Bután, Israel y Rusia mantienen brotes activos de la viruela ovina y caprina

La viruela ovina y caprina es una enfermedad infecto-contagiosa producida por un virus ADN, perteneciente al género Capripoxvirus dentro de la familia Poxviridae. Produce un cuadro clínico en ganado ovino y caprino caracterizado por la aparición de fiebre, nódulos y pápulas generalizadas, raramente vesículas, lesiones internas particularmente en pulmones y, finalmente, la muerte. Esta enfermedad se encuentra incluida en la Lista única de enfermedades de notificación obligatoria de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y en la ‘lista A’ de enfermedades de notificación obligatoria de la Unión Europea.

La viruela ovina y caprina permanece endémica en África (al norte del ecuador), Oriente Medio, Turquía, India y otras zonas de Asia. Recientemente, la enfermedad ha, hecho apariciones en el sur de Europa, afectando a Bulgaria y Grecia dentro de la UE. Según la información publicada por la OIE, actualmente existen brotes activos de viruela ovina y caprina en Bután, Israel y Rusia, según un informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Rebaño de ovejas en el campo.

El caso más reciente en el área mediterránea se dio en Israel. En concreto, el 2 de julio de 2020 se notificó un nuevo brote con la confirmación de un foco en una explotación con un censo de 38 ovinos, entre los que hubo 2 animales afectados, localizada en Hazafon. El rebaño había sido vacunado contra la viruela ovina y caprina hacía aproximadamente un mes y se sospecha que se realizó debido a síntomas clínicos. Los dos animales afectados fueron introducidos sólo algunos días antes, no habían sido vacunados y mostraron síntomas clínicos clásicos. Desde entonces, Israel no ha comunicado a la OIE ningún nuevo foco en su territorio, si bien el brote todavía no ha sido declarado resuelto.