Crean un sistema de endoterapia que no requiere de perforación con taladro
Las ventajas cualquier instrumento que se inserta en un haz de fibras, hace que estas se separen siempre y solamente en una forma lenticular. Solo una cuchilla con esta sección permite separar las fibras y alcanzar los vasos xilemáticos con el menor daño a la planta y, sobre todo, sin tener que recurrir a orificios preliminares que implican la necesidad de disponer de un taladro para realizar las perforaciones, la eliminación de un importante volumen de tejido leñoso y el generar una lesión que generará madera compartimentada como mínimo.
El Bite es el primer instrumento para endoterapia que, para alcanzar el sistema xilemático, no requiere del uso de un taladro, reduciendo así los daños directos e indirectos a la planta, así como el esfuerzo requerido para su compartimentación.
La forma y dimensiones de la cuchilla permiten un aplastamiento parcial y temporal de los vasos del xilema, en el que la savia que está naturalmente en presión negativa, produce un efecto venturi que, en función de la velocidad de la savia (especie, fase fenológica, condiciones ambientales) permite la absorción del producto a una velocidad (sin presión externa) que puede llegar a 10 ml/min. Las características del instrumento son su simplicidad, robustez y versatilidad; es totalmente manual, ligero, dispone de cuchillas intercambiables de diferentes longitudes (en función del espesor de la corteza y del diámetro del tronco), puede ser usado mediante una sola mano, facilitando su utilización en zonas de difícil acceso.
Así funciona
Desde el respeto a la fisiología de la planta, Bite ha sido ideado para la infusión a presión atmosférica, donde la transpiración foliar constituye el principal ‘motor’ de la absorción, debiéndose utilizar preferiblemente cuando la transpiración foliar es alta. Es posible, sin embargo, realizar inyecciones a una presión máxima de 1,5 bar. Idealmente, el tratamiento debería realizarse entre la apertura de las yemas y el inicio del verano, en un día suficientemente soleado y aireado, durante las horas centrales del día, priorizando la parte del tronco comprendida entre el cuello del árbol y el primer metro de altura (1) y los cordones radicales, y en la orientación correspondiente a la de máxima insolación en el momento de tratamiento.
Una vez posicionada la cuchilla perpendicular a la corteza, es suficiente con golpear el martillo sobre el cuerpo del instrumento para que la cuchilla penetre axilarmente al tronco con facilidad.
El contenedor del líquido se conecta al brazo del Bite o bien a través del orificio tronco-cónico, este puede ser una jeringa farmacéutica común, una jeringa a presión o un infusor por goteo), o bien a través de la rosca de conexión externa acoplado cápsulas ya disponibles en el mercado u otro tipo de contenedores presurizados o no. Una vez que la absorción se ha completado, golpeando con la masa en dirección opuesta a la cuchilla se extraerá fácilmente el instrumento.
Los límites
Bite es un nuevo instrumento, que no modifica ni la fisiología de la planta, ni las características físico-químicas de los productos, que en cualquier caso deben ser utilizados de conformidad con la normativa vigente. La eficacia de la infusión depende sobre todo de la velocidad y de la presión xilemática, que están en función de las características específicas de la planta (por ejemplo: monocotiledónea/dicotiledónea; conífera/frondosa; porosidad difusa/anular), de las variables físicas (fase fenológica, masa foliar y radical y su relativa eficiencia, estado sanitario), de las variables ambientales (humedad y temperatura del suelo y del aire, viento), y del momento de aplicación.
En igualdad de condiciones, la velocidad de absorción no es igual en todas las especies. A modo de ejemplo, en las coníferas alcanza dos metros/hora, en latifoliados de porosidad difusa a 6 m/hora, mientras que en los de porosidad anular pude fácilmente superar los 40 m/hora. En un período y día ideal, en una planta bien desarrollada y con abundantes hojas, la absorción varía con la especie, que será gradualmente mayor desde los latifoliados de porosidad anular (castaño, fresno, olmo, roble, aliso, morera), a latifoliados de porosidad difusa (haya, platano, arce, abedul, álamo, sauce, manzano, cerezo, peral, nogal, tilo, castaño de indias, magnolia, liriodendro), a las palmeras, las coníferas poco resinosas y las muy resinosas (pino, abeto, alerce, pino de oregón).
Relativo a estos últimos (coníferas), la infusión es a menudo obstaculizada por el flujo de salida de resina. En este caso es necesario realizar el tratamiento mediante la aplicación de presión con el pulgar sobre el émbolo de la jeringa, o el uso de una jeringa de presión, o mediante un tubo conectado a un depósito presurizado) realizándolo en el periodo correspondiente a la menor presión natural de la resina, evitando los periodos cálidos del año.
También en el caso de las palmeras, cuya traslocación xilemática es muy lenta, es oportuno realizar la inyección con cierta presión, con la cuchilla larga y cerca de la infección/infestación. La inyecciones que se realizan en el período de reposo vegetativo, por encima o por debajo de alteraciones estructurales (desmoches, antiguas cicatrices de poda, nudos, cavidades...) son muy lentas o no se dan de ninguna manera. En estos casos, es conveniente realizarlo en una época diferente o cambiar de lugar de tratamiento.
Productos fitosanitarios
En la siguiente tabla se indican los productos recomendados: Abamectina (insecticida), Tiabendazol (fungicida), en cuya disolución se debe añadir fosfato potásico que actúa de translocador. Además, son compatibles los productos fitosanitarios autorizados comúnmente utilizados para otros tipos de endoterapia.
Para palmeras hay experiencias en la aplicación de Tiametoxan que tendría una durabilidad en la planta mayor a la de Abamectina.
(1) Para palmeras la zona de mayor absorción está por debajo de la valona (primer metro).