La IGP Queso Castellano espera que su aprobación definitiva llegue a comienzos de otoño.
La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Queso Castellano, figura de calidad promovida por la Federación Castellano-Leonesa de Industrias Lácteas, espera que su aprobación definitiva por parte de la Comisión Europea llegue a finales de septiembre o principios de octubre, por lo que se podría poner ya en funcionamiento esta IGP que nace con la vocación de amparar todo el queso de oveja madurado que se produzca en Castilla y León.
Una vez superados los trámites de la Junta de Castilla y León y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), las autoridades de Bruselas tienen la última y definitiva palabra sobre la puesta en marcha de esta figura de calidad. “Somos plenamente optimistas y creemos que se va a autorizar la puesta en marcha de la IGP, porque hemos cumplido todos los trámites con el beneplácito de las autoridades españolas”, comenta Fernando Kaiser, presidente de la federación regional.
Queso Castellano es un queso graso o extra-graso de coagulación enzimática y de prensado intenso con una larga vida útil. Elaborado con leche cruda o pasteurizada de oveja procedente de explotaciones ubicadas en Castilla y León y con una maduración mínima de 30 días para quesos con peso igual o inferior a 1,5 kg y de 60 días para el resto de formatos.
Se admitirá toda la leche de oveja producida en Castilla y León, aunque la alimentación proporcionada al ganado deberá proceder de esta comunidad autónoma en al menos el 50% del total de la alimentación animal.