John Deere observa 2020 con “optimismo responsable”

Bajo el lema ‘Tiempo de ayudar’ John Deere Ibérica convocó su primera conferencia de prensa virtual en la que varios miembros de su equipo comercial y de fábrica explicaron el proceso de adaptación de la compañía al escenario provocado por la crisis sanitaria, cómo ha evolucionado el negocio durante las últimas semanas y cuáles son sus perspectivas de futuro. El segundo semestre en España lo observan con “optimismo responsable”.

Todo comenzó el 11 de marzo, cuando la crisis sanitaria se hizo patente y la compañía activa los planes de contingencia diseñados para escenarios de esta índole, que afectan directamente a los más de 70.000 empleados que tiene en todo el mundo, además de a sus clientes y la red de distribución. “Esta crisis ha puesto a prueba nuestros valores, nos ha enseñado la importancia de la salud, pero también nos ha mostrado lo vulnerables que somos. Es un aprendizaje que nos marcará el resto de nuestras vidas. También ha puesto de manifiesto la resiliencia que tenemos, porque hemos sido capaces, no solamente en la sociedad, sino también dentro de John Deere, de dar la vuelta a una situación muy complicada que nos llevaba de forma inexorable al fracaso”, afirma Mario de Miguel, director general de la fábrica de cajas de cambios y transmisiones de Getafe.

La compañía se ha adaptado desde varias vertientes a la “nueva realidad”, según la define Enrique Guillén, director general de la Unidad Comercial. Primeramente, destacando que la actividad no se ha interrumpido en ningún momento. Las plantas de producción en Europa prácticamente no han cesado su actividad gracias al soporte ofrecido por los proveedores. Por ejemplo, la española —con un millar de empleados— apenas lo hizo durante un día y medio para transformar las operaciones.

“La seguridad no es una prioridad, es el primer valor de John Deere. Teníamos plan de contingencia para una pandemia y hemos tenido que reescribir dicho plan, con esfuerzo, trabajo en equipo y la experiencia de la compañía”. Todo ello, según relata De Miguel, con el propósito de hacer una “fábrica segura, con condiciones de trabajo seguras y un cumplimiento muy estricto. Ahora se trabaja con absoluta normalidad”.

En Getafe diseñaron el paquete de caja de cambios y transmisiones de la nueva cosechadora X9 presentada en noviembre de 2019 en Agritechnica y el director de la fábrica llegó a temer por la evolución del proyecto, uno de los más ambiciosos en términos de producto que afronta la compañía. Pero las medidas adoptadas y la respuesta del equipo permitieron que todo continúe en los cauces establecidos.

Al esfuerzo realizado en el ámbito de la producción se unió también el realizado por la distribución, para que la actividad se viera afectada lo menos posible. Aquí juega un papel la Red de Concesionarios “profesional y cualificada”, a quien la marca ha ofrecido todo su apoyo “más que nunca”, subrayó Guillén.

“No hemos parado ni un solo día porque nuestros clientes no lo han hecho, con garantías de salud”, señala Javier Moreno-Cid, gerente de Agritrasa, concesionario con 110 empleados y 7 centros repartidos en las provincias de Toledo, Ciudad Real y Jaén. “Hemos podido hacerlo porque John Deere ha estado ahí, manteniendo abiertas las fábricas, los sistemas de distribución de recambios y los servicios financieros”.

Con la movilidad limitada, las herramientas digitales han cobrado un gran protagonismo en el apoyo al cliente. José Carlos Herráez, gerente de Servicio y Formación de John Deere Ibérica, explica Connected Support, el sistema de comunicación remoto que ofrece la marca a sus clientes para optimizar el rendimiento de las máquinas y asegurar su correcta puesta a punto. Incluye conectividad (Internet de las Cosas en la agricultura); herramientas al servicio del cliente y del concesionario (Service Advisor Remoto, un software para control de la máquina a distancia); y soporte proactivo de los concesionarios (monitorizan las máquinas conectadas).

En Europa hay 40.000 máquinas John Deere ‘conectadas’. Solo en España y Portugal son 3.898, que en los últimos doce meses han establecido casi 25.000 conexiones remotas y 2.000 a pantalla, con 774 Expert Alerts, que son avisos enviados por la marca a la Red de Concesionarios advirtiendo de posibles incidencias en las máquinas.

