Las tecnologías del Metaverso, blockchain e inteligencia artificial

La ciencia ficción ha estado anticipando ciertas tendencias del mundo real desde hace ya varios años y el Metaverso no es ninguna excepción. El Metaverso combina la realidad virtual envolvente con las estrategias participativas y narrativa de los videojuegos. Las recientes inversiones en tecnologías de Realidad Aumentada (Augmented Reality, AR) y Realidad Virtual (Virtual Reality, VR) han sido clave para el desarrollo de este mundo virtual.

El Metaverso pronto ofrecerá un espacio tridimensional, de 360 grados, plenamente envolvente e interactivo, orientado tanto a negocios como consumidores. Al igual que en los videojuegos, los usuarios podrán crear avatares para actuar como sus gemelos digitales y personalizar hasta el último detalle de su aspecto y comportamiento. Una vez que se hayan establecido los entornos virtuales, resultará posible trabajar, jugar, socializar, investigar y enseñar a los demás mediante interacciones en esos entornos.

Por lo tanto, estamos hablando de una reinterpretación virtual del mundo real, donde las personas podrán utilizar criptodivisas para adquirir salas y terrenos, creando espacios virtuales en los que mostrar sus intereses e incluso habitar.

Hacer realidad el Metaverso requiere la capacidad de procesar datos con gran rapidez y en tiempo real. Esto implicará un mayor enfoque en mejorar la conectividad de red, reducir la latencia y empoderar a los negocios para que escalen su capacidad de almacenamiento en función de la demanda. Sin lugar a dudas, el auge del Metaverso generará más centros de datos, demostrando que el mundo virtual futurístico seguirá dependiendo de una infraestructura física que lo sustente.

Massimo Chiriatti, Chief Technical & Innovation Officer Infrastructure Solutions Group Lenovo.

Por su parte, el impacto positivo de los sistemas de inteligencia artificial (IA) sobre la sociedad dependerá de otros factores aparte del código subyacente. El éxito de la IA dependerá de quienes empleen dichos sistemas y de cómo lo hagan.

No es posible evitar utilizar la IA; resulta necesaria porque estamos atravesando una aceleración en la cantidad de información y datos disponibles que excede la capacidad de comprensión humana. Por lo tanto, necesitamos aplicar filtros que nos permitan seleccionar y procesar todo este contenido. Es aquí donde los centros de datos resultan esenciales para la IA. La aceleración de la adopción de la IA en los últimos tiempos ha dado lugar a un mayor énfasis sobre los recursos informáticos y la infraestructura que los sustenta. Los algoritmos de IA toman mejores decisiones cuando están expuestos a más datos, lo cual significa que los negocios deben aumentar sus capacidades de almacenamiento para garantizar que puedan capturar conjuntos de datos de gran valor en sus centros de datos.

Las grandes innovaciones, como el aprendizaje automático (machine learning, ML) y AutoML, nos permitirán generar rápidamente modelos de ciencia de datos y aplicar con gran efectividad los mecanismos operativos del cerebro, mediante IA.

Sin embargo, la IA siempre se encuentra a merced de la información que se le haya suministrado, lo cual quiere decir que nunca podrá reemplazar completamente al ser humano. Su gran potencial específico hace que cualquier máquina concreta resulte inutilizable fuera de la realidad que haya observado. En última instancia, se requiere del razonamiento humano para comprender un cambio de contexto.

Mientras, la tecnología blockchain es, potencialmente, una de las mayores innovaciones tecnológicas de los últimos diez años. Se trata de un sistema que permite a personas y organizaciones estipular acuerdos y registrar información de forma permanente sin necesidad de una autoridad central. Esto tiene implicaciones muy significativas para la forma en la que concebimos muchas de nuestras instituciones económicas, sociales y políticas.

Aprovechando la tecnología blockchain, diferentes elementos de la sociedad podrían, teóricamente, hacer negocios con socios ubicados en cualquier rincón del planeta e intercambiar cualquier recurso mediante transacciones de cualquier volumen. Además, no se requieren intermediarios que garanticen que ambas partes cumplirán realmente con lo prometido; gracias a la tecnología blockchain, todo queda establecido de antemano. La naturaleza descentralizada de esta tecnología transformará el panorama económico a lo largo de los próximos años.

Sin embargo, materializar estas transacciones a gran escala requiere de una ingente capacidad informática y de almacenamiento. Es por ello que los centros de datos desempeñan un papel crítico en el desarrollo de la tecnología blockchain, puesto que aportan a las empresas las capacidades de procesamiento, almacenamiento y conectividad ágil necesarias para hacerlo posible.