Tecnología en las aulas: ¿prohibición o uso responsable?

El anuncio del Gobierno de España sobre una futura regulación que limitará el uso de teléfonos móviles en los centros educativos ha generado un intenso debate en el sector. La medida, que busca reducir distracciones y riesgos asociados al uso indiscriminado de dispositivos, ha sido recibida con reacciones matizadas por parte de educadores, expertos en innovación pedagógica y fabricantes tecnológicos.

Desde la redacción de Equipamiento para Centros Educativos hemos recogido las opiniones de diferentes voces como el experto Pere Marquès, coordinador de la red DIM-EDU; Jorge Calvo, profesor y director de innovación en el Colegio Europeo de Madrid; Jaume Pausas, Marketing Manager de Acer España y Portugal, y Javier Montes, responsable de canal de WatchGuard Technologies. Sus respuestas revelan una visión compartida: prohibir no es suficiente, educar es imprescindible.

Aunque hay consenso sobre la necesidad de regular el uso de móviles en el aula, de lo que nadie duda es la forma en que se aplique esta limitación es clave.

Para Pere Marquès, “es razonable que en Infantil y Primaria no se permita el uso de móviles, salvo casos excepcionales. En Secundaria, si se llevan al aula, deberían permanecer apagados y guardados durante la jornada”. No obstante, defiende su uso puntual bajo supervisión docente, “cuando aporten valor al aprendizaje”.

Por su parte, el docente Jorge Calvo considera que centrarse en la prohibición es una “respuesta simplista” y defiende una educación digital integral como verdadero objetivo: “Es esencial establecer normas claras y educar al alumnado en el uso responsable de la tecnología, en lugar de imponer prohibiciones absolutas”.

Desde el ámbito de la ciberseguridad, Javier Montes aplaude la iniciativa del Gobierno: “Valoro de forma muy positiva esta propuesta. Es necesario establecer límites saludables en la relación con la tecnología, especialmente en menores de edad”. Para Montes, prohibir el uso personal de móviles durante el horario escolar no impide que se trabaje la competencia digital de forma estructurada con herramientas adecuadas.

Por su lado, Jaume Pausas, desde Acer, valora la propuesta como “un paso que refleja la legítima preocupación compartida por la comunidad educativa sobre el uso adecuado de la tecnología”. Señala que la clave está en asegurar que esta se utilice de forma que “apoye y mejore el aprendizaje”.

Pere Marquès, coordinador de la red DIM-EDU.

Los expertos coinciden en que el problema no son los dispositivos en sí, sino su uso sin control ni propósito educativo. En este sentido, Jorge Calvo advierte del “riesgo de dependencia, desinformación y brecha digital” cuando no existe una estrategia clara de integración tecnológica. La irrupción de la inteligencia artificial generativa, asegura, ha amplificado estos riesgos.

En este punto, Javier Montes insiste en que “la exposición sin control a entornos digitales abre la puerta al ciberacoso, la manipulación emocional y la sobreestimulación”, y subraya la importancia de acompañar a los menores en el uso de dispositivos con supervisión y alfabetización crítica.

No obstante, Jaume Pausas alerta de que una limitación excesiva del acceso a la tecnología en el entorno escolar “podría incrementar la brecha digital, especialmente para aquellos alumnos que no tienen acceso a recursos digitales en casa”. La escuela, recuerda, es “un espacio crucial para garantizar la equidad en el acceso y el desarrollo de habilidades digitales”.

Uno de los grandes temores que ha suscitado la propuesta gubernamental es que una limitación estricta pueda mermar la formación digital del alumnado. Para los expertos consultados, este riesgo solo existe si no se garantiza un acceso alternativo a la tecnología dentro del aula.

“Limitar el uso de móviles no implica renunciar a las competencias digitales, siempre que se implementen alternativas educativas eficaces”, apunta Javier Montes, y Pere Marquès lo refuerza: “El desarrollo de la competencia digital está incluido en el currículum, y se puede trabajar con dispositivos del centro o propios, siempre bien regulados”.

Jaume Pausas también advierte del peligro de una restricción excesiva: “Una limitación demasiado restrictiva, particularmente en las primeras etapas educativas, podría limitar la adquisición de las competencias digitales esenciales que son vitales para su futuro y para la participación plena en la sociedad del siglo XXI”. Cita además el informe PISA 2022, que asocia el uso pedagógico de la tecnología con mejores resultados académicos.

Jorge Calvo, profesor y director de innovación en el Colegio Europeo de Madrid.

¿Puede la autorregulación de los centros ser suficiente? Aquí las opiniones coinciden en la necesidad de una regulación clara, pero también flexible. Javier Montes considera que “la autorregulación no basta: debe existir una normativa general consensuada que fije mínimos comunes”. Los centros, por su parte, deben enfocarse en fomentar buenas prácticas.

