El año 2023 da continuidad, en muchos aspectos, a los años precedentes en cuanto a la sucesión de acontecimientos que han impactado de forma significativa en el sector marítimo. En efecto, la actividad de transporte marítimo encadena desde la crisis del COVID una serie de sucesos que le han afectado trascendentalmente: congestiones en los puertos y escasez de contenedores, disrupciones en las cadenas mundiales de suministro, la invasión de Ucrania y sus efectos energéticos, y más recientemente las restricciones de paso en el canal de Panamá a causa de la sequía, y la guerra en Oriente Próximo que está obligando a modificar las rutas que utilizaban el canal de Suez. Está apuntando una tendencia hacia una cierta desglobalización cuyo alcance y consecuencias en la economía y el comercio están todavía por determinar. Y todo ello, con el telón de fondo de las nuevas normativas medioambientales, internacionales y europeas, que suponen poner en primera línea la obligada transición energética de los buques. En este contexto de presiones normativas, comerciales y de entorno, los objetivos de reducción de las emisiones de carbono constituyen un enorme desafío, especialmente por la incertidumbre existente sobre los posibles sistemas para descarbonizar el transporte marítimo, incluida su repercusión en los costes de transporte y en el comercio. Como reflejo de todo lo anterior, el volumen del comercio marítimo mundial experimentó en 2022 una ligera contracción del 0,4% , recuperándose en 2023 con un positivo 2,4%, totalizando 12.186 millones de toneladas. En España, el tráfico portuario registró un crecimiento del 3,5% en 2022 , aunque en 2023, a cierre de noviembre, presentaba una reducción interanual del 3,0%. Por otra parte, el sector de la construcción naval en España muestra unos datos muy positivos tanto en cifras de contratación como de actividad. Los astilleros españoles incrementaron en 2022 las CGT contratadas un 24%, que se suma al incremento del 15% registrado en 2021 . Los últimos datos disponibles, a septiembre de 2023, reflejan una reducción en las cifras de contratación, aunque un importante incremento interanual del 24% en cuanto a la actividad. A esta favorable situación se suman también los astilleros de reparación y transformación, con cifras de facturación en 2022 un 25% superiores a las del año anteriorIV. El sector español destaca en buques de alto contenido tecnológico, como los grandes pesqueros —donde España ocupa una posición de liderazgo—, los buques para la investigación oceanográfica o los buques offshore para la eólica marina —donde en 2022 España alcanzó la segunda posición mundial y primera de la Unión Europea respectivamente en contratación y en cartera de pedidos —, o los buques de Ante un futuro lleno de oportunidades y retos tecnológicos Pilar Tejo Mora-Granados, decana del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos 72 ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL ⎮ COIN
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx