El consumidor valora calidad y confianza en el vendedor a la hora de comprar carne de porcino

Según las conclusiones del estudio sobre consumo de carne de porcino del Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria del MARM, el usuario valora sobre todo la calidad del producto y la confianza en el vendedor en la compra de carne de porcino. Así, uno de los requsitos más importantes es la frescura del alimento. En cuanto a la calidad de la carne, los consumidores se fijan principalmente en su aspecto, apreciando que tenga un color rosado, sea tierna y no tenga excesiva grasa, pero tampoco que esta última sea inexistente ya que, según la opinión general, es lo que le da buen sabor.

En general, la mayoría de los encuestados asegura comprar preferiblemente la carne de porcino al corte, en tienda tradicional y con atención personalizada, si bien cuando se compra embanquetada se considera fundamental que la bandeja esté en perfecto estado. En cuanto a la tipología de la carne, el 89,1% de los consumidores compra habitualmente cerdo blanco, especialmente de partes como el centro/lomo, la chuleta, el costillar y el solomillo. Asimismo, los datos del estudio constatan que el consumo de casquería de cerdo es muy bajo, por parte de solo uno de cada cuatro entrevistados, observándose diferencias en función del número de habitantes. En consecuencia, el consumo de estos productos es superior en las localidades más pequeñas, de menos de 10.000 habitantes. Respecto al cerdo ibérico, y debido a su mayor precio, el consumo es más limitado, siendo un 28,8% de los entrevistados los que declaran adquirir este tipo de carne, y especialmente el lomo, el solomillo y el secreto. Finalmente, y en relación con el consumo de cochinillo en el hogar, las cifras demuestran que se realiza en el 31,5% de los casos, siendo algo muy esporádico y limitado a navidades y otras ocasiones especiales; mientras que fuera de la vivienda el tanto por ciento cae hasta un 24,4, siendo preferido, habitualmente, por el público masculino.

Entre los aspectos que más preocupan de la producción de porcino, tanto a los consumidores como a los distribuidores, destacan la alimentación del animal y la crianza ya que esto repercute en el sabor y la calidad de la carne. En materia de exportación, los entrevistados admiten saber que España es un país exportador de porcino, pero un 59,7% de ellos desconoce el lugar que ocupa en el marco de la Unión Europea.

En síntesis, la investigación arroja datos sobre la percepción de los consumidores: un 70,1% considera la carne de cerdo como blanca, un 22,8% la valora como roja y un 7,1% lo desconoce, básicamente entre los usuarios más jóvenes. Para este estudio se han realizado 1000 entrevistas a consumidores, 200 a distribuidores y dos reuniones de grupo a fin de analizar exclusivamente el tema del consumo de carne de porcino.