El ganado ovino como herramienta para el control de vegetación espontánea en cultivos de aguacate ecológico

En su inquietud por desarrollar sistemas de producción respetuosos con el medio, la Cooperativa del Campo Guadiaro SCA, con sede en San Pablo de Buceite (Cádiz), en adelante la Cooperativa, ha implantado en los últimos años modelos de producción ecológica en la mayor parte de la superficie de cultivo de sus asociados. De esta forma se reduce al mínimo la utilización de productos fitosanitarios, realizándose el control de plagas mediante la aplicación de productos permitidos por el Reglamento Comunitario de Producción Ecológica y, sobre todo, a través de labores mecánicas de control de vegetación espontánea. Todo ello contribuye al mantenimiento de la estructura y riqueza del suelo favoreciendo el incremento de la actividad microbiana, así como el contenido de materia orgánica. Además, fomenta la proliferación de diferentes especies animales y vegetales beneficiosas para los ecosistemas. Sin embargo, estas prácticas respetuosas con el entorno no están exentas de una problemática asociada que se puede resumir en un elevado incremento de los costes de producción derivado de la gestión de las cubiertas vegetales de los cultivos a través de medios mecánicos. Ello conlleva un incremento del número de jornales y la adquisición de maquinaria específica para la eliminación de la vegetación espontánea. Esta problemática sugiere la necesidad de buscar soluciones de control de vegetación que, siendo igualmente ecológicas, generen sinergias positivas y reduzcan los costes. En este sentido, la comarca del Campo de Gibraltar tiene una larga tradición ganadera, particularmente en torno al vacuno de carne, pero también en lo referente al ovino, con un claro componente familiar, y sistemas de manejo extensivos basados en el aprovechamiento racional de los recursos naturales. Dichos modelos se encuentran amenazados, por lo que cualquier acción de puesta en valor de los mismos tendría enormes implicaciones desde el punto de vista económico, ambiental e incluso social.

Ante la necesidad de buscar métodos alternativos para el control de las plantas adventicias y teniendo en cuenta el entorno agroganadero de la Cooperativa mencionado, se estableció una colaboración con investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla (US) para explorar las posibilidades de integrar la ganadería con el cultivo de aguacate y, conseguir así, controlar la vegetación adventicia con métodos más sostenibles y naturales. Es así como surge Equilibio, un proyecto participativo con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas que la Cooperativa gestiona, en un contexto de economía circular.

El proyecto plantea alternativas innovadoras que tengan en cuenta las características del territorio y que promuevan sinergias entre los sectores agrícola y ganadero, garantizando beneficios compartidos y optimizando sus respectivos procesos productivos. Para ello, se han ejecutado una serie de actuaciones para determinar los beneficios que aporta el pastoreo del ganado ovino en las explotaciones de aguacate ecológico y cuales le aporta al ganadero/a dicha actividad. Dichos beneficios estarían relacionados con una reducción de los costes de producción en ambas actividades y con una mejora de la percepción social de la labor de las personas del campo en torno a actividades sostenibles.

Una vez consensuado con la Cooperativa el plan de actuación para conseguir los objetivos planteados, se procedió a seleccionar una finca que cumpliera con los requisitos de contar con un buen acceso, estar cercada perimetralmente, no tener explotaciones contiguas y en la que el propietario mostrase un espíritu colaborativo y, a ser posible, tuviera experiencia previa con ganado.

Se eligió una finca con cultivo de aguacate ecológico en regadío de aproximadamente 11 ha de superficie y con densidad de plantación de 278 árboles/ha, que linda con el río Guadiaro. La experiencia se desarrolló durante un periodo de 6 semanas en una superficie de 2 ha situada en el extremo occidental de la finca. Mediante la utilización de pastores eléctricos se procedió a la subdivisión en cuatro recintos que permitían el acceso controlado del ganado (Imagen 1), realizando un pastoreo rotacional y cambiando de superficie una vez consumidos los recursos pastables. Durante el tiempo que duró la experiencia, los animales estuvieron alojados en unas instalaciones temporales creadas ‘ad hoc’ en el extremo occidental de la finca. Dichas instalaciones contaban con cancillas, bebederos, comedero y una manga para el correcto manejo de las ovejas. Para poder realizar un seguimiento de los movimientos del ganado, a tres de las ovejas se les colocó un collar GPS de monitorización de la empresa Digitanimal (Imagen 2).

Con el objeto de monitorizar correctamente los efectos de la introducción del ganado en la finca piloto se ejecutaron controles sobre los animales, el estrato herbáceo, el arbolado y el fruto. El estado de los animales fue controlado antes, durante y después de la salida del último recinto, prestando particular atención a los posibles daños por la utilización de bozales. Previamente a la entrada del ganado se dispusieron cercados de exclusión de 2 m² de superficie para evaluar los cambios en la cobertura y biomasa de la vegetación. Estos se colocaron en las calles del cultivo, así como otros más pequeños en los lomos del mismo. La composición florística y cobertura de la vegetación fueron medidas con transectos lineales y a visu con el fin de evaluar los cambios experimentados como consecuencia del pastoreo. Asimismo, se evaluó la biomasa del sustrato herbáceo disponible antes y tras el pastoreo utilizando cuadrantes de 30 x 30 cm distribuidos al azar. Por último, el equipo técnico de la Cooperativa fue el responsable de identificar los posibles daños provocados por los animales en los sistemas de riego, la arboleda y/o el fruto.

La composición florística de la finca piloto se muestra en la Tabla 1, así como el grado de consumo de las diferentes especies vegetales, el cual ha sido desigual. Durante el tiempo que duró la experimentación la composición florística de la finca no cambió. Cabe destacar la gran apetencia de las ovejas por los restos de cosechas anteriores, Medicago sativa L. (alfalfa) o por especies como Amaranthus viridis, Chenopodium album o Portulaca oleracea frente a otras que apenas consumieron como por ejemplo Oxalis curniculata, Euphorbia prostrata o Dittrichia viscosa, a pesar de que algunas de ellas presentaron una alta cobertura en el área de estudio. Estas especies no suelen ser muy apetecibles por el ganado, ya sea por su baja palatabilidad o presencia de tóxicos (p.e. oxalatos).

La biomasa media encontrada en las parcelas antes de ser pastoreadas fue de 924 kg de peso seco ha^-1. La evolución de la biomasa como consecuencia del pastoreo se muestra en la Figura 1. La línea de puntos hace referencia a la biomasa media encontrada inicialmente y las columnas a los niveles de biomasa una vez realizada la experiencia, tanto en las zonas pastoreadas (columna verde) como la existente en el interior de los cercados de exclusión (columna azul). Como se puede apreciar, la reducción del sustrato herbáceo fue de un 47% como consecuencia del pastoreo. En el interior de los cercados de exclusión la biomasa de la vegetación se incrementó un 87%.

El pastoreo, cuando se gestiona correctamente, al margen de la reducción de la biomasa herbácea, puede ejercer una influencia significativa en la estructura y composición del suelo, generando una serie de servicios ecosistémicos clave. La incorporación de materia orgánica a través del estiércol y la senescencia radicular, sumada al fomento de la actividad de organismos sapróvoros (como la macrofauna y los microorganismos), incrementa los procesos de descomposición y mineralización. Estos procesos no sólo mejoran la fertilidad natural del suelo (un servicio ecosistémico de soporte) sino que, al potenciar la formación de agregados estables, contribuyen a la regulación de la erosión y a una mejor infiltración hídrica (servicios de regulación). Además, el pastoreo actúa como un vector de dispersión de semillas, enriqueciendo la biodiversidad vegetal del ecosistema (servicio de soporte). De este modo, la mejora estructural del suelo por la actividad ganadera se debe traducir en una reducción de la escorrentía superficial y, por ende, en una disminución de los procesos de erosión y una mayor capacidad sumidero de carbono en el perfil, lo que lleva a menores emisiones de CO₂ y a una menor dependencia de fertilizantes inorgánicos. Estos elementos no son cuantificables en el escaso periodo de tiempo transcurrido, lo cual justifica la necesidad de continuar la investigación a diversas escalas, realizando un seguimiento posterior.

Destacar que los daños sobre el arbolado y el fruto fueron mínimos durante el desarrollo de la experiencia y nulos en el caso de las infraestructuras de riego. Por lo que respecta al arbolado, sólo se vieron afectados un número muy reducido de árboles polinizadores de la variedad Bacon, y siempre por debajo del metro de altura, donde la acción de los bozales no fue 100% efectiva. La mayor apetencia de las ovejas por polinizadores de la variedad Bacon podría deberse a que esta variedad, junto a otras como la Zutano, desprende un característico olor anisado que atrae a los animales.

Los resultados preliminares de la experiencia muestran que la reducción de la biomasa provocada por el pastoreo es evidente y a unos niveles que justifican el uso del ganado para el control de las plantas adventicias. Todo ello se ha conseguido sin provocar estrés o daño al rebaño participante, particularmente en lo referente al empleo de un material potencialmente molesto como los bozales. Éstos han demostrado su validez en alturas superiores al metro, pero no inferiores, lo cual supone un hándicap en el cultivo de aguacate, en el que se producen frutos prácticamente a ras de suelo. Sin embargo, se ha observado que lo realmente efectivo para evitar daños es hacer un correcto manejo, siendo necesarios un control de los tiempos de pastoreo, cambios oportunos de parcela cuando se agota el pasto, la supervisión permanente de todo el proceso y una correcta suplementación alimenticia. Asimismo, será necesario valorar qué porcentaje de las necesidades diarias de ingestión del ganado puede ser cubierto con el pasto consumido. Teniendo esto en cuenta, experiencias posteriores sin la utilización de bozales deben ser realizadas para validar el empleo de ganado ovino sin el uso de éstos.

Son muchos los elementos sobre los que profundizar con el objeto de poder implementar este tipo de prácticas de forma habitual en los cultivos de aguacate de la cooperativa y, con ello, integrar la actividad ganadera en todo el proceso. Esto no sólo aporta beneficios al ecosistema del cultivo, sino que también es clave para la ganadería implicada, ya que le proporciona nuevas zonas de pastoreo y una fuente de ingresos adicional a través de un posible acuerdo de gestión de la vegetación, contribuyendo así a la rentabilidad y el mantenimiento de sistemas de manejo extensivos que se encuentran amenazados. Es necesario poder evidenciar a más largo plazo los cambios inducidos por el pastoreo controlado. Esto incluye el análisis de la estructura del suelo y la calidad y composición del fruto. Además, será fundamental monitorizar y cuantificar los beneficios sobre la biodiversidad, como la dispersión de semillas por el ganado, y los efectos del pastoreo en la mejora del sustrato herbáceo, evaluando la posible introducción de cultivos forrajeros que no sólo beneficien la nutrición del ganado, sino que también aseguren una cobertura vegetal de calidad y contribuya también al cultivo del aguacate. Por último, y no menos importante, se debe profundizar en el aspecto económico de estas prácticas, valorando el coste/beneficio del empleo del ganado en relación con la utilización de maquinaria.