La investigación en el sector ovino de Uruguay se centra en el aumento de productividad
Hay más de 5.000 productores dedicados al ovino en Uruguay, pero de ellos hay 1.500 que tienen al ovino como la columna vertebral de la producción de sus establecimientos; son pequeños y medianos productores que viven de la producción de lana y corderos, según publica el diario uruguayo El País.
Esos 1.500 empresarios producen en las regiones de menor desarrollo económico social del país, donde los campos solo admiten a la oveja, porque son muy pobres en cuanto a producción de materia seca por hectárea. Por otro lado, tienen muy poco capital para invertir y en su mayoría, usan mano de obra familiar.
Desde hace varios años, uno de los mayores desafíos que enfrenta la ganadería uruguaya es la incorporación de la innovación y la organización institucional (la suma de sinergías entre las instituciones) como una de las herramientas clave para el desarrollo social.
El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) trató de buscar herramientas a través de las cuales se logre un mayor desarrollo productivo económico y social de los pequeños productores, usando a la oveja como la locomotora que lleva hacia adelante a su establecimiento.
En ese marco, el director del Programa Carne y Lana del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi, recordó a El País que a través de varios convenios se logró sumar la inteligencia de la investigación y la de los propios actores, donde la oveja es la columna vertebral del desarrollo productivo, económico y social de varios predios, ya no solo en el norte del país, también en el sur, en campos que antes estaban ocupados por huertas u otros rubros.
Con todos estos convenios, genética de punta e investigaciones creadas a través del ingenio uruguayo para productores uruguayos y con sus razas ovinas bien adaptadas, se está llegando a más de 100 productores. “Por el esquema de funcionamiento se autoreproducen, porque esos productores comparten esa genética con otros y a su vez, están integrados en algunos casos, con ventas de negocios de cordero pesado o ventas de lana, donde reciben un premio por el diámetro de la fibra”, sostiene Montossi.