El GO Ovinnova celebra una velada para visualizar los beneficios de la trashumancia
La trashumancia ha supuesto, durante siglos, una vía de intercambio entre las montañas y los valles. Una búsqueda de las mejores condiciones de vida para los rebaños de ovejas y cabras, que han huido del frío de las cumbres durante el invierno y de las sofocantes temperaturas mesetarias durante el verano. Esa búsqueda del bienestar animal ha permitido vertebrar el territorio con caminos y rutas que han merecido ser reconocidas y defendidas con el estatuto de Cañadas Reales.
El Grupo Operativo Ovinnova, gracias al apoyo recibido por diferentes entidades como la interprofesional Interovic, la IGP Cordero de Extremadura 'Corderex', la Junta Vecinal de Salamón o la Fundación Monte Mediterráneo, están desarrollando una intensa actividad, para visualizar los beneficios de la trashumancia a todos los niveles y llamar la atención sobre la necesidad de su conservación.
Esta velada acogió, además, el homenaje a Manuel Rodríguez Pascual, veterinario y estudioso de la trashumancia. Gracias a sus trabajos de investigación se ha contribuido a dimensionar la necesidad de perpetuar esta práctica ganadera por sus aportaciones a las sociedades rurales, a la tradición cultural y al medio ambiente.