Nuevos aditivos y materias primas irrumpen en el mercado de la nutrición animal
Redacción oviespana.com08/11/2011
Reducir la dependencia del exterior y evitar los problemas derivados de las fluctuaciones de los precios de las materias primas son dos de los principales factores que han impulsado la investigación sobre nuevos ingredientes en el sector de la alimentación animal.
Los fabricantes de alimentos compuestos aseguran que la crisis económica y ganadera no ha supuesto un freno a las inversiones dirigidas a la investigación y que, de hecho, el objetivo de reducir los costes de producción parar mejorar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas ha abierto el escenario de materias primas dedicadas a la alimentación de los animales.
En este sentido, destacan que en los últimos años el sector fabricante ha promovido y liderado muchos proyectos para identificar o crear más conocimiento aplicado a las nuevas materias primas o coproductos de la industria alimentaria.
En el caso de pequeños rumiantes como el ovino y el caprino, existen actualmente varios estudios sobre el uso de subproductos agroindustriales para su alimentación. Es el caso del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), que analiza subproductos de platanera y de agroindustrias como las cerveceras o las harineras y su incorporación en los piensos.
Según el investigador Sergio Álvarez, ahora se estudia cuál es la mejor manera de utilizarlos e incorporarlos a las dietas de este tipo de ganado, para posteriormente ver su influencia en la producción, la fabricación y la tecnología, así como en la calidad de la leche y los quesos.
Álvarez ha destacado que el objetivo de incorporar estos subproductos, que se introducen hasta un máximo de un 35% o un 40% en los piensos, es abaratar los costes de la alimentación y reutilizar los residuos que se generan en otras actividades. En la fabricación de los piensos, el 95% es la suma de cereales (que se introducen entre un 40% y un 70%) y subproductos industriales (salvados de trigo, pulpa de remolacha y harinas de extracción de semillas oleaginosas, entre un 20% y un 40%). El 5% restante corresponde a minerales (sal, carbonato cálcico, fosfatos minerales), microminerales, vitaminas y aditivos.