Pere Marquès subraya que “hay que hacer las cosas bien”: dotar a los centros de infraestructuras, formar al profesorado y mantener una estrecha colaboración con las familias. Jorge Calvo aboga por un equilibrio entre directrices estatales y autonomía de los centros, siempre acompañadas de programas formativos para toda la comunidad educativa.

Finalmente, Jaume Pausas propone un enfoque integral que combine directrices generales con autonomía de los centros, formación docente, campañas de concienciación y uso de herramientas tecnológicas para personalizar el aprendizaje. “Lo fundamental es centrarse en la educación y el fomento de un uso positivo, en lugar de una simple restricción”, afirma.

Desde el lado de la industria, WatchGuard recuerda que los dispositivos deben ir acompañados de mecanismos de protección. “Nuestras soluciones incluyen control parental, filtrado de contenidos, gestión de accesos y monitorización del tráfico”, explica Javier Montes.

Acer, por su parte, desarrolla dispositivos y soluciones diseñadas para un entorno seguro y educativo. Pausas destaca herramientas como Acer User Sensing, que fomenta pausas saludables en el uso de pantallas, y el programa Aula de IA, que ayuda a los docentes a optimizar la enseñanza con inteligencia artificial. También menciona los paquetes educativos Acer x Intel SFI, que promueven el interés por materias STEM desde edades tempranas.

“La tecnología es un motor de progreso educativo”, concluye Pausas. “El debate actual es una oportunidad para asegurar que se integra en nuestras aulas de la forma más beneficiosa posible, equipando a los estudiantes con las habilidades que necesitan para prosperar en el futuro”.

Jaume Pausas, Marketing Manager de Acer España y Portugal.

Además de estas opiniones recogidas por Equipamiento para Centros Educativos, son muchas las voces expertas que se han pronunciado al respecto de la cuestión. Por ejemplo, Sylvie Pérez, psicopedagoga y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha declarado públicamente que considera que prohibir los móviles en las aulas es una forma de renunciar al deber de educar. Aboga por enseñar a los estudiantes un uso responsable de la tecnología en lugar de imponer restricciones absolutas.

Por su parte, Héctor Gardó, director de Equidad Digital en la Fundación Bofill, advierte que la prohibición puede erosionar la relación entre docentes y alumnos, convirtiendo a los profesores en “policías del móvil”. Propone que la escuela se enfoque en educar sobre el uso responsable de la tecnología en lugar de imponer prohibiciones.

También Charo Sádaba, profesora de la Universidad de Navarra, opina que prohibir los móviles en las aulas puede ser contraproducente, ya que podría aumentar su atractivo entre los adolescentes. Esta docente aboga por una integración adecuada de la tecnología en la educación, con formación específica para el profesorado.

Desde una perspectiva “intermedia”, David Vilalta, maestro de primaria de larga trayectoria en la educación catalana, reconoce que los móviles pueden ser herramientas tecnológicas útiles si se utilizan en el momento adecuado, y propone un uso complementario en actividades educativas específicas, evitando tanto la prohibición total como el uso irrestricto.

Finalmente, Pablo Lara, presidente del clúster Edutech, destaca que los móviles permiten personalizar el aprendizaje y fomentar el trabajo colaborativo, habilidades relevantes en el entorno laboral actual. Subraya no obstante la importancia de integrar la tecnología en la educación de manera equilibrada.

Javier Montes, responsable de canal de WatchGuard Technologies.

La Comunidad de Madrid será, el próximo curso escolar 2025/26, la primera de España que elimine de sus colegios el uso individual de dispositivos digitales en alumnos de Educación Infantil y Primaria. Esta es una de las principales medidas del nuevo Decreto que está ultimando el Gobierno autonómico para regular y limitar su utilización en los centros educativos sostenidos con fondos públicos, alrededor de 2.000 con más de medio millón de estudiantes.

Los principios generales de esta normativa pionera de la Comunidad de Madrid garantizarán la adquisición de las competencias digitales recogidas en los currículos educativos de las diferentes etapas, pero a la vez establecerán las limitaciones necesarias para reducir los riesgos derivados del uso temprano, intensivo o inadecuado de las tecnologías de la información.

En cuanto al uso compartido entre dos o más alumnos, se permitirá siempre con una finalidad pedagógica, bajo la supervisión de los docentes y con limitaciones de tiempo en función de las edades y etapas. Así, en el segundo ciclo de Educación Infantil (niños de 3 a 6 años) y en los dos primeros cursos de Primaria, este manejo compartido estará restringido a una hora semanal. Por su parte, los alumnos de 3º y 4º de Primaria tendrán una hora y media para su empleo conjunto durante la semana, mientras que los de 5º y 6º podrán usarlas con estas condiciones un máximo de dos horas semanales. Los más pequeños del primer ciclo de Infantil (0-3 años) no tendrán contacto con estos dispositivos.

