Nueva Rumasa compra a Kraft la planta de \'El Caserío\' en Mahón
EXPANSIÓN/ La familia Ruiz-Mateos quiere ganarse a pulso el título de salvadores de empresas. Su hólding empresarial, Nueva Rumasa, alcanzó ayer un acuerdo con Kraft Foods para quedarse con la planta de queso fundido de Mahón (Menorca) y evitar el despido de 164 trabajadores.
La operación no incluye la emblemática marca El Caserío, de la que Kraft no quería desprenderse bajo ningún concepto. Por el contrario, la multinacional americana ha vendido a Nueva Rumasa las marcas Santé, Quesilettes y Tranchettes, enseña que es líder en queso fundido en lonchas.
Kraft había anunciado en diciembre el traslado de la producción de El Caserío a Bélgica y el cierre de la fábrica de Mahón ante el alza de los costes productivos. Además de la cesión de Tranchettes y Santé, el acuerdo con Nueva Rumasa lleva aparejado otras compensaciones para asegurar que la fábrica tenga suficiente masa crítica para seguir funcionando.
Así, Kraft ha decidido retrasar hasta final de año el traslado de la producción de El Caserío a Bélgica, donde los costes son un 5% inferiores. A partir de 2010 el grueso del volumen de El Caserío se fabricará en Bélgica excepto una parte que seguirá encargándose a Nueva Rumasa durante tres años.
Nueva Rumasa acumula ya una docena de marcas de alimentación (como Clesa, Apis, Elgorriaga y Cacaolat) que este año prevén facturar 900 millones de euros.



