Pedro Sánchez anuncia la creación del Centro Nacional de Ciberseguridad adscrito a Presidencia

Durante la clausura del 19º Encuentro Internacional de Seguridad de la Información (ENISE), celebrado en León entre el 14 y el 16 de octubre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicó la creación del nuevo Centro Nacional de Ciberseguridad, que dependerá directamente de Presidencia. La medida, enmarcada en la estrategia de refuerzo institucional y tecnológico del país, busca fortalecer la coordinación del sistema nacional de protección frente a amenazas digitales y consolidar la capacidad de respuesta del Estado ante los riesgos derivados de la transformación digital.

El Centro Nacional de Ciberseguridad se articulará como un organismo adscrito a la Presidencia del Gobierno, con el objetivo de incrementar la capacidad de coordinación del sistema nacional y garantizar una protección más eficaz de la democracia, las infraestructuras críticas y la actividad económica. Así lo anunció Pedro Sánchez en la clausura del 19.º Encuentro Internacional de Seguridad de la Información (ENISE), organizado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) en el Palacio de Congresos y Exposiciones de León.

El presidente remarcó que la creación del centro responde a la necesidad de fortalecer las capacidades estatales frente a las amenazas cibernéticas, en un escenario internacional de creciente complejidad tecnológica y geopolítica. En su intervención, subrayó que España figura entre los países con mayores capacidades en este ámbito, situándose por encima de la media europea, y que esta posición se debe a una estrategia que combina anticipación y cooperación público-privada.

El anuncio se enmarca dentro del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, aprobado este año, que destina uno de cada diez euros a la ciberseguridad. En total, el Gobierno ha previsto una inversión de 1.157 millones de euros en esta materia, de los más de 10.000 millones que refuerzan la política de defensa y seguridad nacional, de los cuales más del 80% ya se encuentra en tramitación.

Pedro Sánchez recordó que el modelo español de ciberseguridad se apoya en cuatro ejes estructurales. El primero, un marco legal y organizativo sólido, reconocido internacionalmente, que ha situado al país en el nivel TIER 1 del Índice Global de Ciberseguridad de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Entre las instituciones de referencia, mencionó al Incibe, el Centro Criptológico Nacional y el Mando Conjunto del Ciberespacio. También anunció la revisión de la Estrategia Nacional de Ciberseguridad y del Plan España Digital 2026, con el fin de adaptarlos a los nuevos escenarios tecnológicos.

El segundo pilar es la protección de infraestructuras críticas, como la sanidad, la energía, el agua y la administración digital. El presidente incidió en la necesidad de preservar estos servicios esenciales sin escatimar recursos, y aludió a proyectos como el Centro de Operaciones de Seguridad 5G, dotado con 15 millones de euros procedentes de fondos europeos, destinado a la supervisión de redes móviles y dispositivos conectados.

El tercer eje se centra en la defensa del tejido productivo y la asistencia ciudadana. En este ámbito, el Incibe desempeña un papel esencial mediante la atención a empresas, profesionales y ciudadanos frente a suplantaciones o fraudes digitales. Además, el Gobierno impulsa la autoprotección a través de la formación y la prevención, en colaboración con el entorno universitario, que ya cuenta con once convenios en vigor, entre ellos la cátedra de inteligencia artificial aplicada a la ciberdefensa de la Universidad de Salamanca.

El cuarto pilar de la estrategia se basa en el fortalecimiento del ecosistema de innovación tecnológica. España, recordó el presidente, dispone de una de las infraestructuras de telecomunicaciones más avanzadas de Europa, con liderazgo en conexión por fibra y una red 5G que alcanzará al 100% de la población en 2026. Además, el país participa en proyectos estratégicos internacionales, como los cables submarinos que lo conectan con Estados Unidos y África, lo que contribuye a reforzar su soberanía tecnológica y su posición como nodo digital de referencia.

Sánchez señaló que el impulso a la ciberseguridad no solo previene pérdidas millonarias para empresas y administraciones, sino que también genera un impacto positivo en la economía. Según datos del Ejecutivo, el sector aporta más de 3.000 millones de euros anuales y emplea a más de 180.000 profesionales, sustentados en el talento y la innovación. A su juicio, este dinamismo refleja la confianza internacional en la economía española y en la madurez de su sistema de seguridad digital. La creación del Centro Nacional de Ciberseguridad consolida —dentro de la política de modernización institucional— un instrumento operativo para coordinar, supervisar y anticipar amenazas en el entorno digital, alineado con los objetivos de la Estrategia Nacional y con la visión del Plan España Digital 2026, que integra la ciberseguridad como eje vertebrador de la transformación tecnológica del país.