado por la robotización y digitalización para compensar la creciente competencia de China, mientras que otros subrayan la importancia de la automatización y la cooperación con partners e incluso la diversificación de los mercado. Algunas opiniones durante el debate apuntaron a la falta de capacidad tecnológica en muchas empresas, lo que limita su competitividad. “La competencia técnica es fuerte y presiona especialmente a los actores con menor nivel de desarrollo”.
En comparación con otros polos industriales, la inversión en tecnología sigue siendo un aspecto clave y se han realizado inversiones significativas para modernizar los procesos. Con todo ello, la rentabilidad de los pedidos ha descendido notablemente.
Otro de los temas tratados fue el impacto de la digitalización y de la industria. La digitalización ha transformado la gestión y producción en el sector, aunque su adopción sigue siendo desigual. Algunas empresas han identificado la digitalización como una ventaja competitiva, permitiendo mejorar la trazabilidad y planificación de los procesos. Sin embargo, en muchas empresas, la gestión de datos sigue siendo un reto, con un volumen de información que no siempre se trata de manera eficiente.
Uno de los principales obstáculos es la falta de inversión y la resistencia al cambio, así como la ausencia de personal cualificado en estas tecnologías. Se destacó que el nivel de madurez digital en la mayoría de las empresas es medio o bajo, lo que evidencia un amplio margen de mejora.
Participantes en el Observatorio de la Industria del Metal de Euskadi (Donosti, 25 de marzo de 2025)
- Ángel Pérez, director gerente en Ferroloiu
- Aitor Txurruka, gerente en Goimek
- Iñaki Mancisidor, director en Mecanizados Mancisidor
- José Ramón López Erauskin, director gerente en Mecanizador Lerún
- Aitor Ariznabarreta, gerente en Ariznabarreta - Omicron
- Angel García, director comercial y de Operaciones de Linamar
- David González, director de Compras en Soraluce
- Josu Riezu, director en Afmec
- Oriol Caballé, presidente de Aspromec y CEO en Kromi Logistik Spain
- David Sanz, vicepresidente de Aspromec y General Manager en Walter Tools
- Jesús Varea, vocal de Aspromec y director gerente en Tebis Iberia
- José Ignacio Ortiz de Urbina, vocal de Aspromec y General Manager en Intermaher
- Swen Hamann, vocal de Aspromec y CEO en Zoller Ibérica
El debate también abordó el reto de la atracción y retención de talento. Las empresas participantes señalaron la creciente problemática del absentismo y la dificultad para encontrar perfiles técnicos especializados. Euskadi está a la cabeza en absentismo a nivel estatal y esto afecta directamente a la productividad y continuidad operativa de las empresas.
Se puso de manifiesto el bajo nivel profesional y las dificultades para generar cultura del esfuerzo y aprendizaje.
Como ejemplo positivo se explicó que en ocasiones se está implementando la estrategia de emparejar trabajadores jóvenes con experimentados para transferir conocimiento, pero sigue existiendo un desajuste entre la formación disponible y las necesidades del sector.
La digitalización también juega un papel en la formación, aunque las iniciativas en este ámbito aún son incipientes. Se planteó la necesidad de colaboraciones más estrechas con universidades y centros tecnológicos para garantizar una formación más alineada con la demanda del sector.
En opinión de los participantes el sector del mecanizado en Euskadi ha experimentado cambios significativos.
En lo relativo a la internacionalización y las nuevas oportunidades del sector, se puede afirmar que la exportación representa una parte significativa de la facturación para algunas empresas, aunque no es uniforme en todo el sector. Mercados como Alemania, Francia y EE.UU. son los principales destinos, pero algunas empresas han tenido experiencias negativas debido a la presión sobre los precios.
Las barreras para la internacionalización incluyen diferencias culturales, barreras normativas y la falta de contactos comerciales en el extranjero, aunque existen oportunidades en sectores de alto valor añadido como el aeroespacial y el de defensa.
El debate concluyó con una reflexión sobre la cooperación entre empresas. Si bien se han realizado intentos de crear redes de colaboración, los resultados han sido limitados debido a la falta de confianza y la tendencia a la competencia individualista. Lo cierto es que algunos opinan que si las empresas pequeñas no colaboran, podrían desaparecer por falta de capacidad competitiva. Se mencionó la necesidad de un liderazgo claro para impulsar la cooperación, como ocurre en otros sectores donde grandes empresas imponen estrategias colaborativas.




















































