Equiplast y Expoquimia transcurren con placidez

El sector de los plásticos fue, una vez más, fiel a su cita trienal y se encontró mayoritariamente representado en los dos recintos de Feria de Barcelona. Los expositores y los visitantes, muy profesionales, eran perfectamente conscientes de los retos planteados, pero también se mostraron bastante optimistas, al menos en cuanto al inmediato futuro.

La cita trienal del sector español de los plásticos en Expoquimia, Equiplast y Eurosurfas se saldó, esta vez, con un balance mucho más positivo que en las dos ediciones anteriores. Por un lado, las expectativas de negocio en el futuro inmediato eran mucho más favorables, lo cual evitó crispaciones, y, por otro, la infraestructura ferial permitía mayores comodidades para expositores y visitantes. La existencia de dos recintos feriales separados no acaba de convencer pero se ve como un mal inevitable ante el elevado tamaño que ha alcanzado la feria.

Se calcula que las tres ferias fueron visitadas por más de 60.000 visitantes, según los datos facilitados por Feria de Barcelona. En total estaban presentes unos 1.000 expositores, entre directos e indirectos. Expoquimia, dedicada fundamentalmente a la industria química, y Eurosurfas, al tratamiento de superficies, estaban situadas en Montjuïc-1, el tradicional recinto de plaza España. Equiplast, en cambio, se encontraba en el nuevo recinto Montjuïc-2, distante unos 3,5 km de Montjuïc-1.

El comité organizador de Equiplast no había visto con agrado la idea de la separación de recintos, sobre todo porque era la primera vez que se celebraban tres salones en paralelo en los dos recintos. Sin embargo, ante la evidencia de que no había suficiente espacio en Montjuïc-1 para las tres ferias, se cedió, apoyado por el hecho de que el recinto Montjuïc-2 contaba con moderna infraestructura para ubicar maquinaria y un amplio aparcamiento y por el compromiso de la organización de que habría un servicio de autobuses permanente y gratuito que uniría los dos recintos.

Experiencia positiva

La experiencia de los dos recintos, a tenor de los comentarios suscitados durante la feria, ha sido bastante positiva. De entrada, lo que más sorprendía cuando se estaba en Equiplast es que el recinto no olía a plástico, pese a que habían muchas inyectoras y sopladoras funcionando. Era la prueba clara de que existía un eficiente sistema de ventilación.

La organización general de Equiplast y la disposición de los espacios ya no contaba, sin embargo, con el apoyo unánime de todos. Equiplast se dividía en cuatro grandes recintos, aparte del centro de convenciones donde se celebró primero el congreso ibérico de los plásticos y después las jornadas técnicas de producción. El primer recinto era un inmenso hall de entrada, que había de recorrerse siempre porque era el único método de acceso. En este hall había el sistema de acreditaciones, stands de asociaciones y de revistas técnicas, entre ellos el de Plastic Comunicación, que edita esta revista.

Entrada única

Al final del hall se iniciaba otro recinto que hacía de distribuidor de los dos grandes recintos de Equiplast y donde se ubicaban los stands de maquinaria. Este distribuidor se aprovechó, con acierto, para concentrar la mayoría de la oferta de fabricantes y suministradores de moldes, bajo el paraguas de la asociación Ascamm. También se había de pasar obligatoriamente por este distribuidor y entonces se podía ir o al recinto principal o tirar hacia atrás para acceder a un segundo recinto donde había una nutrida representación de expositores italianos y de otras nacionalidades. La superficie del recinto principal era, de todas formas, el doble que el de los otros tres mencionados.

Figura 1 Los expositores de Equiplast han dado un aprobado con nota a Equiplast, según se desprende de una encuesta rápida realizada por Plastic Comunicación a última hora del sábado, en el momento del cierre del salón. Se repartieron cuestionarios, siendo finalmente recogidos 39 correctamente cumplimentados.

El resultado más destacable es la cantidad y, especialmente, la calidad de los visitantes, que son evaluados con un 7,6 y un 8,1, respectivamente. Por el otro extremo, el montaje y los servicios son suspendidos, destacando el número de expositores que otorgan notas mínimas a estos conceptos.

Los expositores han manifestado que los resultados del salón han superado levemente las expectativas, al atribuir conjuntamente un valor 6 a esta pregunta.

Estos resultados parecen confirmar el acierto de haber procedido a la separación física entre Expoquimia/Eurosurfas y Equiplast lo que, debido a la distancia, habría "cribado" los visitantes poco interesantes desde el punto de vista comercial, sin merma de la cantidad de personas que pueden ser adecuadamente atendidas. Finalmente, los expositores consideran que, desde el punto de vista de las ventas, el sector se encuentra en un momento razonablemente bueno, que califican con un 6,0.