En cuanto a la etapa de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), serán los propios colegios e institutos que la imparten los que delimiten el uso individual o compartido de tablets, ordenadores y demás según las características de las enseñanzas, la edad y el grado de madurez de sus alumnos.

La norma también recogerá algunas excepciones a estas restricciones. Por ejemplo, aquellos alumnos con necesidades específicas de apoyo que requieran de estos recursos digitales, previo informe psicopedagógico, podrán utilizarlos sin ningún tope horario. Y también se permitirá su uso en las materias optativas o proyectos en los que sean imprescindibles para adquirir competencias específicas.

• Regulación del uso de móviles en las aulas en España

La regulación del uso de dispositivos móviles en las aulas varía significativamente entre las comunidades autónomas de España y los países europeos. A continuación, se presenta un resumen comparativo de las medidas adoptadas en diferentes regiones:

Comunidades con prohibición total o parcial:

• Cataluña: Se prohíben los dispositivos móviles en Primaria, mientras que en Secundaria su uso está permitido solo para actividades pedagógicas bajo autorización. La Generalitat se plantea prohibirlos en todos los casos.
• Extremadura: Desde febrero de 2024, se prohíbe el uso de móviles en todas las etapas educativas, excepto la universidad, incluyendo Bachillerato y Formación Profesional. Solo se permiten con fines pedagógicos o en situaciones excepcionales con autorización escrita.
• Comunidad Valenciana: A partir de mayo de 2024, se prohíbe el uso de teléfonos móviles en las aulas en todos los centros educativos que reciban fondos públicos.
• Baleares: Se ultima una instrucción para prohibir el uso de móviles en todos los colegios e institutos públicos y concertados, con excepciones justificadas. La implementación se prevé para el año 2025.
• Galicia, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha: Estas comunidades han implementado regulaciones que prohíben o limitan el uso de móviles en las aulas, con variaciones en la aplicación según la etapa educativa y las circunstancias.

Comunidades con autonomía para los centros:

• Euskadi: Es la única comunidad que deja en manos de los colegios la decisión sobre el uso de móviles. Cada centro debe incluir sus normas en los reglamentos de organización y funcionamiento antes del 31 de diciembre.
• Navarra: El Departamento de Educación está finalizando un nuevo Decreto Foral de Convivencia que regulará el uso de dispositivos tecnológicos en las aulas, limitando su utilización a cuando esté debidamente justificada y contemplada en los proyectos educativos de cada centro.

• Regulación del uso de móviles en las aulas en Europa

Países con prohibición legal:

• Francia: Desde 2018, se prohíbe por ley el uso de teléfonos móviles en la enseñanza primaria y secundaria durante el horario escolar, incluyendo tabletas y relojes inteligentes, salvo excepciones médicas o educativas justificadas.
• Países Bajos: A partir de enero de 2024, se prohíbe el uso de teléfonos móviles, tabletas y relojes inteligentes en las aulas de primaria y secundaria, permitiendo excepciones por razones pedagógicas o médicas.
• Italia: Desde 2007, se prohíbe el uso de móviles en las aulas, aunque su aplicación ha sido desigual. En 2022, el Ministerio de Educación recordó la prohibición, permitiendo excepciones con autorización docente.
• Suecia: El gobierno ha presentado una iniciativa para prohibir el uso de teléfonos móviles en las escuelas de primaria, con apoyo mayoritario en el Parlamento.

Países con autonomía escolar:

• Alemania: Los centros educativos tienen autonomía para prohibir el uso de dispositivos móviles. No existe una prohibición generalizada a nivel federal.
• Portugal: Una ley de 2012 establece que los alumnos no deben usar equipamiento tecnológico en lugares donde se imparten clases, dejando la decisión final a los colegios.
• Reino Unido: La ministra de Educación recomendó en 2023 la prohibición de teléfonos móviles durante el horario escolar, incluyendo recreos, dejando la implementación a los directores de los centros.
• Bélgica, Austria, Hungría: En estos países, las escuelas deciden de forma autónoma sobre el uso de los móviles en las clases y fuera de ellas.

“Es razonable que en Infantil y Primaria no se permita el uso de móviles, salvo casos excepcionales, pero en Secundaria su uso puntual puede ser útil si aporta valor al aprendizaje”, Pere Marquès

“Es esencial establecer normas claras y educar al alumnado en el uso responsable de la tecnología, en lugar de imponer prohibiciones absolutas”, Jorge Calvo

“Lo fundamental es centrarse en la educación y el fomento de un uso positivo, en lugar de una simple restricción”, Jaume Pausas

“Limitar el uso de móviles no implica renunciar a las competencias digitales, siempre que se implementen alternativas educativas eficaces”, Javier Montes