La Guardia Civil advierte de que la mayor inmigración irregular llega a España por vía aérea y no por mar
La inmigración irregular por vía marítima concentra la atención mediática, pero no representa el principal flujo de entradas irregulares en España. Así lo afirmó el general de brigada Javier Moscoso Sicardo, jefe de la Jefatura de Policía Marítima de la Guardia Civil, durante su intervención en un Desayuno informativo organizado por el Clúster Marítimo Español (CME), en el que abordó la situación de la Frontera Sur y la respuesta del instituto armado ante este fenómeno.
Ante los socios del CME, Moscoso —recientemente distinguido por el propio Clúster por la labor de bienestar social que desarrolla la Guardia Civil— invitó a “abrir la mente” y a observar una realidad distinta de la que reflejan habitualmente los medios de comunicación. Según explicó, la llegada de embarcaciones irregulares es solo “la punta del iceberg”, ya que el mayor volumen de inmigración irregular accede al país a través de los aeropuertos.
El presidente del CME, Javier Garat, reiteró el respaldo permanente de la organización a la Guardia Civil y subrayó la importancia estratégica de España como país marítimo, con cerca de 8.000 kilómetros de costa, y como frontera natural entre África y Europa. En este contexto, Moscoso recalcó que la seguridad europea debe abordarse en África y no únicamente desde las fronteras comunitarias, y calificó el fenómeno migratorio como de “suma preocupación”.
La inmigración por vía aérea
Uno de los aspectos más destacados de la intervención fue el análisis de las vías reales de entrada de la inmigración irregular. Moscoso fue tajante al afirmar que “el mayor cayuco que llega a España lo hace por los aeropuertos”. Mientras las pateras acaparan titulares, explicó, la mayoría de las solicitudes de asilo proceden de Sudamérica, principalmente de ciudadanos venezolanos, colombianos y peruanos, que entran legalmente sin visado y posteriormente solicitan protección internacional.
Como ejemplo de los cambios en los flujos migratorios, señaló que la principal vía de acceso para ciudadanos marroquíes ya no es el mar, sino los vuelos Casablanca-Estambul, desde donde acceden posteriormente al espacio Schengen. En cifras, recordó que en 2024 España registró 93,8 millones de entradas de turistas y 167.000 solicitudes de asilo, frente a 30.600 entradas irregulares por vía marítima contabilizadas en 2025 hasta el 30 de noviembre.
Lucha contra las mafias y cooperación internacional
El general destacó la efectividad de las políticas españolas de control migratorio, que han permitido reducir un 43,7% las entradas por mar en 2025, con una caída del 59% en la ruta canaria. Este descenso se sustenta, según explicó, en el despliegue permanente de la Guardia Civil y la Policía Nacional en África desde 2006, tras la crisis de los cayucos, y en las patrullas conjuntas con países como Mauritania, Senegal y Gambia.
Los resultados de esta cooperación son, afirmó, “directos y mensurables”. En 2024, mientras 46.500 migrantes llegaron a Canarias, 31.582 fueron interceptados en las costas de África occidental antes de iniciar la travesía. Además, la labor investigadora para desarticular redes criminales permitió realizar 206 operaciones y detener a 240 personas ese mismo año, evitando que miles de migrantes pusieran su vida en peligro. La relación con Marruecos fue calificada como la de un “aliado estratégico”, responsable de interceptar el 80% de los intentos de entrada irregular.
Moscoso explicó que la reducción de llegadas también responde a una mayor implicación de los países africanos, que han tomado conciencia del problema y están adoptando medidas, como la modificación de sus leyes migratorias para facilitar la devolución de personas en situación irregular, citando el caso de Mauritania. A largo plazo, defendió que la solución pasa por impulsar “políticas locales de desarrollo que fijen a la población” y ofrezcan a los africanos un futuro en su propio continente.
Europa y el papel de Frontex
En el ámbito europeo, el general lamentó la ausencia de una posición común en la Unión Europea para gestionar la inmigración. Sobre la Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex), señaló que existen márgenes de mejora y consideró necesario que refuerce su actuación en los países de origen, tránsito y salida, pese a las dificultades de un marco legal complejo. Frente a ello, subrayó que España ha logrado consolidarse como un socio fiable en África, aceptado por los países de la región.
La jornada concluyó con el reconocimiento del presidente del CME, Javier Garat, quien calificó la exposición del general Moscoso con una “matrícula de honor”.
