Una crítica hecha por muchos asistentes, sobre todo por los expositores que estaban al fondo del recinto principal, es que sólo estaba abierta una puerta de entrada y salida, lo que obligaba a dar toda la vuelta para salir. Esto se hizo, según la organización, para facilitar el control de visitantes y maquinaria expuesta. La paradoja es que se podía tener el coche aparcado a 20 m y tener que recorrer 600 m para llegar hasta el mismo.

Barrera psicológica

El mayor inconveniente de Montjuïc-2 era, con todo, de tipo psicológico. Pese a que los autobuses iban de un recinto a otro en apenas 10 minutos y funcionaban razonablemente bien, hubo muchos visitantes y expositores que estuvieron sólo en un recinto. Lo normal era que se dedicara una jornada a ver lo expuesto en un recinto y otra jornada al otro. Si sólo se iba un día, el riesgo de no tener tiempo para ver el otro recinto era considerable y la circunstancia de no poder ir a pie lo acrecentaba. Así, muchos visitantes fueron sólo a Montjuïc-1 y cuando se dieron cuenta que Equiplast estaba en el otro recinto ya era hora de irse. A la inversa, a muchos interesados en Equiplast les faltó tiempo para ir a Montjuïc-1 y la separación física contribuyó a ello.

Cordialidad extrema

Por lo demás, el clima que reinaba en las tres ferias era de gran cordialidad. No había ningún agobio, se podía transitar muy bien por los pasillos y el público era casi exclusivamente profesional. El ambiente era tan agradable que casi no se tenía sensación de estar en una feria, sobre todo en lo referente a Expoquimia: el afán de la industria química por aparecer impoluta hace que en sus stands predominen fotografías de la naturaleza y la mayoría del espacio esté ocupado por mesas y sillas para conversar tranquilamente como si se estuviera en un café. En Equiplast, el ambiente no era muy distinto pero al menos se tenía el referente de una máquina cercana y las omnipresentes sopladoras que se elevaban majestuosamente hacia las alturas.

Coyuntura favorable para la transformación

La situación del mercado para la mayoría de las empresas es complicada, con márgenes cada vez más reducidos y aumento de la competencia, interna y externa. Sin embargo, la conyuntura de la pasada edición era tan mala que, por comparación, la de este año es buena. A esto contribuye que, en las ferias, todo el mundo procura enseñar su lado más favorable.

En la transacción que supone toda feria, los transformadores eran los más beneficiados. Desde hace ya bastantes meses, no tienen problemas de suministro de materia prima y el precio se mantiene bastante estable y a un nivel que se puede considerar razonable para fabricantes y transformadores, si bien es lógico que los primeros lo encuentren bajo y los segundos alto. En cualquier caso, los transformadores que ahora quedan con la crisis pasada tienen suficientes pedidos para mantener ocupadas sus empresas. Las previsiones apuntan a que el nivel "razonable" de pedidos se mantendrá en los próximos meses, tanto de materia prima como de producto transformado, con lo que hay tranquilidad por esta parte.

Presión a la baja de los precios de las máquinas

Del lado de fabricantes de maquinaria y transformadores, la relación no está tan equilibrada. La presión de los transformadores por adquirir maquinaria compacta, versátil, automatizada, estándar y a bajo precio es muy fuerte en casi todos los segmentos de actividad del sector de los plásticos. Los fabricantes ya llevan algún tiempo respondiendo a este desafío y la oferta presente en Equiplast demuestra este esfuerzo. Pero Equiplast también dejó claro que los usuarios de las máquinas están dispuestos a exigir más de los fabricantes: la prueba es que, en la negociación, los precios de las máquinas iban a la baja.

Figura 2 La presencia del Centro Español de Plásticos (CEP) en Equiplast destacó especialmente en la organización de las jornadas técnicas sobre producción y control en la industria de plásticos, que tuvieron como objetivo el facilitar información actualizada sobre las principales novedades técnicas y las soluciones ofrecidas en Equiplast. Las ponencias estaban agrupadas por temáticas y en tres grupos, ocupando sólo media jornada de los días 23 y 24 de octubre para permitir la simultaneidad de visita a la feria. Un total de 70 técnicos asistieron a las jornadas.

Tanto es así que muchos transformadores se han planteado renovar su maquinaria porque su amortización es mucho más rápida de lo que se pensaban y siempre se logra una mejora del producto y un ahorro de los costes de fabricación. No es extraño que, en esta coyuntura, al final resultara explicable la ausencia de Equiplast de uno de los principales fabricantes españoles de grandes máquinas de transformación de plásticos.

Lluís Alonso