¿Son suficientes las medidas de seguridad en SeaWorld?
Paula Llull09/05/2014
La semana pasada se dieron a conocer las nuevas medidas de seguridad y protección que ha implantado SeaWorld para paliar los riesgos que corren los entrenadores de orcas.
Recordemos que, como hablamos el miércoles, a raíz de algunas muertes de los cuidadores a manos de Tilikum, la OSHA impuso al parque la implantación urgente de nuevas medidas de seguridad.
Desde el último incidente, que acabó con la vida de Dawn Brancheau, el parque no ha dejado que los entrenadores se metieran en el agua con las ballenas, pero tampoco ha retirado a Tilikum de los espectáculos, tal como llevan demandando algunas ONG’s y especialistas en ballenas desde el 91, a raíz de la primera muerte de una de sus entrenadoras.
A partir de ahora, además de la prohibición de meterse en el agua, los trabajadores vestirán unos chalecos salvavidas que se hinchan muy fácilmente y que llevan incorporado un pequeño tanque con aire comprimido en la parte posterior de la espalda.
Además de los EPIs, el parque ha instalado unas plataformas elevadoras en el Shamu Stadium (la piscina principal donde se hacen los espectáculos) que podrían sacar a la ballena del agua en caso de emergencia, así como puertas automáticas entre las piscinas y protocolos de distancia.
De todas maneras, hay quien cree que dichas medidas podrían ser insuficientes. El periodista norteamericano David Kirby publicó en 2012 el libro titulado “Muerte en Sea World”, donde especula sobre la posibilidad de salvación de Dawn si hubiera llevado un chaleco salvavidas o hubiera tenido el tanque de oxígeno. Asegura que si eres arrastrado al fondo de la piscina, de poco sirven los chalecos.
Sigue argumentando que el tanque de oxígeno puede ser peligroso, ya que si la ballena arrastra al entrenador al fondo de la piscina y acto seguido decide subirlo a la superficie mientras él respira de forma artificial y no exhala bien podría tener problemas pulmonares. Kirby añade que el chaleco no le hubiera servido de mucho a Dawn, ya que fue golpeada y desmembrada antes de morir.
Todo lo que podemos hacer son suposiciones, la realidad ya no se puede cambiar. La única solución posible para enfrentarse a estas desgracias es intentar mejorar la seguridad, para que no vuelva a ocurrir. Desde muchos sectores, como los defensores de los derechos de los animales, se sugiere que la mejor solución es retirar a Tilikum de los espectáculos debido al estrés al que ha sido sometido durante sus años de vida, y que es el que le provoca dichas conductas agresivas.
Una actuación de Tilikum
Además de ello se reclama una mejora inmediata de las condiciones de los animales en el parque. Tilikum ha pasado largas temporadas en tanques que no son mucho más grandes que él, a oscuras y sin interacción social alguna, cuando se sabe que las orcas tienen unas necesidades sociales similares a las de los humanos.
Como apunte de actualidad, el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos (Washington) ha confirmado a principios de abril las multas y citaciones emitidas por OSHA contra Sea World tras la muerte de Brancheau. El parque marino todavía no ha decidido si apelará el fallo ante la Corte Suprema.
Aunque es buena señal que las nuevas medidas de seguridad ya estén en marcha en el parque, el mayor de los peligros aún no se ha eliminado. Tilikum sigue actuando.
Recordemos que, como hablamos el miércoles, a raíz de algunas muertes de los cuidadores a manos de Tilikum, la OSHA impuso al parque la implantación urgente de nuevas medidas de seguridad.
Desde el último incidente, que acabó con la vida de Dawn Brancheau, el parque no ha dejado que los entrenadores se metieran en el agua con las ballenas, pero tampoco ha retirado a Tilikum de los espectáculos, tal como llevan demandando algunas ONG’s y especialistas en ballenas desde el 91, a raíz de la primera muerte de una de sus entrenadoras.
A partir de ahora, además de la prohibición de meterse en el agua, los trabajadores vestirán unos chalecos salvavidas que se hinchan muy fácilmente y que llevan incorporado un pequeño tanque con aire comprimido en la parte posterior de la espalda.
Además de los EPIs, el parque ha instalado unas plataformas elevadoras en el Shamu Stadium (la piscina principal donde se hacen los espectáculos) que podrían sacar a la ballena del agua en caso de emergencia, así como puertas automáticas entre las piscinas y protocolos de distancia.
De todas maneras, hay quien cree que dichas medidas podrían ser insuficientes. El periodista norteamericano David Kirby publicó en 2012 el libro titulado “Muerte en Sea World”, donde especula sobre la posibilidad de salvación de Dawn si hubiera llevado un chaleco salvavidas o hubiera tenido el tanque de oxígeno. Asegura que si eres arrastrado al fondo de la piscina, de poco sirven los chalecos.
Sigue argumentando que el tanque de oxígeno puede ser peligroso, ya que si la ballena arrastra al entrenador al fondo de la piscina y acto seguido decide subirlo a la superficie mientras él respira de forma artificial y no exhala bien podría tener problemas pulmonares. Kirby añade que el chaleco no le hubiera servido de mucho a Dawn, ya que fue golpeada y desmembrada antes de morir.
Todo lo que podemos hacer son suposiciones, la realidad ya no se puede cambiar. La única solución posible para enfrentarse a estas desgracias es intentar mejorar la seguridad, para que no vuelva a ocurrir. Desde muchos sectores, como los defensores de los derechos de los animales, se sugiere que la mejor solución es retirar a Tilikum de los espectáculos debido al estrés al que ha sido sometido durante sus años de vida, y que es el que le provoca dichas conductas agresivas.
Una actuación de Tilikum
Además de ello se reclama una mejora inmediata de las condiciones de los animales en el parque. Tilikum ha pasado largas temporadas en tanques que no son mucho más grandes que él, a oscuras y sin interacción social alguna, cuando se sabe que las orcas tienen unas necesidades sociales similares a las de los humanos.
Como apunte de actualidad, el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos (Washington) ha confirmado a principios de abril las multas y citaciones emitidas por OSHA contra Sea World tras la muerte de Brancheau. El parque marino todavía no ha decidido si apelará el fallo ante la Corte Suprema.
Aunque es buena señal que las nuevas medidas de seguridad ya estén en marcha en el parque, el mayor de los peligros aún no se ha eliminado. Tilikum sigue actuando.
