Un año más tengo el honor y el placer de colaborar en este prestigioso Anuario. Gracias. Pues no ha sido el 2023 el año de la recuperación del consumo de los productos pesqueros y, a falta del cierre de las cifras oficiales del año, se confirma un consumo del año móvil a agosto de 2023 de menos de 19 kilos por persona y año, según los datos del MAPA. Jamás pensamos que se podría bajar de 20 kilos por persona y año, de los cuales solo 8 son pescado fresco. Y, lo que es más preocupante, sólo 3 kilos al año de pescado fresco en las familias con niños pequeños y 4,4 kilos en parejas con hijos en edad media. La situación que se vive en Ucrania, junto a la guerra en Israel han provocado una incertidumbre mundial que se ha traducido en unos tipos de interés elevados que ahogan a las familias hipotecadas y en una crisis de costes que ha disparado la inflación en todos los productos y servicios. Como siempre, la inflación de los alimentos acapara titulares en negativo que llevan a que los consumidores renuncien a las proteínas de calidad como las de los productos pesqueros por esa falsa percepción de que son, de por sí caras, y con la inflación más. Sin embargo, los precios del pescado se han mantenido muy por debajo de la media de la subida del precio de los alimentos durante 18 meses consecutivos. Además, nuestro formato comercial, en el que la relación con el cliente es tan estrecha, hace que tampoco nosotros subamos precios más allá de los estrictamente necesario para sobrevivir, porque nos preocupamos de la economía de nuestros compradores. Así lo reconocen los propios datos del Ministerio que recogen de forma oficial como fuimos el formato que menos subió precios en el 2022, con una subida media del precio medio del 5,1% frente a, por ejemplo, los supermercados que subieron un 7,1% o el e-commerce un 10,8% y el hiper un 7,9% Tampoco nos ha ayudado la reiterada exclusión de nuestros productos de las sucesivas rebajas del IVA aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para amortiguar los efectos de la crisis. Y van 3 veces. Esta falta de apoyo todavía ha reforzado más la falsa idea de que el pescado es caro. Resulta incomprensible no solo esta discriminación para nuestros productos, sino para la defensa de la alimentación saludable de los españoles. Una alimentación que debería estar impulsada por una fiscalidad saludable. Los datos que maneja el gobierno sobre el abandono de la dieta pesco-mediterránea y su impacto en la salud de los españoles son alarmantes, especialmente en las familias vulnerables, niños y jóvenes, pero siguen sin tomar decisiones de calado. Pero ahí siguen nuestras pescaderías. Profesionales, cercanas, flexibles, amables, locales, sostenibles, tradicionales, ARTESANALES, ofreciendo 2023, un mal año para el consumo de productos pesqueros Mª Luisa Álvarez Blanco, directora gerente de la Federación de Empresarios Detallistas de Productos Pesqueros (FEDEPESCA) 88 ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL ⎮ FEDEPESCA
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