Salvar el pastoreo para garantizar la ganadería extensiva
EL COMERCIO DIGITAL. Dicen que en las majadas de los Picos de Europa queda la última generación de pastores. Cuentan que no hay relevo, que los jóvenes buscan otra vida y la producción del queso Gamonéu se extinguirá.
Pero no tiene por qué ser así. Hace ahora tres años el Consorcio para el Desarrollo Rural del Oriente de Asturias puso en marcha un curso de iniciación al pastoreo dentro de lo que se pretende una Escuela de Pastores. Si bien aquel primer verano los aspirantes a pastores no fueron muchos, con el tiempo la iniciativa ha ido cogiendo fuerza. Tanto que para las cuatro plazas de este año había 32 personas. Al final los elegidos fueron César Martín Morán, de Caso y de 31 años; Luís Ángel Alonso, del pueblo cangués de Perlleces y con 17 años; Francisco López, un toledano de 20 años, y la única chica de la Escuela, una holandesa residente en Sagunto de 35 años, Cristina Kleinagris.
César se apuntó al curso porque «el pastoreo está desapareciendo». De hecho su abuela «hacía manteca y queso» y ninguno de sus familiares sabe hacerlo ahora. Su intención es aprender «y poder dedicarme a ello» aunque no sabe si en los Picos de Europa o en su concejo. Luís Ángel también ahonda sus raíces en el pastoreo. «Cuando era pequeño en mi casa tenían vacas», dice. Más tarde las vendieron y se dedicó a la construcción. Lo dejó. Ahora ayuda a un amigo suyo con una ganadería de leche y este verano probará como alumno de pastor para «aprender y poder dedicarme a esto». Su objetivo final: «Montar una quesería». Cristina tampoco es nueva en este mundo rural. En Sagunto trabaja con «cabras y ovejas, pero de carne», aclara. Se apuntó al curso «por lo atractivo de las prácticas, por los conocimientos que adquieres», destaca. Ella creció en una granja, «ya tengo experiencia aunque no con el manejo en las majadas, será distinto», prevé. Ella no sabe si en Valencia sería viable, «por la carencia de agua», una quesería, pero se dedicará a esto. Francisco se incorporará al curso en unos días.
Ayer comenzaban sus clases teóricas en Bobia de Abajo, en Onís. Los muchachos recibían sus primeras lecciones después de que el director del curso, Fernando García Dory, el presidente del Consorcio, José Antonio González, y el gerente del Leader Plus, Máximo González, presentaran este nuevo curso académico. José Antonio González apostó por la continuidad de esta Escuela que, pese a contar con un presupuesto inferior al de 2008 (35.000 euros) «las administraciones tienen intención de continuar», dijo.
Lo hacen porque ya ha dado sus primeros frutos. Uno de los alumnos del año pasado, Andrés Sánchez, de 19 años y vecino de Beceña, se incorpora en esta edición como pastor tutor. Él guiará en junio, julio, agosto y septiembre a los alumnos de su majada para enseñarles el oficio práctico de pastor.
