Entrevista a Juan Antonio Casla, presidente de La Comunidad Verde
Juan Antonio Casla es el presidente de La Comunidad Verde, una organización que se ha propuesto dos objetivos principales: un sector verde más unido y fuerte y que la sociedad española aprecie por fin al sector verde como se merece, dada su importancia para el bienestar de las personas. “Creemos que además de traer todos los beneficios que para las personas puede significar el fomento de la jardinería pública y privada, puede traducirse también en un importante impulso para el consumo y el crecimiento en el sector, como se aprecia en los países del entorno europeo”, explica. Casla habla de la importancia de una sociedad comprometida con sus causas y por ello la asociación planteará un gran pacto por el jardín que implique a las autoridades y grupos políticos en la recuperación de la inversión en la creación y mantenimiento de zonas verdes.
¿Cuál es la situación actual del sector?
El mercado sigue estando muy inestable. Es evidente que la bajada permanente de los últimos años parece haberse detenido, pero no hay un repunte claro. Las exportaciones han aumentado levemente pero sin embargo las familias de productos principales han descendido. Las inversiones públicas siguen básicamente paralizadas y el mercado particular ha repuntado un poco, pero con menos interlocutores, por lo que es probable que la cifra global de consumo se haya mantenido. Nuestra recuperación no será definitiva hasta que no recuperemos el IVA del 10% que teníamos.
Decían durante la jornada PARK(ing) Day, que celebraron recientemente, que “hay ganas de más verde en las ciudades”. Los ciudadanos, seguro, pero ¿y las administraciones? ¿Por qué no hay más?
La inversión pública está paralizada y el planeamiento urbanístico sigue penalizando al 'verde'. Yo personalmente creo que en entornos urbanos debemos recurrir a modelos ya testados en los que la edificabilidad se concentra en altura liberando mayor espacio de suelo para áreas verdes. Son modelos de ciudad más sostenibles y eficientes.
Ciudades como Hamburgo gozan de grandes zonas verdes. Destaque algunas ciudades en nuestro país y fuera de él que sean un ejemplo en ese sentido.
En nuestro país, Vitoria. Han creado un modelo de ciudad verde que demuestra que la inversión realizada merece la pena y tiene retorno. Fuera de España yo destacaría Berlín.
¿Qué aportan las zonas verdes a los ciudadanos?
Beneficios, el balance es siempre positivo. Son muchos más de los que, en general, se aprecian. Y se pueden medir y traducir en beneficio económico, que es lo que parece que todo el mundo entiende mejor. Una importante organización francesa, Val’hor, que es la interprofesional que reúne a la gran mayoría de las asociaciones y organizaciones del sector en el país galo, nos ha cedido un estudio que ha realizado y que es una recopilación y resumen de diferentes estudios y literatura científica sobre los beneficios de la vegetación urbana.
¿Cuáles son las conclusiones de ese estudio?
Entre otras cosas, habla de beneficios para la salud que se reflejan hasta en la reducción de niveles de obesidad en aquella población que tiene más áreas verdes disponibles o que se aprecian en jardines terapéuticos hechos para curar enfermedades específicas; de los ahorros en energía gracias a la regulación térmica que aportan; de protección del suelo y la biodiversidad; de la revalorización de los inmuebles que están cerca de un parque o jardín, y hasta de los beneficios para la economía que aporta el atractivo turístico de una zona con áreas verdes atractivas. En los tiempos convulsos que vivimos, los parques y jardines ayudan a la cohesión y la paz social, que no es poco.
Durante el PARK(ing) Day se analizaron en una mesa redonda diferentes aspectos, y una de sus conclusiones fue que “se hace cada vez más necesario potenciar la promoción del sector y divulgar los beneficios reales de las áreas verdes con el aval de los estudios científicos”. ¿Por qué? Explíquelo, por favor.
Porque asistimos a debates sobre los costes de muchos servicios sociales, sobre el gasto que se hace en energía o sobre la huella de carbono, cuando potenciando las áreas verdes, la jardinería, podrían reducirse muchos de esos costes. El verde es saludable y los ciudadanos que viven rodeados de zonas verdes se enferman menos, se recuperan mejor y gastan menos medicinas. Las ciudades con más verde también tienen mejor regulación térmica (ahorro de energía) y absorben más carbono. Por eso creemos que es necesario concienciar de verdad a la sociedad y a sus responsables para que puedan apreciar estas ventajas reales. Apoyarnos en este tipo de estudios y evidencias científicas nos darán el respaldo para lanzar un mensaje con suficiente fuerza.
La competencia desleal es uno de los grandes problemas del sector. Desde jardineros sin cualificación hasta venta de maquinaria o fitosanitarios que no cumplen las normativas… ¿Cuál es la situación? ¿Cómo se puede combatir esta lacra para el sector?
