La adición de plantas ericáceas a la dieta disminuye las emisiones de metano de las ovejas
Un grupo de científicos españoles y escoceses, liderado por el profesor Francisco Javier Pérez-Barbería de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha demostrado, usando cámaras respirométricas, que las plantas de la familia de las ericáceas, como brezos, arándanos o madroños, reducen las emisiones de metano producidas por ovejas y ciervos. “Los rumiantes producen grandes cantidades de metano en su tubo digestivo, que en su mayoría es eructado por la boca a la atmósfera”, indican.
Este estudio internacional, liderado desde la Universidad de Castilla-La Mancha, ha demostrado que “cuando ovejas y ciervos incluyen en sus dietas brezos y hojas de arándanos, las emisiones de metano medidas en las cámaras respirométricas eran mucho menores que cuando sus dietas estaban íntegramente constituidas por plantas de la familia de las gramíneas, que son las plantas predominantes de los pastizales”, señalan desde el grupo de investigadores, quienes añaden que los brezales constituyen un ecosistema de gran valor ecológico y biodiversidad en Europa, desarrollándose en zonas montañosas y costeras poco pobladas de gran parte del hemisferio norte, y siendo abundantes en Escandinavia y Reino Unido y también en la Península Ibérica.
El grupo de científicos desarrollaron modelos para predecir las emisiones de metano a nivel europeo producidas por ovejas y poblaciones de ciervo que se alimentan de ericáceas y concluyeron que ciervos y ovejas que viven en zonas de brezales producen 130.000 toneladas de metano anuales cuando usan dietas que contienen 30% de ericáceas, “lo cual es un 0,5% de las emisiones totales de metano producidas por la actividad humana en Europa”. Esto supone, añaden, una reducción de 65.000 toneladas anuales de metano emitido a la atmósfera cuando se compara con una dieta constituida exclusivamente por gramíneas. “Aunque puede parecer una cantidad pequeña, en comparación con la emisión global de metano en Europa, tiene una importancia muy significativa a nivel local”, afirman.

En la actualidad hay programas de créditos de carbono para premiar las actividades que reducen o mitigan las emisiones de gases del efecto invernadero a la atmósfera. “Estos programas podrían ser aplicados a las zonas donde crecen brezales, generalmente son zonas rurales deprimidas, que de forma no intencionada y desinteresada están contribuyendo a reducir las emisiones de metano producidas por rumiantes. Esto ayudaría a la economía local de estas zonas, potenciaría el valor de los productos ganaderos y de caza mayor por su baja huella de carbono, lo que contribuiría a frenar el abandono de estas zonas. Además, se promovería el valor ecosistémico que tienen los brezales, ayudando a frenar su desaparición en Europa”, afirman.
Una de las fuentes de emisiones de metano más importante de la actividad humana es la ganadería. Los rumiantes domésticos son grandes productores de metano. El metano se produce en el aparato digestivo del rumiante como subproducto de la digestión que las bacterias simbióticas del rumen hacen de las plantas que constituyen sus dietas. Pero no sólo producen metano los rumiantes domésticos, sino también cualquier otro rumiante silvestre, como son los cérvidos.