Los aditivos en la alimentación del vacuno de leche

Los aditivos nutricionales son productos utilizados en la alimentación de los animales con el propósito de promover la calidad de los alimentos, sean de origen vegetal o animal y aumentar el rendimiento de los animales y su salud, ya sea por la vía de resaltar la digestibilidad de los animales u otros mecanismos.

Los aditivos deben haber tenido una evaluación científica que demuestre que no son dañinos para la salud animal, humana y para el medio ambiente.

En la producción lechera, la eficiencia alimenticia, se define como la leche producida por unidad de materia seca (ms) consumida, actualmente dados los bajos precios de la leche y los altos costes de la alimentación en las raciones de las vacas, que pueden llegar a representar más del 50% de los costes de producción, esta cobra mucha importancia.

Los factores que afectan la eficiencia alimenticia en el vacuno de leche son: días de leche, edad, crecimiento, cambios de la condición corporal (CC), peso corporal, calidad del forraje, aditivos incluidos en los piensos y factores ambientales.

La evaluación de la utilización de aditivos en el vacuno de leche se hará sobre los siguientes factores: respuesta esperada, rendimiento económico, investigación disponible y los resultados en campo que se traducirán en los siguientes:

• Una mayor producción de leche (en pico de lactación y /o persistencia curva de lactación).
• Un aumento de los componentes de la leche (proteína o grasa).
• Un mayor consumo de materia seca (ms).
• Una mayor digestibilidad de los nutrientes en el tracto digestivo.
• Una mayor estabilidad en el ambiente ruminal y en pH.
• La estimulación de la síntesis microbiana ruminal de proteínas y/o ácidos grasos volátiles (AGV).
• Una mejora de la salud de los animales (menos acidosis, cetosis, etc).
• Una reducción de los efectos del estrés de calor.

Hay que diferenciar el concepto de ‘aditivo’ cuando se refiere a la alimentación humana y a la alimentación animal, ya que muchas veces estas sustancias son usadas indistintamente para la alimentación humana y animal. En el caso de la alimentación humana, el término ‘aditivo’ engloba sustancias distintas de los alimentos básicos, como resultado de algún aspecto de los procesos de producción: elaboración, almacenado ó envasado. En el caso de la alimentación animal, a todas las anteriores posibilidades hay que añadir un importante componente nutricional, de manera que el término ‘aditivo’ ha acabado integrando a los correctores vitamínicos-minerales y otras sustancias capaces de mejorar el estado nutricional o sanitario de las especies animales.

Los aditivos se clasifican, según el Reglamento (EC) 1831/2003 en:

• Nutricionales. Vitaminas, provitaminas, oligoelementos, aminoácidos, urea y sus derivados.
• Tecnológicos. Conservantes, emulgentes, antioxidantes, estabilizadores, espesantes, ligantes, reguladores de acidez, aditivos para ensilados.
• Zootécnicos. Enzimas, hormonas, probióticos, prebióticos.
• Sensoriales u organolépticos. Colorantes, aromatizantes, saborizantes.

Sobre la base de eficacia alimenticia, se puede realizar una clasificación de los aditivos específicos utilizados en la actualidad en el vacuno de leche, que sería:

• Aditivos preventivos de deficiencias: aminoácidos específicos, metionina, lisina, oligoelementos, componentes nitrogenados, urea, glicerol y propilenglicol.
• Modificadores de la composición de la leche: ácido linoleico.
• Estimuladores metabólicos: vitaminas, biotina, colina, betaína, sales aniónicas.
• Estabilizadores/ estimuladores de la función ruminal: Saccharomyces cereviae, que se incluye en distintas formas, como levadura viva o como producto de fermentación de la propia levadura, y Aspergillus oryzae; extractos de plantas (extractos y aceites esenciales, taninos) y Yucca schidigera (ingrediente alimentario).

Teniendo en cuenta el objetivo fijado de reducir las emisiones contaminantes, tiene especial importancia el estudio de medidas que consigan controlar las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, vapor de agua, metano y N2O), por parte del ganado vacuno.

La optimización de la fermentación ruminal debe centrarse en la formulación correcta de raciones y en el manejo adecuado de los programas de alimentación. Cuando estas estrategias ya están implantadas, se puede obtener beneficios adicionales mediante el uso de aditivos que modulen la fermentación ruminal, contribuyendo a:

• Aumentar la degradación de la fibra y almidón y la producción de ácidos grasos volátiles (AGV).
• Inhibir la producción de metano.
• Controlar la concentración de lactato y el pH ruminal.
• Estimular la producción de propionato.

