Piden que se aplique “de oficio” el código extensivo al ovino y caprino de Castilla y León para la PAC
La Alianza UPA-COAG reclama a la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León que, a efectos de la PAC 2023, y de oficio, aplique el código extensivo y/o semiextensivo a todo el ovino-caprino de la región, como se ha hecho con el vacuno, para que sus ganaderos puedan percibir las primas y ayudas de los llamados ecorregímenes.
La organización agraria argumenta que todo el ovino-caprino de carne sale a pastorear por lo que, “a todos los efectos”, es ganadería extensiva, y el ovino lechero también debería tener el mismo tratamiento, o el de semiextensivo, por las prácticas que habitualmente realiza en una comunidad autónoma como Castilla y León.
“No es de recibo que los ganaderos de ovejas y cabras de Castilla y León tengan un código de intensivo”, denuncian, y por lo tanto no puedan acceder a percibir la ayuda asociada para los ganaderos extensivos y semiextensivos, y la de sin pastos a su disposición que pastorean superficies de rastrojeras, barbechos y restos hortofrutícolas, además de las ayudas de ecorregímenes denominado agricultura de carbono y agroecología: pastoreo extensivo, siega y biodiversidad en las superficies de pastos.
Por este motivo, la Alianza UPA-COAG reclama al Gobierno regional que el sector ovino-caprino no sufra un agravio comparativo y tenga la misma consideración que las vacas nodrizas y vacuno de leche, y por lo tanto que el código a efectos de la PAC marque la cualificación de extensivo y semiextensivo, y que lo haga de oficio y automáticamente sin que el ganadero tenga que pedirlo.
“Consideramos que no puede perderse una oportunidad como esta nueva PAC para poner al sector ovino-caprino en el lugar que se merece, puesto que si un sector cumple con creces todos los objetivos estratégicos que plantea la PAC 2023-2027 es este, y en este sentido sus debilidades deben ser abordadas por la Junta como realmente se merecen sus profesionales”, concluyen desde la Alianza.