El tomate impulsa la economía alicantina

Un estudio llevado a cabo por la consultora Oriol Expansión resalta el tomate como el producto impulso del sector hortofrutícola alicantino.

El sector hortícola de la provincia de Alicante es uno de los más importantes del sector agroalimentario valenciano. Se trata de un subsector productivo de carácter familiar, con una orientación comercial claramente marcada por el capítulo de la exportación, y que se asienta en base al trabajo de un colectivo de profesionales especializados en la producción de productos hortofrutícolas de gran calidad, según desvela un estudio de la empresa consultora Oriol Expansión.

La horticultura en la provincia de Alicante goza de una excelente calidad, como consecuencia del gran nivel de profesionalidad que tienen los productores de este subsector, que han sido de los primeros en aplicar nuevas tecnologías en sus producciones.

A pesar de que, el modelo hortícola es como anteriormente se ha apuntado tiene una estructura familiar, posee una amplia diversidad de producciones que han encontrado en comarcas como la Vega Baja del Segura, El Campo de Elche o la Comarca Central de Alicante, sus centros de producción. Los analistas descubren en el citado estudio que, “la estructura hortícola se desglosa en tres tipos de explotaciones (pequeñas, medianas y latifundios), que se localizan en el centro y sur de esta provincia mediterránea.

El 60% de las estructuras de producción son familiares, un 15% corresponde a explotaciones con una dimensión mediana, y el 25% restante son grandes explotaciones o latifundios, que son normalmente propiedad de grandes empresas, con avanzada tecnología que producen cultivos con alto rendimiento y una alta calidad. Características

El modelo de horticultura que se está realizando en Alicante se asienta en base a fuertes inversiones económicas, que han llevado a cabo tanto los agricultores individuales como las cooperativas o empresas privadas, que han conducido a que algunos monocultivos, como es el caso del tomate, en “zonas como San Juan y Muchamiel formen parte de una fuerte industria, que genera un volumen importante de puestos de trabajo”, según indica el citado informe. En el campo alicantino, predominan cuatro tipos de operadores comerciales que se pueden describir de la siguiente manera.

“En un primer apartado, se encuentra la sociedad cooperativa que está compuesta por agricultores con unos niveles de producción medianos, y que tienen que desarrollar una mayor internacionalización en los mercados exteriores unido a establecer más programaciones con las cadenas de supermercados y llevar a cabo sus ventas con precios cerrados”, indican los técnicos de Oriol Expansión.

En un segundo apartado, se encuentran las sociedades agrarias de transformación que también están formadas por agricultores, y cuyo principal reto es mejorar la dirección de esta entidades y sus áreas gerenciales, para obtener mayores beneficios. Seguidamente, están los pequeños almacenistas que son muy importantes en comarcas como la Vega Baja del Segura y el Campo de Elche, siendo su principal asignatura pendiente en este momento, afrontar de forma seria procesos de trazabilidad y certificación de la calidad en sus empresas, a lo que hay que añadir un mayor nivel de penetración en los mercados internacionales, ya que actualmente operan mayormente en el mercado nacional”, avanza este diagnóstico sobre este sector agrícola.

Ya en cuarto lugar, aparece la figura de las grandes empresas productoras y exportadoras, que se encuentran localizadas en torno a monocultivos como el tomate, la lechuga o alcachofa, y que tienen estructuras de producción de alta tecnología, y su única asignatura es diversificar sus mercados de destino y enfocar más sus canales de comercialización hacia otros mercados como Estados Unidos.

Líneas maestras de futuro Oriol Expansión cree que la horticultura en una provincia como Alicante tiene un porvenir muy exitoso que se puede desglosar en los siguientes puntos: Se debe continuar en la línea de modernización de las estructuras productivas y apostando por infraestructuras de riego localizado, que permitan economizar en recursos económicos, y avanzar en cuanto a la renta de los productores.

Hay que desarrollar políticas más activas en cuanto a marketing y promoción del producto, para que los consumidores demanden los productos alicantinos, y no se lleven a sus casas frutas y verduras de países competidores. Es necesario profesionalizar mucho más los mandos intermedios en las empresas hortícolas, optimizar la dirección de éstas y poner en las áreas de dirección a personal cualificado y con conocimientos sólidos del sector, para evitar problemas que puedan aparecer posteriormente.

La consolidación de aspectos como la seguridad alimentaría en las empresas, la prevención de riesgos laborales por parte de los trabajadores en las explotaciones unido a la creación de una cultura de la calidad en las propias empresas, se perfilan como líneas maestras que se deben seguir para poder afrontar el futuro con rentabilidad y dinamismo.

Un aspecto muy importante es que los agricultores necesitan tener vendido lo que producen, y las empresas deben acostumbrarse a vender con precios cerrados marcando el precio en origen, ya que si se mantienen precios en consignación se puede caer en recortes de precios que produzcan graves problemas económicos para los socios de las empresas, y en el caso de las cooperativas, repercute directamente en los precios que se liquidan a los agricultores.

La búsqueda de nuevas variedades que estén más demandadas por los mismos consumidores unido a la introducción de nuevas tecnologías en las infraestructuras hídricas, son dos de los retos más importantes a los que urge hacer frente rápidamente.

Para mayor información, consultar la web: http://www.gva.es