Los inversores alertan de una posible burbuja en la robótica humanoide impulsada por el ‘hype’ de la IA
Los últimos informes de capital riesgo de KPMG y PitchBook confirman que la inteligencia artificial continúa siendo el principal destino de la inversión, concentrando más de la mitad del capital invertido este año. Según datos de CB Insights, dentro del propio mercado de la IA la atención de los inversores se está desplazando rápidamente hacia la robótica humanoide industrial, que en el último trimestre registró 17 operaciones, la cifra más alta entre todas las categorías analizadas.
Aun así, la IA mantiene una fuerte presencia en otros ámbitos, como los agentes y copilotos de programación o los agentes de desarrollo de software de extremo a extremo, lo que evidencia un mercado altamente fragmentado pero dominado por la tecnología.
Temor a una nueva burbuja tecnológica
El rápido crecimiento del sector ya ha despertado alertas a nivel internacional. Desde China, el principal organismo de planificación económica ha señalado la necesidad de “equilibrar la velocidad con los riesgos de burbujas” en la industria de la robótica humanoide, según recogió Bloomberg. Para muchos inversores, la avalancha de capital está empujando al sector hacia un escenario especulativo, con numerosas startups prometiendo avances tecnológicos sin pruebas claras de viabilidad comercial.
Robótica frente a robótica humanoide
Daiva Rakauskaite, socia y gestora de Aneli Capital, firma que administra un fondo de 35 millones de euros para startups en fase inicial de Europa Central y Oriental, considera que existen claras similitudes entre el actual boom inversor impulsado por la IA y la burbuja puntocom de principios de los años 2000. En su opinión, una corrección del mercado podría producirse en un plazo de dos a tres años.
“Muchas startups de IA que todavía no pueden generar ingresos fracasarán, y el mercado empieza a asumirlo. Aunque los mismos riesgos existen en la robótica humanoide, muchos inversores tienden a ignorarlos”, explica. Rakauskaite subraya, no obstante, la necesidad de diferenciar entre robótica y robótica humanoide: mientras que los robots industriales y logísticos ya generan ingresos y ofrecen resultados medibles, los humanoides aún no han demostrado su valor comercial.
Retos tecnológicos y económicos
Más allá del interés mediático generado por prototipos capaces de correr, boxear o realizar demostraciones espectaculares, la robótica humanoide afronta importantes limitaciones prácticas. Según CB Insights, los principales desafíos se centran en la inferencia en tiempo real, la destreza física, la fiabilidad y los costes, factores que restringen los casos de uso iniciales a entornos muy controlados, como fábricas y almacenes con tareas predecibles.
La importancia de una estrategia ‘revenue-first’
En este contexto, los inversores reclaman un regreso a los fundamentos. “Especialmente ahora, cuando las inversiones están impulsadas por el ‘hype’, los VC deben priorizar una filosofía centrada en los ingresos, donde el dinero real importe más que el crecimiento a cualquier precio”, señala Rakauskaitė. A su juicio, desde el primer día las startups deberían apostar por modelos claros de monetización a corto plazo, apoyados en licencias y alianzas estratégicas.
Perspectivas para el sector
Pese a las señales de alerta en la robótica humanoide, la gestora se muestra optimista con respecto al conjunto del sector de la robótica, donde la reducción de costes del hardware y los avances en IA están acelerando la adopción en aplicaciones reales. Además, destaca el potencial de Europa Central y Oriental, una región próxima a Alemania —el mayor mercado europeo de robótica industrial— y con un elevado talento tecnológico aún por explotar.
“Para crear verdaderos innovadores, los fondos deben acompañar a las empresas durante todo su recorrido, no solo mientras dura el ‘hype’”, concluye Rakauskaitė.








