Mejores tarifas para aprovechar la bajada de la luz
¿Va a seguir bajando el precio de la luz?
Lo primero es analizar si el precio de la luz va a seguir bajando o si, al menos, se va a mantener estable. Para ello, tenemos que pensar en qué ha ocasionado que la luz se desplome de esta manera. España es un país que genera prácticamente toda la electricidad que necesita. Se encuentra en una situación geográfica privilegiada, ya que recibe mucha luz del sol y también se ve atravesada por borrascas atlánticas a menudo. Por tanto, la generación de electricidad mediante fuentes renovables supone al año prácticamente la mitad de toda la energía generada.
En las últimas semanas, la producción de energía eólica ha sido más alta de lo habitual. Esto ha provocado que haya habido tramos en los que el precio de la luz ha llegado a ser de 0 €. También hay que tener en cuenta que el precio del gas ha disminuido, por lo que ha sido más económico suplir los momentos en los que la energía eólica no ha sido suficiente.
Es complicado predecir cómo evolucionará el mercado en los próximos meses. Sin embargo, las previsiones del gobierno y las señales del mercado a largo plazo estiman que el precio subirá ligeramente de nuevo en los próximos meses y que los precios inusitadamente bajos que vemos hoy son un espejismo. Estas mismas previsiones, por otro lado, tampoco creen que se vaya a vivir un repunte pronunciado de los precios. Por tanto, el precio de la luz se mantendrá en torno a los 45-50 €/MWh.
Mejores tarifas de luz para aprovechar estos precios
Un error muy extendido entre los hogares es el de creer que la subida o bajada del precio de la luz tendrá un efecto inmediato en la factura a final de mes. Y este error está propiciado porque la mayoría de los contratos de luz activos en España tienen precios ya fijados con anterioridad.
No obstante, sí que hay dos tipos de contratos que se ven afectados por el mercado mayorista. Se trata del mercado regulado y las tarifas indexadas del mercado libre. El primer caso es una tarifa que iguala el precio de la luz hora a hora del mercado eléctrico. Es decir, que el precio al que se vende la energía es el mismo que el que se paga en los hogares. Estas tarifas solo las pueden ofrecer comercializadoras de referencia con permiso del gobierno de España. Dichas comercializadoras no pueden ofrecer descuentos ni servicios adicionales. Esta tarifa es, además, obligatoria si se quiere ser beneficiario del Bono Social.
Por otro lado, las tarifas indexadas son la variante del mercado libre. La mayoría mantienen el precio de la luz que se establece en el mercado mayorista, es decir, que también cambia cada hora. Además, se le añade un suplemento fijo cada mes por gastos de gestión, que no deja de ser el margen de beneficios de cada empresa. En este caso, las comercializadoras sí pueden ofrecer descuentos, como servicios de mantenimiento o un precio más reducido por contratar la luz junto con el gas.
¿Son las mejores ofertas de luz?
Las tarifas del mercado regulado y las indexadas son ideales para personas que pueden adaptar sus hábitos de consumo a los momentos en los que el precio de la luz es más barato. Esto implica, por ejemplo, poder poner en funcionamiento los electrodomésticos en determinadas horas. Si lo consigues, las facturas a final de mes pueden bajar sensiblemente. Desde luego, son las mejores tarifas de luz si cumples los requisitos para acogerte al Bono Social.
Sin embargo, no son muchas las personas que tienen la constancia y la paciencia para mantener la exigencia de adaptarse día a día. Si no se consigue, mantener una de estas tarifas puede llegar a suponer un aumento muy importante en la factura.
Para evitar este estrés, hay otros tipos de tarifas de luz. Estas son las dos más habituales:
Tarifas fijas
Tarifas con discriminación horaria
Las tarifas con discriminación horaria son un punto medio entre las tarifas fijas y las indexadas. Estas ofertas dividen el día en tres tramos con sus respectivos precios: el tramo llano, el tramo valle y el tramo punta. Estos tramos son siempre los mismos y se corresponden con las horas en los que se consume más y menos luz.
Al tratarse de horarios fijos, los consumidores lo tienen más fácil para adaptar sus hábitos de consumo y aprovechar mejor los momentos del día en los que la luz es más barata. Por ejemplo, poner la lavadora por la noche o cocinar los fines de semana, que se corresponden con el tramo valle. Sin embargo, no tiene la volatilidad del mercado regulado o las tarifas indexadas, ya que los precios se mantienen estables. Así, se puede calcular con cierta precisión el consumo y evitar sorpresas a final de mes.
Una vez que hayas pensado en qué tipo de tarifa es la que mejor se adapta a tus necesidades, lo mejor es ver qué ofrece cada empresa y elegir la mejor tarifa de luz. Ahorrar está en tus manos.