Una de las claves del éxito de John Deere durante estas semanas ha radicado en la rápida adaptación de sus procesos internos para agilizar los trámites de respuesta y aprobación de operaciones de financiación. Según Ernesto Flaquer, gerente general de Ventas de John Deere Bank, han sido capaces de ofrecer un “servicio mejor que meses antes de la pandemia”. “Somos una financiera muy exclusiva, especialista, y hemos tratado de apoyar más que nunca. No podíamos fallar”, añade.

En esta línea, lanzan una campaña de financiación, con primera cuota en enero de 2022, de hasta el 60% del PVP del tractor a 4 años hasta el 0%. Flaquer manifestó también la apuesta de la compañía por el sector del alquiler a través de la app PLOOU, con todo el proceso digitalizado y más de 300 máquinas disponibles por toda España, la mayoría tractores. Durante el confinamiento ha incrementado un 50% el volumen de operaciones, según dijo el directivo.

¿Cómo observan el futuro desde John Deere Ibérica en un escenario condicionado por la pandemia? “Esta crisis representa un antes y un después”, antepone Guillén. “Nos enfrentamos a una crisis económica sin precedentes”, vaticina De Miguel”, quien aboga por “poner en valor a nuestro sector, hay que reforzar más la agricultura”.

Ambos coincidieron al señalar el papel decisivo que jugará la velocidad de adaptación al cambio y, en este contexto, el proceso abierto de digitalización, porque “el campo no parará nunca”. “Hemos demostrado ser un sector esencial en el que todos los agentes de la cadena alimentaria son imprescindibles”. Guillén advirtió de que el aumento previsto de la población mundial obligará a incrementar la producción de alimentos en un 70% desde ahora hasta 2050, y eso “solo se conseguirá con la Agricultura 4.0”.

En un horizonte más próximo, el director general de la Unidad Comercial observa el segundo semestre de este año, con “optimismo responsable”. “Es un magnífico año agrícola, el cliente está habituado a una nueva realidad y nuestra estrategia de concesionarios fuertes se ha puesto en valor estas semanas”.

Javier Moreno-Cid, de Agritrasa, representó a los concesionarios John Deere en la conferencia de prensa virtual.

• Mercado. Conocidos los datos correspondientes al mes de mayo, el registro de tractores nuevos “está en niveles pre COVID-19”, subraya Guillén, cuyo pronóstico para final de año es de 9.000-9.500 unidades. “No sería el mínimo histórico y esa caída del 20% (respecto a 2019) no sería solo debida al COVID-19, incluso menos de la mitad”, explicó.

• Traslado a Getafe. John Deere anunció hace unos meses la desinversión de las instalaciones en Parla (Madrid), sede actual de la Unidad Comercial y de John Deere Bank, y la concentración de las operaciones en el Campus de Getafe (Madrid). La compañía tenía previsto culminar el traslado a lo largo de este año, pero la situación provocada por el COVID-19 retrasará unos meses la decisión. “El plan es firme y la previsión ahora es en 2021”, explicó Guillén.

• Inversiones I+D. Durante un segundo trimestre financiero muy complicado, John Deere ha conseguido mantener la capacidad crediticia. En el corto plazo se produjeron recortes de gastos de capital y de innovación, pero los directivos dejaron claro que el compromiso de I+D continúa y a partir del tercer trimestre se recuperarán los niveles anteriores.
• Plan Renove. Al director general de la Unidad Comercial también se le pidió una valoración del Plan Renove 2020. “Nuestro parque de maquinaria está muy envejecido. Cada año mueren 70-80 agricultores por falta de seguridad, sobre todo en tractores. Es una buena oportunidad un Plan Renove bien definido y aprovechado”. Guillén valoró positivamente la puesta en marcha de este plan de ayudas, pero demandó una mayor dotación presupuestaria y la inclusión de elementos diferenciadores que, a su juicio, continúan sin contemplarse. “Seguimos viendo demandas de John Deere que no se atienden. No estamos de acuerdo con el criterio de certificación energética y no se incentiva la agricultura digital, clave para el futuro”. El directivo aboga por que en la sustitución de equipos se produzca un cambio de CV a CV inteligentes. “Todo lo que hagamos para profesionalizar el sector, será en su beneficio”, concluyó.