Los costes fijos de una granja

La economía de una granja se centra en tres aspectos: las ventas, las compras y el control de los gastos fijos. Trabajamos en un sector primario que es cautivo, ya que imponen tanto el precio de lo que se compra como lo que se vende, por lo que únicamente se tiene cierto dominio sobre el negocio en el control de los costes fijos.

Los costes fijos son aquellos costes que permanecen invariables, aunque los niveles de actividad y de producción de la empresa cambien o sean constantes.

Se puede hacer una simulación de una graja estándar media de Castilla y León, con unas 700 cabezas de ovino, y desglosar los datos medios globales anuales que tiene. Posteriormente, los vamos a imputar de manera individualizada por los animales operativos que tenemos en la granja.

Los gastos son los siguientes:

• Mano de obra. Se debe hacer una diferenciación entre la mano de obra externa, es decir la contratada, que se le puede asignar un sueldo de 1.080 euros, más la Seguridad Social. Al propietario se le asigna un salario de 1.500 euros. La media de trabadores para este censo sería de 3,5 trabajadores, por lo que pueden ser tres trabajadores externos y el ganadero. También tenemos condiciones en las que una sola persona puede manejar todo ese ganado, pero nuestra simulación tiene en cuenta los turnos de descanso de los trabajadores. Por lo tanto, serían 75.780 euros anuales, que sale a 108 euros por oveja.
• Energía. Se trata principalmente del consumo de electricidad y de gasoil. Unos datos medios conservadores podrían ser unos 600 euros mensuales de electricidad y unos 400 euros de gasoil, principalmente por el movimiento de los vehículos. Serían 11.200 euros anuales, con 16 euros por oveja.
• Contratación de servicios externos. Se incluyen tres categorías: gestoría (180 euros al mes), servicios veterinarios (100 euros al mes) y control lechero (150 euros al mes). En total, son 5.160 euros, que se traducen en 7,37 euros por oveja.
• Mantenimiento y reparaciones. Se incluyen en esta categoría: seguros entre los que está el de retirada de cádaveres (2.000 euros anuales), reparaciones y averías (4.000 euros anuales) y mantenimiento de la maquinaria (4.000 euros anuales). Suma un total de 10.000 euros por oveja, lo que repercute en 14,28 euros por oveja.
• Financiación y amortizaciones. Se incluyen amortizaciones, que es lo que vamos comprando y se va pagando a media que se va depreciando con el uso y el tiempo. Se puede estimar en un total de 100.000 euros a amortizar en ocho años. También se incluyen créditos e hipotecas, que serían 40.000 euros en cinco años. Por lo tanto, en global supone 21.000 euros anuales, lo que se traduce en 30 euros por oveja.
• Gastos de sanidad y reposición. La reposición es un gasto fijo, puesto que es necesario para mantener su actividad. El coste sanitario por oveja se estima en unos 15 euros al año, mientras que la reposición, teniendo en cuenta que se deja aproximadamente un 25%, llevar una cordera al parto supone 220 euros por animal. En total, suma 49.000 euros anuales, lo que significa 70 euros por oveja.

El total de los costes fijos supone 246 euros por oveja, que suponen 171.955 euros en el total del rebaño. No se ha incluido la parte de la alimentación de mantenimiento. Si la alimentación representa el 60% de los gastos totales, son 369 euros por oveja al año o, lo que es lo mismo, 258.300 euros en el rebaño. Por lo tanto, el total de gastos fijos y alimentación es de 430.255 euros.

Generalmente, muchas veces las granjas se conforman con cubrir gastos, pero la realidad es que hay que contar con dos inputs más: el beneficio y los impuestos.

