"Las máquinas son tontas, no superarán nunca al ser humano"
Comunicaciones Hoy09/12/2016
El presente y el futuro de la tecnología de realidad aumentada, su evolución, en qué punto se encuentra en España y sus principales aplicaciones son algunas de las cuestiones que abordaron los expertos reunidos por MediaTrends, el blog de tendencias de Media Markt, para debatir en torno al “Futuro de la Realidad Virtual y la Inteligencia Artificial”.
Jaume Miralles, Watson Tecnical Sales en SPGI en IBM, Alejandro Salinas, Industry Manager Performance Marketing Evangelist en Google, y Simón Viñals, director de Tecnología de Intel Corporation Iberia, coinciden en señalar que la Inteligencia Artificial nos ayuda en el día a día gracias a su capacidad de gestionar y contrastar datos pero, en palabras de Viñals, “es imposible que una máquina supere a un cerebro humano porque no tiene la capacidad de pensar, sentir o intuir”.
En este sentido, el director de Tecnología de Intel opina que “‘el criterio humano es otro punto clave que jamás tendrán las máquinas” y, por lo tanto, la Inteligencia Artificial aplicada con éxito al sector sanitario “permite detectar de forma precoz problemas, pero el criterio médico es lo fundamental”. La idea, según Alejandro Salinas de Google, es que “las máquinas sean menos tontas, pero nunca más listas que nosotros; sólo así conseguiremos que nos ayuden más”.
La clave para el futuro de la Inteligencia Artificial pasa por la Educación. No obstante, la mayoría de las universidades aún no apuestan por ella, según los expertos, quienes ven en la formación autodidacta una alternativa. Mientras tanto, IBM, Intel y Google, ofrecen programas didácticos para educar en este campo. IBM, por ejemplo, cuenta con programas de formación con las universidades, mientras que Google sube a YouTube vídeos para enseñar a programar en machine learning.
En cuanto al futuro de la Realidad Virtual, para Salinas, vendrá marcada por la mejora de los algoritmos. En Estados Unidos, por ejemplo, una de cada cinco búsquedas en Google ya se hace por voz.
En respuesta a si la sociedad está preparada para un mundo con Inteligencia Artificial, los expertos coincidieron en que la ley se queda obsoleta ante tecnología como el coche autónomo, el más claro ejemplo de que tecnología posibilita cosas que la ley aún no permite.
Jaume Miralles, Watson Tecnical Sales en SPGI en IBM, Alejandro Salinas, Industry Manager Performance Marketing Evangelist en Google, y Simón Viñals, director de Tecnología de Intel Corporation Iberia, coinciden en señalar que la Inteligencia Artificial nos ayuda en el día a día gracias a su capacidad de gestionar y contrastar datos pero, en palabras de Viñals, “es imposible que una máquina supere a un cerebro humano porque no tiene la capacidad de pensar, sentir o intuir”.
En este sentido, el director de Tecnología de Intel opina que “‘el criterio humano es otro punto clave que jamás tendrán las máquinas” y, por lo tanto, la Inteligencia Artificial aplicada con éxito al sector sanitario “permite detectar de forma precoz problemas, pero el criterio médico es lo fundamental”. La idea, según Alejandro Salinas de Google, es que “las máquinas sean menos tontas, pero nunca más listas que nosotros; sólo así conseguiremos que nos ayuden más”.
La clave para el futuro de la Inteligencia Artificial pasa por la Educación. No obstante, la mayoría de las universidades aún no apuestan por ella, según los expertos, quienes ven en la formación autodidacta una alternativa. Mientras tanto, IBM, Intel y Google, ofrecen programas didácticos para educar en este campo. IBM, por ejemplo, cuenta con programas de formación con las universidades, mientras que Google sube a YouTube vídeos para enseñar a programar en machine learning.
En cuanto al futuro de la Realidad Virtual, para Salinas, vendrá marcada por la mejora de los algoritmos. En Estados Unidos, por ejemplo, una de cada cinco búsquedas en Google ya se hace por voz.
En respuesta a si la sociedad está preparada para un mundo con Inteligencia Artificial, los expertos coincidieron en que la ley se queda obsoleta ante tecnología como el coche autónomo, el más claro ejemplo de que tecnología posibilita cosas que la ley aún no permite.
