Reiteran la exigencia de control a la fauna silvestre tras los ataques de lobos a ovejas en Salamanca
Un ataque de lobo registrado en la localidad salmantina de Robleda, ubicada en la comarca de El Rebollar, acabó con tres ovejas muertas y doce heridas de la ganadería de Alfonso Gutiérrez. Poco después, tras al alba, los buitres dieron cuenta del resto de los cadáveres y tanto al propietario de la explotación, como a los agentes medioambientales que acudieron a levantar testimonio del acontecimiento, les costó trabajo reconstruir la escena.
La organización agraria COAG Castilla y León denunció ya hace unas semanas que los lobos causaron el año pasado en la región 2.579 ataques a granjas que malograron 3.774 cabezas de ganado. “Todo ese festín con terneros y corderos de menú durante 2019, costó a los ganaderos 2 millones de euros. Y esa cantidad hubo de ser soportada en gran parte por la contabilidad de los granjeros, en tanto que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente sólo asume, aproximadamente, el 65% de coste de los destrozos en las explotaciones”, señala.
Por todo ello, la organización reitera su ampliamente difundida postura y es que considera prioritario el control de las especies silvestres y emplaza a las Consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura de la Junta de Castilla y León a afrontarlo sin demora. “Lo contrario, está dejando indefensos, como podemos comprobar a diario, no solo a agricultores y ganaderos, sino también al conjunto de la sociedad, que ya está viendo las consecuencias de una proliferación descontrolada de fauna salvaje. Por ejemplo, la irrupción en las ciudades de manadas de jabalíes, los daños en las infraestructuras viarias de los conejos, la siniestralidad derivada de la invasión de las calzadas por la fauna o las afecciones sanitarias motivadas por los topillos”, concluye