... Frente a Fast Food
3 de mayo de 2000
Vale la pena, pasados unos cuantos meses del inicio del año y ya instalados todos en la normalidad y ritmo habituales, releer el editorial de Cynthia Greenleaf del número de enero 2000 de American Vegetable Grower. 'Al menos, un antídoto para la realidad frenética y enloquecida de la existencia moderna'. O eso es lo que espera el movimiento 'Slow Food', al frente de una revolución inusual que ha llamado la atención de los principales medios, del Time y Newsweek al Washington Post y Los Angeles Times.
El postulado de Slow Food es tan simple que es difícil argüir contra él. Que nos desaceleremos y tomemos el tiempo para disfrutar de la buena comida y de los placeres simples de la vida.
En palabras de Cynthia, 'adecuadamente simbolizado por una serpiente', este movimiento global en ascenso de gourmets trata de reducir el stress innecesario y de restaurar algo del antiguo modo de disfrutar nuestras vidas.
Con unos 60.000 miembros a nivel mundial, la organización Slow Food fue fundada oficialmente en 1986 por el periodista italiano Carlo Petrini, a continuación de una exitosa batalla para impedir el establecimiento de McDonald´s en las plazas del centro histórico de Roma.
La filosofía de Slow Food sugiere una alternativa al 'fast food'; según manifiestan en su página web, www.slow-food.com, 'somos esclavos de la velocidad y todos hemos sucumbido a un insidioso virus: la vida rápida'. Cynthia cita aún escritor y poeta Guillaume Apollinaire: 'De vez en cuando es bueno parar en nuestra búsqueda de la felicidad y, simplemente, ser felices'.