Liderazgo en prevención
Redacción Protección Laboral11/11/2016
El liderazgo en prevención es un concepto que se ha puesto en circulación, es invocado por muchos, pero no son tantos los que tienen un conocimiento profundo del mismo, y menos aún los que aplican tal concepto en su quehacer diario.
¿Qué es el liderazgo en prevención? Invitamos a nuestra audiencia a leer el artículo, de páginas interiores, titulado “Liderazgo en seguridad y excelencia operativa… el futuro perfecto”, donde se traza el perfil del que sería el liderazgo ideal en Seguridad y Salud Laboral (SSL).
A modo de resumen, citamos algunas de las recomendaciones de la European Agency for Safety and Health at Work (EU-OSHA), o lo que es lo mismo algunos de los deberes fundamentales de los líderes:
-Los líderes deben tomar en serio su responsabilidad en materia de seguridad y salud.
-Han de crear una cultura de seguridad en su organización.
-Deben obtener el compromiso de mandos intermedios y la alta dirección.
-Deben garantizar que las políticas se apliquen de forma coherente.
-Deben proporcionar recursos suficientes para la SST.
-Deben aprender de las buenas prácticas de terceros.
El liderazgo en prevención, que no es asunto que pueda improvisarse ni ponerse en marcha de un día para otro, requiere unas cualidades básicas del líder, cualidades que están orientadas, sin duda, a la búsqueda de la excelencia.
Las cualidades básicas del líder incluyen competencias como:
-Comunicación. Un directivo debe saber transmitir la estrategia de la compañía, por lo que debe ser claro y conciso. El flujo informativo no puede ser unilateral, también ha de admitir el retorno.
-Predicar con el ejemplo. Siendo objeto de observación, el directivo es considerado frecuentemente como un modelo a seguir, lo que exige mucha coherencia.
-Espíritu de equipo. El trabajo es colaborativo: un buen jefe sabe cuándo delegar ciertas responsabilidades.
-Motivación. El líder espolea a su “tropa”, inspira y fomenta el entusiasmo.
-Reconocer e incentivar el talento. Supone valorar las aptitudes de los colaboradores, capitalizándolas para la empresa.
-Empatizar. El líder no puede ser distante, sino ‘ponerse en la piel’ de los otros y conectar.
-Tolerar errores. Errar es humano. No es líder quien no es capaz de aceptar el error y mostrar capacidad de reacción.
-Establecer metas y expectativas (realistas). Los objetivos inalcanzables sólo provocan desmotivación en los colaboradores.
-Auto-reflexión. Antes de juzgar a terceros, el líder debe conocer sus fortalezas y debilidades (Conócete a ti mismo).
-Autenticidad. No valen las imposturas ni la ocultación de la personalidad, que generan desconfianza. El directivo debe hallar su estilo de liderazgo y ser consecuente con éste.
Damos un sí rotundo al liderazgo en prevención, instando a las empresas a cambiar el discurso teórico –social y políticamente correcto- por la acción, una acción comprometida y ambiciosa de resultados. La teorización y la declaración de intenciones en lo tocante a liderazgo en prevención son posturas trasnochadas.
¿Qué es el liderazgo en prevención? Invitamos a nuestra audiencia a leer el artículo, de páginas interiores, titulado “Liderazgo en seguridad y excelencia operativa… el futuro perfecto”, donde se traza el perfil del que sería el liderazgo ideal en Seguridad y Salud Laboral (SSL).
A modo de resumen, citamos algunas de las recomendaciones de la European Agency for Safety and Health at Work (EU-OSHA), o lo que es lo mismo algunos de los deberes fundamentales de los líderes:
-Los líderes deben tomar en serio su responsabilidad en materia de seguridad y salud.
-Han de crear una cultura de seguridad en su organización.
-Deben obtener el compromiso de mandos intermedios y la alta dirección.
-Deben garantizar que las políticas se apliquen de forma coherente.
-Deben proporcionar recursos suficientes para la SST.
-Deben aprender de las buenas prácticas de terceros.
El liderazgo en prevención, que no es asunto que pueda improvisarse ni ponerse en marcha de un día para otro, requiere unas cualidades básicas del líder, cualidades que están orientadas, sin duda, a la búsqueda de la excelencia.
Las cualidades básicas del líder incluyen competencias como:
-Comunicación. Un directivo debe saber transmitir la estrategia de la compañía, por lo que debe ser claro y conciso. El flujo informativo no puede ser unilateral, también ha de admitir el retorno.
-Predicar con el ejemplo. Siendo objeto de observación, el directivo es considerado frecuentemente como un modelo a seguir, lo que exige mucha coherencia.
-Espíritu de equipo. El trabajo es colaborativo: un buen jefe sabe cuándo delegar ciertas responsabilidades.
-Motivación. El líder espolea a su “tropa”, inspira y fomenta el entusiasmo.
-Reconocer e incentivar el talento. Supone valorar las aptitudes de los colaboradores, capitalizándolas para la empresa.
-Empatizar. El líder no puede ser distante, sino ‘ponerse en la piel’ de los otros y conectar.
-Tolerar errores. Errar es humano. No es líder quien no es capaz de aceptar el error y mostrar capacidad de reacción.
-Establecer metas y expectativas (realistas). Los objetivos inalcanzables sólo provocan desmotivación en los colaboradores.
-Auto-reflexión. Antes de juzgar a terceros, el líder debe conocer sus fortalezas y debilidades (Conócete a ti mismo).
-Autenticidad. No valen las imposturas ni la ocultación de la personalidad, que generan desconfianza. El directivo debe hallar su estilo de liderazgo y ser consecuente con éste.
Damos un sí rotundo al liderazgo en prevención, instando a las empresas a cambiar el discurso teórico –social y políticamente correcto- por la acción, una acción comprometida y ambiciosa de resultados. La teorización y la declaración de intenciones en lo tocante a liderazgo en prevención son posturas trasnochadas.