Coag considera “preocupante” para los ganaderos españoles la compra de Puleva por la multinacional francesa Lactalis
9 de marzo de 2010
España tiene una cuota de producción láctea de 6 millones de toneladas mientras que el consumo es de 9 millones. Es necesario comprar leche de otros países, fundamentalmente de Francia y Portugal, para abastecer el mercado interno. Sin embargo, las industrias lácteas han utilizado este déficit para introducir más leche foránea de la necesaria y presionar a la baja los precios de la leche en el campo. Esta situación ha provocado la expulsión de miles de pequeños y medianos ganaderos que, ante unos precios que no cubren costes de producción, han tenido que echar el cierre. Los datos son más elocuentes; en 1994, existían en España 140.000 explotaciones lácteas. Hoy, sólo quedan 23.000.
Con el nuevo “rey” lácteo de capital francés, los excedentes a bajo precio del país galo (que tiene una cuota de producción de 25 millones de toneladas, muy por encima de su consumo interno), tendrán un nuevo aliado que, encima, habla el mismo idioma. Además, se aumenta la concentración y oligopolio de la industria láctea, con el consiguiente aumento de poder respecto al eslabón más débil de la cadena, el de la producción. Asimismo, conviene recordar que la mayoría de los grandes grupos de distribución son de capital francés, por lo que todos los eslabones de la cadena de valor de la leche, a excepción de parte de la producción, quedarán bajo el control del país vecino.