Granvia L’Hospitalet: una transformación constante

Uno de los objetivos marcados por el nuevo Plan L’H 2010 fue el de cambiar radicalmente la imagen de L’Hospitalet, una imagen estereotipada como ciudad de aluvión inmigratorio con falta de infraestructuras y periférica. El Plan cohesiona intervenciones de mejora urbanística y socioeconómica en consonancia con las funciones, los usos y las calidades propias de la centralidad urbana de L’Hospitalet. Uno de los objetivos estructurales fue revalorar las expectativas de desarrollo estratégico del eje de la Granvia y de los territorios adyacentes y plantear la transformación radical, hoy ya conseguida y operativa en un primer tramo de 1,7 kilómetros de longitud como eje articulador del distrito económico.

La vecindad con Barcelona, la proximidad al puerto y al aeropuerto, la inclusión en el anillo de las rondas y el pertenecer a la red viaria y de transporte colectivo del conglomerado edificado en la parte central del área metropolitana son factores que han repercutido en buena parte de las características de L’Hospitalet.

El Distrito Económico Granvia L’Hospitalet agrupa a un conjunto de actuaciones urbanísticas localizadas en el entorno de la avenida de la Granvia. Tiene una superficie de 415 hectáreas y un potencial de 2,2 millones de metros cuadrados de techo.

El distrito VII de la ciudad hospitalense se ha convertido en uno de los receptores de inversión en actuaciones urbanísticas y actividades económicas más importantes de Catalunya, lugar que comparte con el distrito financiero 22@ de la Ciudad Condal.

El número de puestos de trabajo localizados y por localizar puede llegar a unos 46.000, mayoritariamente del sector terciario, siendo tres los motores del distrito: la actuación de la Plaza de Europa, la ampliación de Fira de Barcelona, y en un futuro muy próximo, el BioPol de L’Hospitalet.

La Plaza Europa, es una operación urbanística e inmobiliaria de escala metropolitana situada entorno a la intersección de la nueva Granvia, la calle Amadeu Torner y la Avenida Joan Carles I, y ha sido definida como el centro neurálgico del Distrito Económico. La actuación abarca 419.517 metros cuadrados de suelo con una edificabilidad de 364.495 metros. La solución urbana de la Plaza Europa es indisociable de la intervención sobre el primer tramo de la Granvia, hasta el punto que el Consorci ha sido el encargado de llevar a cabo la gestión y ejecución. Urbanísticamente la plaza nace por la voluntad de reconvertir un conjunto de instalaciones y terrenos con usos marginales, muchos de ellos ligados al anterior carácter infraestructural de la Granvia o a implantaciones subindustriales. La ordenación de la Plaza Europa es obra de los arquitectos Albert y David Viaplana, que han diseñado un tejido edificado de marcado carácter urbano y con una combinación de diferentes construcciones con usos variados (viviendas, oficinas, hoteles, servicios, equipamientos, etc.), grandes espacios públicos para zonas verdes y vialidad, transporte público y con una excelente accesibilidad.

El segundo de los grandes motores del distrito es Fira de Barcelona, una de las instituciones más importantes de Catalunya, tanto por sus efectos directos como por los inducidos en las economía del país.

La ampliación del recinto ferial Granvia L’Hospitalet que lleva a cabo Fira 2000, en desarrollo del Plan Estratégico de Fira de Barcelona 2006-2015 y según el proyecto del arquitecto japonés Toyo Ito, tiene prevista su finalización el próximo año 2009. El recinto se convertirá, con una superficie total construida de 240.000 metros cuadrados de exposición, en la segunda feria más grande de Europa, solo por detrás de Milán.

Finalmente, y como tercer proyecto destacado, aparece en el horizonte BioPol L’H. El Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital Duran i Reynals genera una sinergia especializada para sustentar un clúster en el campo de la salud, hecho que el Distrito Económico ha de aprovechar y potenciar. La actuación del BioPol L’H se integra en los objetivos que impulsa la Fundación BioRegión de Catalunya y, urbanísticamente, está enmarcada en la futura transformación del segundo tramo de la Granvia. La idea es ofrecer un espacio óptimo para la concentración y creación de instalaciones públicas y privadas que acojan actividades biomédicas, farmacéuticas y biotecnológicas, tanto vinculadas a los hospitales y a la universidad como a empresas del sector sanitario. En los últimos meses se ha estado trabajando en la definición de los programas funcionales, técnicos y científicos del BioPol L’H, así como en el estudio y la formulación de las figuras de planteamiento urbanístico y los proyectos que han de permitir su próxima realización.

La estratégica ubicación geográfica de esta zona ha sido en los últimos años uno de los principales atractivos para el establecimiento de actividades económicas y empresas tan importantes como la Fira-Montjuïc 2, el Hotel Capital, la aseguradora Grupo Vitalicio, la compañía de capital alemana Grohe, la planta de logística de Samsung o la productora audiovisual Filmax, por citar algunas.

Otros servicios, equipamientos públicos y compañías internacionales han decidido establecerse también en el Distrito VII. Es el caso de Ikea, Carrefour o el centro de negocios ‘City Metropolitana’ impulsado por el Consorci de la Zona Franca y proyectado por el arquitecto Jean Nouvel.

Todo ello, es una garantía obvia del potencial que en un futuro próximo ganará este área de la ciudad, una zona que ya se identifica con el nombre de Granvia L'H i con una imagen diseñada por Xavier Mariscal.

Mariscal pone cara a Granvia L’H

El responsable de dar forma a la identidad ha sido el diseñador Xavier Mariscal, quien a parte de definir el logotipo, ha establecido un plan de comunicación con intervenciones específicas para posicionar la marca. El objetivo ha sido crear una identidad visual dinámica, versátil, y sobre todo, identificable y retenible.

El logotipo lo componen la palabra Granvia y la marca L'H, que según Mariscal es uno de los grandes logros de L'Hospitalet. El diseño a partir de la tipografía Helvética Neue combina grafías de cajas altas y bajas, con la idea de reforzar la mezcla de actividades económicas que esconde este nuevo distrito.

La flexibilidad de la marca para adaptarse a múltiples aplicaciones también pasa por aceptar diferentes posibilidades de color. Colores vivos, fuertes y contundentes que siempre se relacionan con el concepto urbano y que aportan contraste.