La adición de aditivos microbianos en la alimentación del vacuno de leche, en los últimos años se ha incrementado en forma directa.

Con Saccharomyces cerevisiae, los resultados obtenidos son variables, debido principalmente a la diversidad de dietas administradas a los animales. Según los estudios, incrementa el consumo de alimentos y la producción lechera y mejora el índice de conversión como respuesta al incremento de la cantidad y la actividad de las bacterias anaeróbicas totales y celulolíticas, que modifican la concentración de ácidos grasos volátiles (AGV), pH ruminal y nitrógeno amoniacal.

Aspergillus oryzae estimula también la producción de nitrógeno amoniacal e incrementa la degradabilidad de la proteína, lo que sugiere que estimula la proteolisis (degradación de proteínas), debido al aporte de nutrientes específicos para este tipo de bacterias, a la presencia de enzimas proteolíticas en el extracto o a la mejora del acceso a las proteínas, una vez las paredes celulares se han digerido.

En definitiva, los aditivos microbianos engloban a los microorganismos viables, los extractos de su cultivo, preparaciones enzimáticas o varias combinaciones de los anteriores y todos ellos contribuyen a una mayor degradabilidad de la fibra y almidón con la mejora de la digestibilidad de los nutrientes de la ración.

Los extractos de plantas son metabolitos secundarios que tienen la capacidad de modificar la actividad microbiana. Entre estos metabolitos secundarios se incluyen, entre otros, taninos y aceites esenciales.

Los efectos de los aceites esenciales de los extractos de plantas han centrado el interés como posibles aditivos para la modulación de la fermentación ruminal.

Los aceites esenciales son moléculas lipofílicas, que tienen actividad antimicrobiana frente a las bacterias gram-positivas y gran-negativas debido a su capacidad de interactuar con las membranas citoplasmáticas bacterianas, provocando su inestabilidad y muerte celular.

La utilización de extractos de plantas está sujeta a variaciones en el contenido de principios activos debido a la variedad de la planta cultivada, las condiciones del cultivo y los métodos de procesado.

Las recientes investigaciones están demostrando de que los extractos de plantas y los aceites esenciales que actúan como optimizadores de la función ruminal, se perfilan como ingredientes alimentarios básicos de los aditivos antimetanogénicos.

En estudios realizados, sobre los efectos de las hojas de orégano (Origanum vulgares), sobre la fermentación ruminal, la producción lechera, y la composición de la grasa en la leche, los investigadores nos explican que la administración de suplementos de orégano no tuvo efecto sobre el pH del rumen, las concentraciones de ácidos grasos volátiles (AGV) y la síntesis de proteína microbiana estimados, pero disminuyendo la concentración de amoniaco y linealmente disminuyó la producción de metano por unidad de consumo de materia seca (ms) en comparación con el control.

La composición de la leche no se vio afectada por la inclusión de orégano, excepto en la concentración de urea en leche, que se redujo. Además, la composición de ácidos grasos de la leche tampoco se vio afectada por el tratamiento.

Se comprobó que la inclusión de orégano, en cantidad entre 250 a 750 gramos por día, disminuyó la producción de metano en el rumen de las vacas lecheras, dentro de las ocho horas después de la alimentación. En conclusión, se determinó que la suplementación de la dieta con orégano disminuyo linealmente el consumo de materia seca (ms) y aumento la eficiencia alimentaria.

Otro importante aditivo, muy utilizado en las explotaciones de vacuno lechero, es el propilenglicol, que es un aditivo tecnológico.

El propilenglicol es un monopropilenglicol de alto grado de pureza, destinado a aplicaciones en alimentación animal, elaborado por la hidrolisis del oxido de propileno a altas temperaturas y alta presión con abundante agua. Es producto destilado con una pureza mínima del 99,7%.

El periodo de transición láctea de la vaca lechera conlleva una serie de cambios, determinando la presencia de Balance Energético Negativo (BEN) por la movilización de reservas corporales, provocando pérdida de peso y descensos en la producción láctea. El propilenglicol es una sustancia gluconeogénica, usada en la alimentación del vacuno de leche, para disminuir estos efectos.

Se aconseja administrar una dosis oral de entre 300 y 400 mililitros por día en una única dosis diaria durante diez días previos al parto, con el fin de reducir la incidencia de hígado-graso y cetosis. También se recomienda por el efecto positivo que tiene sobre la ingestión en materia seca (ms).

Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) de Granada, en diversos ensayos con animales (rumiantes) han probado la eficacia del aditivo Bovaer, un aditivo con capacidad de reducir las emisiones de metano en un 30%. Este compuesto molecular inhibe la actividad de los microorganismos estomacales responsables de las emisiones de metano.

En estudios realizados por la EEZ, confirman que el uso del aditivo Bovaer no compromete la seguridad del rumiante, ni el medioambiente, además de no producir efectos perjudiciales sobre la digestión o la ingesta del animal.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ha emitido el primer informa positivo en Europa, sobre el uso de este aditivo alimentario para reducir las emisiones de metano en rumiantes.

El aditivo que contiene la molécula 3-nitrooxypropanol (3-NOP), responsable de la actividad antimetanogénica, ha sido desarrollado durante los últimos años. El equipo de EEZ-CSIC ha sido pionero en probar la efectividad de la molécula en ensayos con animales (rumiantes) y ha participado en la identificación de su mecanismo de acción, lo que ha contribuido a que sea aprobado.

El compuesto 3-NOP inhibe directamente la actividad de las arqueas metanogénicas, los microorganismos responsables de la producción de metano en el rumen, consiguiendo una reducción de las emisiones del 30%, sin afectar a la digestión ni a la salud del animal.

La razón por la que se pretende reducir las emisiones de metano es porque se trata de uno de los gases causantes del efecto invernadero. La ganadería genera una parte importante de la producción de origen antropogénico.

El manejo e incorporación de aditivos en el proceso de fabricación de piensos compuestos siempre es complejo y representa una problemática a resolver en todas las fábricas.

Los principales factores que influyen en la incorporación de aditivos en la fabricación de piensos compuestos son:

• Incorporación limitada a ciertas referencias a fabricar.
• Elevado número de aditivos potenciales a utilizar.
• Bajo nivel de incorporación < 1.000 ppm.
• Elevado coste de los aditivos.
• Importancia de su presencia a dosis proyectada en el pienso final.

La manera de ayudar a solventar este problema ha sido la fabricación previa al pienso de premezclas. Por medio de las premezclas, el fabricante gestiona adecuadamente de manera automática o manual, no solo la dosificación, sino su posterior mezcla y homogeneización.

Los aditivos como enzimas, conservantes, antioxidantes, acompañando a vitaminas y oligoelementos, componen una premezcla que se incorpora al pienso final, con dosis de entre 4-5 kilogramos por tonelada.

Cada vez es más frecuente en las fábricas de piensos, encontrar instalaciones para alojamiento y dosificación automática de aditivos, con descarga directa a la mezcladora central, con un sistema de control integral del proceso desde el llenado de los depósitos o celdas de alojamiento a la dosificación adecuada de los mismos.

Estos sistemas ayudan de manera eficiente a la fabricación, pero siempre resultan escasos, ya que la industria genera cada vez más expectativas de nuevos aditivos, acabando siempre en la fábrica con más aditivos a incorporar que depósitos disponibles para manejar a cada uno de ellos. Por tanto, la incorporación manual y directa sobre la mezcladora central acaba siendo obligada en muchas ocasiones.

La perspectiva en un futuro es que cada vez se deberán manejar, de manera precisa y eficiente, en las fábricas de piensos mayor número de aditivos. Se necesitarán equipamientos, sistemas de control, procedimientos de trabajo y formación de los operadores adecuada, para poder gestionar la fábrica con eficiencia y calidad final de los productos.

No se podrá comercializar un aditivo para alimentación animal o una premezcla de aditivos, a no ser que su envase o contenedor esté etiquetado, bajo la responsabilidad de un productor, envasador, importador, vendedor o distribuidor establecido en la comunidad y figure en él de manera bien visible, claramente legible o indeleble, con los siguientes datos:

• El nombre especifico, dado a los aditivos en el momento de la autorización, precedido del nombre del grupo funcional indicado en la autorización.
• El nombre o razón social y el domicilio del responsable de las indicaciones.
• Peso neto o para los aditivos líquidos y premezclas el volumen neto o el peso neto.
• Cuando corresponda el número de autorización atribuido al establecimiento o al intermediario.
• Las instrucciones de uso, las recomendaciones para una utilización segura y, en su caso, los requisitos específicos mencionados en la autorización, incluidas las especies y categorías de animales a las que está destinado el aditivo o premezcla de aditivos.
• El número de identificación.
• El número de referencia del lote y la fecha de fabricación.