Las industrias queseras respetan los contratos y el ovino de leche pasa un verano de estabilidad
Verano de estabilidad en el mercado de la leche de oveja, lo que significan buenas noticias para los productores de este subsector ganadero, que ha sido uno de los que menos efectos negativos ha tenido por el estado de alarma a causa del COVID-19 y que provocó el cierre del canal Horeca. A pesar de que las sensaciones durante los pasados meses de abril y mayo eran bastante negativas entre los ganaderos de ovino lechero de Castilla y León, las industrias queseras han respetado los contratos lácteos que se firmaron entre vendedores de leche de oveja y transformadores a inicios de año, lo que ha aportado estabilidad al sector.
Por lo tanto, el precio durante los meses de junio y julio puede establecerse en una media de 7,21 euros por hectogrado, es decir, 12 pesetas por grado de extracto quesero (suma de los porcentajes de grasa y proteína). Esta cantidad se incrementará de forma progresiva en los próximos meses. Dependiendo del contrato que se tenga firmado en cada caso, puede comenzar a subir ya desde agosto o en el mes de septiembre. El máximo de precios en otoño también dependerá de cada contrato, ya que llegará más alto en los ganaderos que tuvieron un precio más bajo en primavera, pero oscilará en la mayor parte de los casos entre 7,81 y 8,11 euros por hectogrado (de 13 a 13,50 pesetas por grado de extracto).
En el sector ya se da por hecho que no habrá cambios sustanciales durante el presente año 2020. Las negociaciones para los precios del ejercicio 2021 comenzarán a finales de año, con la evolución de la producción y del consumo como principales factores vinculantes.