El lechazo de Castilla y León registra en verano las mejores cotizaciones del último lustro
Buenas noticias para los productores de lechazo en Castilla y León. La comunidad autónoma que aglutina de forma mayoritaria esta producción de carne ovina ha experimentado en los meses de verano del presente año los mejores precios del último lustro, según los datos del Observatorio de Precios de los Productos Agrícolas y Ganaderos de Castilla y León, puesto en marcha por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.
La media de precios alcanzados en julio y agosto de 2021 fue de 529,55 euros por cien kilogramos de animal en vivo. Esa cantidad es un 11,5% superior a los 474,93 euros que se registraron en el ejercicio 2020. Además, está por encima de las cotizaciones alcanzadas desde el año 2015, cuando comenzó a recopilar datos el Observatorio de Precios.
Por otra parte, en el mes de agosto se han alcanzado los 543,92 euros por cien kilos de animal en vivo, una cantidad que únicamente se ha visto superada en los meses de septiembre y octubre del ejercicio 2017, una época otoñal más favorable para los altos precios debido a la reducción estacional de la producción. Por lo tanto, habrá que esperar a la evolución de precios en los próximos meses para comprobar si se alcanza el récord de cotizaciones.

En los datos por provincias relativos al pasado mes de agosto, existe una notable disparidad de precios, aunque las nueve provincias de la comunidad autónoma alcanzan cotizaciones medias por encima de los 500 euros por cien kilos en vivo. Los datos más altos están en zonas del este de la región, como son Burgos y Segovia, ambas con 576,25 euros, mientras que los precios más bajos se registran en Salamanca (502,50 euros), Soria (506,25 euros) y Palencia (515,00 euros).
Para la realización de estas estadísticas y en relación con la diferencia de precios entre provincias, se tiene en cuenta que el lechazo es un producto ovino de edad inferior a 1,5 meses, peso vivo entre 8 y 14 kilogramo y con destino a matadero. “El peso vivo más frecuente está en torno a los 10 kilos vivo, pero hay provincias que comercializan lechazos de menor peso y otras de mayor, lo que da lugar a diferencias significativas en la cotización”, explica la administración autonómica.