La OIE firma un acuerdo para el mantenimiento del pastoralismo en el Sahel
Bernard Vallat, director general de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE); y Djimé Adoum, secretario ejecutivo del Comité Interestatal Permanente de Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS), firmaron en la sede de la OIE en París un acuerdo oficial de colaboración entre sus dos instituciones destinado a coordinar las actividades del componente Sanidad Animal del Proyecto Regional de Apoyo al Pastoralismo en el Sahel (PRAPS), financiado por el Banco Mundial, cuyo objetivo es asegurar la forma de vida y los medios de producción de los cerca de dos millones de pastores que viven de la producción pastoral en esta región.
El pastoralismo, en cualquiera de sus dos principales formas, que son la trashumancia y el nomadismo, es una forma de vida todavía muy habitual en zonas áridas y semi-áridas, que consiste en la cría de rumiantes y acaso alguna otra actividad rural. Gracias a su particular gestión del espacio y del tiempo, que se basa en la movilidad y en la aplicación de conocimientos ancestrales, las comunidades pastorales han logrado sacar partido de los recursos naturales de inmensos espacios prácticamente desérticos y muy poco propicios para el desarrollo de la agricultura, y en ellos han creado y preservado un potencial económico y un sistema ecológico y social únicos en su género.
De hecho, en ciertas regiones subsaharianas muy áridas, el pastoralismo sigue siendo la única opción de desarrollo económicamente viable, y permite la ocupación deseable y necesaria del territorio y su valorización económica. Para estas poblaciones, el control duradero de las enfermedades infecciosas resulta fundamental, no solo para reducir los riesgos sanitarios y asegurar el capital que supone el ganado, sino también para garantizar la comercialización de animales y productos de origen animal.