La magia del gen Booroola
La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino amplía su trabajo en mejora genética, con el objetivo de aumentar la tasa reproductiva de la población seleccionando los animales para genes específicos que aumentan la prolificidad, en particular, el gen denominado Fecundity Booroola (FecB). Descubierto en un primer momento en Australia, en España se está desarrollando gracias a la labor de la asociación junto con el Laboratorio de Diagnóstico Genético Veterinario del Grupo de Investigación Meragem, perteneciente al Departamento de Genética de la Universidad de Córdoba y, las ganaderías de los asociados Fernando Fernández García y Sebastián Martín de Tena.
Por todo ello, la asociación está en situación de poner a disposición del resto del sector, a través de las subastas oficiales de ganado selecto, la genética conseguida en todos sus campos de selección, con la garantía genealógica que ofrecen los genotipados de filiación.
Por otra parte, dentro del Programa Nacional de Selección Genética para la Resistencia a las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles en Ovino, ha realizado un intenso trabajo durante los últimos años, analizado un total de 280.866 animales hasta la fecha, obteniendo en el histórico interanual un porcentaje del 30% de animales R1. Destaca la media del año 2019, en la que se obtuvo un 66% de animales R1.
“La asociación tiene un marco espíritu vanguardista. Publicó el primer catálogo de sementales de ovino, siendo pionero en el ovino de carne y lana de Europa”, concluye Antonio Granero, su secretario ejecutivo.
Un caso concreto
Fernando Fernández es la tercera generación de ganaderos en su familia, ya que su abuelo comenzó, junto con sus hermanos, un pequeño rebaño. Su padre llevó a la ganadería familiar al máximo nivel, logrando innumerables premios al estándar racial, morfología y producción cárnica en la raza Merina. Gracias a él aprendió el amor por la raza Merina, la importancia que tiene la genética en la calidad de su lana, en su potencial de desarrollo y en la rentabilidad de una explotación. “Y lo más importante en mi profesión, saber entender y comprender las demandas y comportamiento de los animales, que sumado al esfuerzo y superación, puede llevarte a conseguir grandes logros en tu ganadería”, añade.
Métodos de rentabilidad
A la hora de analizar costes, hay que tener en cuenta que el animal está criando dos borregos y hay que facilitarle una mayor calidad alimentaria y complementarlo de una línea completa de correctores para el adecuado desarrollo de los borregos. Este es el principal problema que se podría plantear en este tipo de animales con una alta prolificidad, pero ahí es donde entra la modernización del campo y las ventajas de las nuevas tecnologías. “En nuestra explotación disponemos de la última tecnología en diagnóstico de partos, pudiendo detectar los partos múltiples a los 50 días de la cubrición, lo que te permite distribuir eficazmente los recursos de la finca, apoyar y reforzar la alimentación de solo una parte del rebaño en un determinado periodo de la gestación, logrando así controlar los sobrecostes de partos múltiples. Todo se basa en el control y el manejo que le puedas dar a tu explotación”, apunta el productor de raza Merina.
Por una parte, al estar afincado en una zona de gran interés ecológico, ya que posee una flora y fauna únicas en el mundo, y la sobreexplotación de las fincas va en detrimento de la conservación del medio. Con la ayuda de animales con una mayor prolificidad, se podría reducir en gran medida el número de cabezas de los rebaños sin dejar de perder en producción de borregos. Esto permitiría una mayor calidad de pastos al no sobrecargar la tierra de ganado y reducir la demanda de capacidades hídricas de las fincas, lo cual es un problema que en estos años de sequía la mayoría de ganaderos han sufrido, además de mejorar el desarrollo cinegético al crear defensas naturales contra depredadores.
“Quiero hacer hincapié en las grandes posibilidades de desarrollo que tiene la raza merina y que no se valore únicamente por la calidad de su vellón, posee una gran capacidad cárnica y láctea que están todavía por descubrir. Insto a los ganaderos a que cuidemos nuestras razas autóctonas y llevemos al Merino al nivel que ha tenido durante tanto y tantos años. Para concluir dar las gracias a la asociación por apoyar y ayudar a hacer realidad estos proyectos”, concluye el ganadero.