Los responsables del proyecto “Life+GreenWoolf”, centrado en la obtención de fertilizante ecológico a partir de la lana, dieron el toque internacional a la Feria de Loja

La presencia de los responsables del proyecto “Life+GreenWoolf, centrado en la obtención de fertilizante ecológico a partir de la lana, dio un toque internacional a la Feria de Loja, recién finalizada, según se recoge de la web de FEAGAS

Como ya informamos en su día, la Asociación de Ganaderos y Criadores de la Raza Ovina Lojeña del Poniente Granadino (ACROL) está interesada en llevar a cabo este proyecto -cuya presentación a nivel nacional coordinó FEAGAS-, de ahí que convocasen a sus máximos responsables a esta Feria para que pudiesen dar, de forma directa, todo tipo de explicaciones a los ganaderos interesados en el mismo. Incluso, se pretendía ofrecer una demostración práctica en directo del proceso de conversión de lana en fertilizante, a través de un proceso denominado hidrólisis verde, pero al final no se pudo hacer al no poder traer la máquina desde Italia por un problema de permiso de salida en su país. Pero su sola presencia “despertó una gran curiosidad por parte de nuestros ganaderos, quienes recibieron todo tipo de explicaciones sobre este proyecto”, nos apunta Juan Antonio Moreno, presidente de ACROL.

Este proyecto europeo pretende recuperar la lana "sucia", es decir, la de menor valor para la industria textil, como abono ecológico a través de un proceso sostenible. De llevarse a cabo este proyecto, el colectivo ganadero prevé obtener más de 200.000 litros de abono ecológico a partir de una producción de lana de 100.000 kilos aproximadamente.

Para Juan Antonio Moreno se trata de "una iniciativa muy rentable debido al escaso valor de la lana en la industria textil", y añade que la lana de la raza ovina Lojeña, una vez transformada en biofertilizante, alcanzaría un precio en el mercado de 500.000 euros frente a los 50.000 euros de la lana convencional, de ahí el interés de la Asociación en que al final se consiga llevar a cabo este proyecto.

"Hasta ahora la lana se está vendiendo a bajo precio y apenas cubre el coste de la esquila, por lo que la venta de lana para tejidos naturales es una buena opción que cubriría parte de los costes que supone la esquila de las ovejas", describe Moreno.

Según las estimaciones del colectivo ganadero, la raza ovina Lojeña produce más de 100.000 kilos de lana con un precio en el mercado de unos 45 a 50.000 euros. Su conversión en fertilizante le otorgaría un valor de hasta 500.000 euros.

"Por cada kilo de lana, cuyo coste sería de aproximadamente un euro, se obtendrían dos litros de biofertilizante que en el mercado alcanzaría un precio de hasta cinco euros", explica.

EL USO DE DRONES, OTRA INICIATIVA DE FUTURO

Siguiendo con el apartado de nuevas iniciativas de futuro, otro proyecto en el que está inmersa la Asociación de Criadores de la Raza Ovina Lojeña es la del posible uso de drones, que podrían sustituir a los perros pastores, idea que también tuvo su espacio en la Feria y que también despertó un gran interés por parte de los ganaderos presentes.

La dificultad de controlar una cabaña tan extensa, como es la Lojeña, y por zonas tan escarpadas ha llevado a sus ganaderos a adaptarse a los nuevos tiempos y confiar en las bondades de los drones para sobrevolar los terrenos más difíciles de la montaña, allí donde la honda del pastor no alcanza y menos aún el ladrido del perro pastor.

Ésta es la solución que les plantean desde Inertia Drone, cuyo proyecto ha sido seleccionado por el programa Encuentra capital Extremadura 2015 y que se presentó en el transcurso de la Feria Ganadera Ecológica de Loja .

En este sentido, Juan Antonio Moreno ha asegurado que "guiar y cuidar de las ovejas en plena sierra no es sencillo. Además de vigilar el ganado queremos que los drones nos faciliten el conteo de ganado, su control, así como la gestión de pastos", añade.

Aunque los criadores de la oveja Lojeña al principio eran reacios al uso de esta tecnología, poco a poco están más convencidos de las bondades de estos dispositivos. "Al pastorear con drones el ganadero se ahorra esfuerzo porque no tiene que moverse del lugar", indica Moreno, quien añade que "esta tecnología podría ser un incentivo para que los jóvenes se queden en el campo".