Las empresas de la limpieza no consumieron el 40% del crédito total disponible en formación bonificada para el sector en 2022

La patronal AFELÍN, entidad que engloba a Asociaciones, Federaciones y Empresas de Limpieza Nacionales, atribuye esta brecha a dos motivos. El primero, la dificultad y complejidad del procedimiento para bonificar la formación, lo que desincentiva el uso de este recurso entre las pequeñas sociedades.

El segundo, el desconocimiento por parte de las pymes de la existencia de este recurso formativo. “Muchas pequeñas organizaciones desconocen que estos cursos se financian a través de las aportaciones que las empresas y los empleados hacen a la Seguridad Social en concepto de Formación Profesional. Esas cantidades acaban generando un crédito que la empresa puede gastar de forma anual para formar a sus empleados”, explica Jesús Martín, presidente de la patronal nacional AFELÍN. “Y aquellas que lo conocen, prosigue, prefieren no usarlos porque carecen de estructuras que permiten incorporar esa formación al funcionamiento de la organización”, concluye.

Aquí es donde entran en juego las patronales sectoriales. En el caso de AFELÍN, “se presta un servicio a las empresas asociadas para que puedan dar la formación necesaria a tus trabajadores beneficiándose del crédito que disponen, lo que permite que las empresas integradas en esta asociación formen a la mayoría de sus empleados con cursos ad hoc”, explica su presidente.

Sin embargo, la entidad también hecha en falta una mayor labor divulgativa y de difusión por parte de la Administración para que el pequeño empresario conozca la existencia de estos recursos disponibles y gratuitos para las empresas y reclama una mayor simplificación de los procedimientos para hacerlos más accesibles a las pequeñas organizaciones.

• Edad y género. El 52% de los empleados que recibieron algún tipo de formación son mujeres, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que este sector está fuertemente feminizado. Los datos facilitados por FUNDAE también concluyen que el colectivo entre los 46 y los 55 años es el más participativo y supone un tercio del total de los trabajadores formados. Le sigue el grupo de entre 36 a 45 años, que representa a dos de cada diez asalariados.
• Categoría profesional. Cinco de cada diez trabajadores que participó en algún curso durante el año 2022 tenía baja cualificación, seguidos de los trabajadores cualificados, que suponen el 30% del colectivo beneficiario.
• Formación más solicitada. Por imperativo legal (artículo 19 de la Ley 31/1995, el trabajador tiene la obligación de realizar una formación en Prevención de Riesgos Laborales, motivo por el que la formación en esta materia fue la más solicitada a lo largo del año 2022 en un 39% de los casos. Seguida, de lejos, por los cursos relacionados con las habilidades personales e interpersonales en el entorno laboral (8,3%) y por los contenidos relacionados con la limpieza de inmuebles (5,4%).
• Regiones. Madrid y Catalunya fueron las comunidades con mayor número de personas que recibieron algún tipo de formación bonificada en sus organizaciones el año pasado. Así, el 38,5% de los empleados madrileños y el 13,6% de los catalanes asistió a algún curso promovido por sus empresas. No obstante, las regiones que más gastaron el presupuesto asignado fueron Ceuta, que empleó el 74% de los créditos asignados para la formación; y Castilla-La Mancha, que utilizó el 70% de su presupuesto.
• Trabajadores extranjeros formados. De los 123.801 trabajadores que participaron en algún tipo de actividad formativa, el 8% fueron personas con nacionalidad extranjera.
• Tamaño de la empresa. De las 17.659 sociedades inscritas en el CNAE correspondiente a la actividad de limpieza, tan solo un 21%, o lo que es lo mismo 3.765 empresas, recibieron algún tipo de formación subvencionada. Los empleados de compañías de más de 500 trabajadores representan el 74% del total de participantes en actividades formativas, siendo el 52%, asalariados de compañías con más de 4.999 trabajadores.