Empoderamiento de las mujeres y transformación de los sistemas alimentarios
El simposio internacional 'Empoderamiento de las mujeres a través de la innovación en los sistemas agroalimentarios del Mediterráneo' fue una excelente oportunidad para promover una acción coordinada, poniendo de relieve el papel fundamental que desempeñan las mujeres en los sistemas agroalimentarios mediterráneos, así como el enorme potencial transformador de las intervenciones con perspectiva de género, siempre que se cuente con políticas y recursos adecuados. Coincidiendo con el próximo Año Internacional de la Agricultora 2026, el simposio supone un punto de partida idóneo para explorar intervenciones transformadoras adaptadas a los diversos contextos de la región.
Innovación liderada por mujeres en las zonas rurales
La primera sesión del simposio destacó que, aunque las mujeres constituyen el 36% del empleo global en el sector agroalimentario, todavía deben luchar contra profundas desigualdades estructurales que limitan tanto su contribución como su empoderamiento. A pesar de los avances en la reducción de la brecha digital móvil, las mujeres siguen lidiando con normas sociales discriminatorias, acceso limitado a la tecnología y control de recursos clave. En el Magreb, por ejemplo, solo el 7% de las mujeres son propietarias de tierras, lo que pone de manifiesto la magnitud de las disparidades en el acceso a tierras y su repercusión directa en la participación económica dentro de las cadenas de valor agrícolas.
Raúl Compés, director de CIHEAM Zaragoza.
Algunas organizaciones multilaterales como la FAO, la OCDE, la Comisión Europea o el Comité Económico y Social Europeo han adoptado enfoques eficaces mediante intervenciones específicas en distintos países del Mediterráneo. Entre las experiencias más destacadas figura el proyecto de la FAO para el empoderamiento de mujeres rurales en Turquía, 'Leaving No One Behind: Greater Involvement and Empowerment of Rural Women in Türkiye and Central Asia (LNOB)', que ha brindado apoyo a la cooperativa de mujeres de Samandag a través de la provisión de equipamiento y formación.
Otro ejemplo relevante es el proyecto de igualdad de género y turismo rural en Albania (GREAT), centrado en el desarrollo de incubadoras de agronegocios con perspectiva de género. La Unión Europea, por su parte, ha reafirmado su compromiso a través de la estrategia 'Global Gateway' que tiene como objetivo movilizar 300.000 millones de euros incorporando el enfoque de género en el 85% de sus intervenciones. Al mismo tiempo, las reformas legislativas en países como Túnez y Marruecos comienzan a abordar las dificultades estructurales que las mujeres deben afrontar para acceder a las tierras y a la financiación.
De cara al próximo Año Internacional de la Agricultora 2026, la sesión subrayó la necesidad de adoptar enfoques transformadores de género que cuestionen las normas sociales imperantes, respetando a su vez los contextos y culturas locales. Entre las prioridades estratégicas se incluyen las inversiones en infraestructuras asistenciales, herramientas digitales y cadenas de valor de proximidad, con el fin de arraigar a las mujeres en las zonas rurales y frenar la despoblación.
Retos y enfoques transformadores
En toda la región mediterránea, las mujeres se consolidan como líderes clave en cuestiones medioambientales, a pesar de los importantes desafíos que afrontan, con políticas discriminatorias, barreras culturales o dificultades en el acceso a recursos y tecnologías. A pesar de su notable resiliencia y potencial de liderazgo, las mujeres rurales requieren de inversiones sostenidas en materia de formación, o en herramientas y recursos para lograr avances duraderos y un desarrollo verdaderamente sostenible.
Durante el simposio se compartieron modelos innovadores y buenas prácticas que ilustran enfoques eficaces para el empoderamiento de las mujeres y su inclusión social. En el Líbano se destacaron iniciativas como el programa de formación 'Gender Up' y el 'Pro-Women Index', ejemplos estructurales de avances en materia de igualdad de género.
Por su parte, ICARDA impulsa procesos de innovación inclusiva mediante la distribución de tecnología móvil y programas estratégicos de participación de jóvenes. También se subrayó el papel fundamental de las cooperativas y los clústeres en Túnez, especialmente para el empoderamiento de mujeres con menos formación, a través de la creación de redes de apoyo que facilitan su integración económica. Se mencionó también 'El Teatro del Oprimido', una metodología con gran potencial para cambiar normas sociales y fomentar un diálogo significativo sobre los derechos y el empoderamiento de las mujeres.
El caso de España
El caso de España, presentado como ejemplo inspirador, constituye una hoja de ruta potencial para otros países de la región e ilustra el impacto transformador del asociacionismo y del compromiso político sostenido de las mujeres rurales. La Asociación Española de Familias y Mujeres en las Áreas Rurales (AFAMMER), activa desde hace 40 años, es un claro ejemplo de cómo la movilización desde la base puede convertirse en motor de progreso. A nivel institucional, la Ley 35/2011 sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias impulsada por el Ministerio de Agricultura de España, representa un hito en la promoción de la independencia económica de las mujeres rurales, al facilitar su acceso a recursos productivos.
