Anuario Marítimo Español 2023

Creo, sin temor a equivocarme, que uno de los asuntos más recurrentes y de los que más se ha hablado en la industria española en 2023 han sido los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica conocidos como PERTEs, en nuestro caso, el PERTE del Ecosistema Naval, cuyo objetivo es la digitalización, sostenibilidad y diversificación del mismo. Desde su aprobación el 22 de marzo de 2022 hasta la publicación de los proyectos aceptados provisionalmente en la segunda convocatoria el pasado septiembre transcurrieron casi 18 meses que han tenido en vilo a muchas empresas y para el que aún seguimos presentando documentación y esperamos que en el primer trimestre del 2024 esté resuelto de forma definitiva. El trabajo para instrumentalizar estos mecanismos de ayudas por parte de la Administración, según hemos podido saber, ha sido una carrera contra reloj (diseñando regulación, interpretando normas europeas y españolas, desarrollando aplicaciones informáticas de solicitud on line, etc…). Pero tengo que decir que el proceso de solicitud para las empresas ha sido maratoniano, un documento tras otro, grandes dudas de interpretación, obtención de certificaciones, evaluaciones, declaraciones responsables, informes específicos, un maratón que parecía no tener nunca fin. Y en este momento, después de la vorágine, quisiera reflexionar sobre este asunto. ¿Ha merecido la pena tanto esfuerzo de la Administración y de las empresas? Pues, la verdad, no lo sabremos hasta que los proyectos se concluyan y podamos hacer un análisis en 2026. En ese momento futuro, con los proyectos finalizados y justificados, podremos valorar si los objetivos y las expectativas que el tejido industrial naval y la propia Administración tenían puestas en el PERTE Naval se han alcanzado. También nos preguntamos si el dinero que no se ha aplicado se aplicará en una tercera convocatoria del PERTE. Si esto fuera así, deberíamos trabajar todos juntos para que lo más significativo de estos mecanismos de ayudas no sean las dificultades administrativas, sino los proyectos que se desarrollan, porque hay muchos retos que, desde luego, debemos asumir si queremos que el sector naval industrial ocupe el lugar que le corresponde. Posición que se ha alcanzado con el esfuerzo de cada trabajador y empresario que han apostado por dedicarse a él y por invertir y comprometer su patrimonio, respectivamente, para desarrollarlo. Los retos, que continuarán también en 2024, pues la sociedad reclama que avancemos y las tecnologías evolucionan a velocidad vertiginosa, están centrados en el ámbito tecnológico, en Del ‘rompecabezas’ del PERTE a la necesidad de atraer talento Eva Novoa, directora general de SOERMAR 102 ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL ⎮ SOERMAR

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