Si se tienen 615 euros de gastos por oveja, entre gastos fijos y alimentación, el margen de beneficio debería moverse alrededor del 15%, que es una cifra alta, porque han cambiado los rangos de impuestos en el sector primario y ya no se pueden desgravar algunas cosas y porque la capacidad de venta del negocio y de aprovechamiento de la infraestructura a futuro son bajas. Este 15% supone 92 euros por oveja añadidos, que se traduce en 64.400 euros por rebaño. Debido a que los impuestos por el beneficio neto son del 24% en el caso de las sociedades, porque en el caso de los autónomos es el 35%, se pasa a tener un beneficio de 48.944 euros. Se ha bajado a un beneficio de 70 euros por oveja.

Todo ello sin tener en cuenta que lo ideal es que el 20% de nuestro beneficio neto lo reinvirtamos en nuestro negocio para mantenerlo actualizado, por lo que el beneficio sería un 11%. Teniendo en cuenta que se trata de un negocio en el que nos estamos jugando 430.000 euros al año, el 15% de beneficios tampoco es demasiado.

Para cubrir los 430.000 euros de gastos del rebaño, o 615 euros por oveja, se tienen que generar como mínimo esos ingresos. Existen tres fuentes de ingresos:

• Ayudas de la PAC. Puede aportar unos 9.000 euros de ayudas.
• Venta de corderos. Si no se tienen incidentes en la granja y con un precio de venta del cordero alrededor de 48 euros, se pueden obtener unos 57.000 euros.
• Venta de leche. Tendría que aportar los 364.000 euros restantes para cuadrar los ingresos con los gastos. Si se estima un precio de venta de la leche a 1,2 euros, se necesitan 433 litros por oveja, únicamente para cubrir gastos.

Salvo la PAC, que no depende de nosotros, la única manera de generar este tipo de producciones es mediante partos. Independientemente del número de parideras, se necesitan partos en una explotación. Porque sin partos, no hay producción. Por lo tanto, necesitamos granjas eficientes y eficaces. Una granja puede ser eficaz si logra alcanzar el objetivo de partos al final del año, pero eso no significa que sea eficiente, porque no logra el objetivo teniendo en cuenta los recursos necesarios que nos ofrece el mercado, como son las esponjas para tener un manejo reproductivo, ya que así alcanzamos al número objetivo de partos marcado en un inicio, pero su distribución permite que la granja sea más eficiente.

Buscamos que nuestras granjas sean eficaces y eficientes para aumentar la rentabilidad de negocio y es necesario que ambos términos vayan a la par, porque yo puedo ser eficaz y no ganar dinero, al igual que puedo ser eficiente y no alcanzar el objetivo.

Además de datos e información, necesitamos que se empiecen a utilizar estándares productivos, que nos van a ayudar a alcanzar los objetivos alcanzar los objetivos que nos propongamos. Es decir, dentro de los estándares productivos, hay que tener en cuenta que nunca pueden ir solos, siempre tienen que ir acompañados de la palabra ‘objetivo’, independientemente de que los lleguemos a cumplir o no. Necesitamos conocer las desviaciones que se generan y ver la implicación económica que supone cada una de ellas. Además, estos estándares tienen que estar adaptados a las granjas y a la forma de trabajo de cada una de ellas. Algunos estándares productivos son los siguientes: partos por oveja y año, porcentaje de fertilidad, prolificidad, porcentaje de reposición, mortalidad, porcentajes de ovejas en ordeño. No debemos olvidar la genética y utilizar estos estándares conjuntamente con los recursos que nos ofrece el mercado, buscando eficiencia y eficacia.

• Conocer costes. Los gastos fijos son los que nos van a determinar el beneficio que tengamos en nuestro negocio, porque el variable lo estamos controlando.
• Ajustar puntos de equilibrio del negocio. Hay que encontrar aquellos puntos de equilibrio que permitan alcanzar los objetivos marcados.
• Determinar y buscar estándares productivos. Hay que determinar y buscar aquellos estándares productivos adaptados a nuestra forma de trabajo.
• Marcar objetivos. Hay que trabajar con objetivos. Sin objetivo, no hay meta.

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