Estas iniciativas así como otras expuestas durante el evento coinciden en señalar un claro camino hacia el empoderamiento: una mayor acción asociativa reforzada por una implicación política estratégica o el apoyo local a las pymes (CEPYME Zaragoza). Este enfoque ofrece un marco probado para lograr transformaciones sostenibles, ampliar los espacios de participación y fortalecer el liderazgo de las mujeres rurales. Las asociaciones españolas, como FADEMUR o AFAMMER entre otras, están trabajando con otras organizaciones de mujeres rurales, promoviendo una alianza global para combatir la desigualdad en el medio rural.
El papel de las cooperativas y asociaciones
El liderazgo de las mujeres en cooperativas y asociaciones agrarias genera impactos que trascienden el empoderamiento individual, contribuyendo a la resiliencia de la comunidad, la sostenibilidad medioambiental y el desarrollo económico. Los modelos presentados durante el simposio como la Red Árabe de Mujeres del Sector del Aceite de Oliva (con base en Jordania), la Asociación de Mujeres Rurales AFUD (Argelia), la Empresa social Darmmess (Líbano) y la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agroalimentarias en España (AMCAE) son ejemplos claros de cómo las mujeres están impulsando una transformación real en el sector agroalimentario.
Un reto transversal identificado en todas las iniciativas es la necesidad fundamental de ampliar el acceso a redes y conocimientos, condición indispensable para lograr un impacto transformador. Igualmente importante es la implicación activa de los hombres en el proceso de transformación, ya que su participación es esencial para cambiar mentalidades y crear cambios de comportamiento duraderos.
Por otra parte, la colaboración efectiva con gobiernos nacionales y regionales en distintos niveles de gobernanza, se perfiló como un pilar esencial para la implementación y sostenibilidad de estas iniciativas. El acceso a mercados locales abre oportunidades para diversificar los ingresos y mejorar la rentabilidad de los proyectos impulsados por mujeres. Por último, se subrayó que la eficacia del trabajo asociativo en contextos rurales depende en gran medida de la capacidad de las cooperativas de generar empleo y construir marcos empresariales adaptados a las realidades específicas del medio rural, que son muy distintas de las que afrontan las empresas emergentes y las pymes en entornos urbanos.
Taller sobre innovación
El simposio concluyó con un taller dedicado a la innovación social y tecnológica liderada por mujeres emprendedoras en la cadena de valor agroalimentaria. La sesión puso de relieve una serie de mecanismos clave que permiten a las mujeres prosperar como innovadoras dentro del sistema alimentario, como son las plataformas estructuradas y las iniciativas colaborativas como 'FoodSight', así como el proyecto europeo GRASS CEILING.
A través de sus nueve laboratorios de experiencias o Living Labs, el proyecto GRASS CEILING, en el que CIHEAM Zaragoza participa como socio, apoya iniciativas de innovación lideradas por mujeres para avanzar hacia una transición socioecológica justa. El enfoque combina mentoría especializada con dinámicas participativas e inclusivas que fortalecen el liderazgo femenino en la innovación rural.
Del compromiso a la acción
Una de las principales conclusiones del simposio es que el liderazgo de las mujeres en los sistemas agroalimentarios no es solo una cuestión de equidad: constituye una condición indispensable para construir sistemas resilientes, sostenibles y capaces de afrontar los desafíos del siglo XXI. Además, este liderazgo resulta clave para preservar el valioso patrimonio cultural que define la región mediterránea y asegurar la viabilidad futura de sus comunidades rurales. Durante la sesión de clausura, se destacó la necesidad de implicar a toda la comunidad, incluidos los hombres, en la transformación hacia la igualdad de género. El empoderamiento de las mujeres no debe concebirse solo como una agenda de mujeres, sino como una transformación de toda la sociedad que requiere el apoyo y el compromiso activo de todos los sectores.
El reto siguiente es ampliar el alcance de las intervenciones exitosas, asegurando a la vez su adecuación a los contextos locales. Esto exige que los enfoques de género sean realmente transformadores: no se trata de adaptarse a las normas sociales existentes, sino de cuestionarlas y rediseñarlas desde una perspectiva de justicia y sostenibilidad. Para lograrlo, es imprescindible contar con el compromiso sostenido de las organizaciones multilaterales, los gobiernos nacionales y los actores de la sociedad civil, trabajando de forma conjunta y coordinada.
Tal y como subrayó el Secretario General del CIHEAM, Teodoro Miano, en sus observaciones finales, el CIHEAM reafirma su compromiso firme con la promoción de la igualdad de género en los sistemas agroalimentarios mediterráneos, posicionando el empoderamiento de las mujeres como eje central de su Plan Estratégico 2030.
Asociaciones españolas como FADEMUR o AFAMMER, entre otras, están trabajando con otras organizaciones de mujeres rurales, promoviendo una alianza global para combatir la desigualdad en el medio rural



