Hace unos días las grandes empresas enviaron un comunicado al Gobierno alertándole del aumento del empleo sumergido y de la necesidad de aumentar las inspecciones laborales. Nuestro sector puede que sea el más afectado por esto. No sólo daña a las empresas que actúan legalmente, sino que además devalúa la calidad y especialización del sector. Sólo se puede erradicar con inspección y multas. Seguiremos llamando a las puertas de las instituciones públicas para que actúen con firmeza
¿Se tiene en cuenta el punto de vista del profesional de la jardinería o paisajismo a la hora de diseñar los proyectos urbanísticos?
Desgraciadamente muy poco. Uno de nuestros cometidos será la divulgación de unas buenas prácticas en este sentido tanto en las administraciones públicas como en los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros. El paisajista es actualmente el único profesional que tiene la preparación necesaria para participar en estos proyectos.
Dicen que el paisajista no se considera reconocido en España. ¿Cómo es en otros países la percepción del profesional del paisajismo y la jardinería?
El primer problema que tiene España es la poca conciencia que hay en la necesidad de pagar unos honorarios profesionales, y en valorar su cuantía, no como un gasto inútil, sino como una inversión necesaria para conseguir un producto final de calidad. En los países desarrollados la cultura verde es sinónimo de calidad de vida y bienestar, y el ciudadano tiene criterio y exige de las administraciones públicas y de las empresas producto de calidad, bien diseñado y con gran valor estético y funcional. Otro de nuestros objetivos será la concienciación y formación del ciudadano para que conozca y exija.
También España, en comparación a otros países europeos, ha comenzado a regular el tratamiento fitosanitario de áreas verdes tarde. Háblenos de la normativa.
En España hemos llegado tarde y podría decirse que con cierta prisa, porque algunos puntos de la nueva regulación han quedado poco claros o son poco operativos, según afirman muchos sectores profesionales afectados. El Real Decreto 1311/2012, sobre el uso sostenible de los productos fitosanitarios se aprueba hace dos años, como transposición de la normativa europea aprobada mucho antes, y apenas va a estar totalmente en vigor cuando Europa ya está anunciando un nuevo cambio.
En la jornada también se habló de nuevas oportunidades como las que dan los jardines verticales y cubiertas verdes…
Sí, no sólo residen sus beneficios en el aumento de masa vegetal, que ya de por sí crea entornos más habitables, sino que además tiene enormes ventajas funcionales en ahorros energéticos. Los sistemas de hoy están totalmente testados y deberían de aplicarse con mucha más asiduidad.
Huertos urbanos. Parece otra de las modas o tendencias que también pueden beneficiar al sector…
Sin duda. Es otro ejemplo más de cómo la cultura verde va ligada al desarrollo económico y cultural de una sociedad. El huerto urbano aumenta la concienciación del ciudadano en todos los temas relacionados con ecología y sostenibilidad.
Si bien en el ámbito doméstico, cuando la crisis aprieta en el hogar lo primero que se abandona es el cuidado del jardín, en el ámbito institucional, los ayuntamientos hacen lo mínimo por mantener la jardinería pública… ¿Podemos decir que hay una especie de crisis en los jardines, que están desatendidos? ¿No se tiene suficientemente en cuenta su importancia?
Es fundamental concienciar a la población de la enorme importancia que la jardinería tanto pública como privada tiene en su calidad de vida y en la de las generaciones futuras. Si la ciudadanía estuviera más sensibilizada y la presión mediática fuera mayor, ya se habrían cuidado mucho las Administraciones públicas de no reducir el gasto en jardinería al nivel al que lo han hecho
Ante este panorama, ¿la exportación ha sido la salida de muchas empresas como viveros con certificaciones de calidad?
Fepex lanzó a comienzos de este año el sistema PPQS, Plant Production Quality System, que garantiza unas buenas prácticas en la producción y, entre otras ventajas, se ha podido apreciar cómo está siendo una herramienta fundamental en la exportación. Es un protocolo de producción de buenas prácticas agrarias para dar respuesta a las preocupaciones de los consumidores relacionadas con la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente, la trazabilidad, la calidad del producto y la protección de la salud y seguridad en el trabajo. En Europa se valora la calidad, y certificarla garantiza mejores resultados en las exportaciones. Si el mercado interior baja, evidentemente una salida es la exportación, pero para poder entrar en mercados exigentes es necesario acudir con una calidad garantizada.
Ustedes que aglutinan las principales asociaciones del sector, ¿cómo creen que se promociona o fomenta la cultura verde? La Comunidad Verde se ha constituido como Federación en Iberflora. Háblenos de ello.
No es fácil, no hay una fórmula. Las asociaciones del sector llevan muchos años trabajando en este sentido y ahora esperamos que la unión para este objetivo común nos acerque más a una cultura verde real en España. La unión hace la fuerza y en un sector tan atomizado y desconectado como es el nuestro, con mayor razón era necesario conectar a los principales actores del sector. Hemos comenzado con un grupo destacado que representa a fabricantes y productores de plantas, árboles, maquinaria, sustratos, fitosanitarios o productos para el cuidado de parques y jardines; a la distribución; las empresas de servicios de jardinería y a varios sectores profesionales, desde los greenkeepers a la arboricultura. Ahora buscamos que más asociaciones, empresas, y organizaciones se unan para conseguir entre todos una sociedad más 'verde'.
