La automatización como servicio, la clave para la eficiencia en la era de la IA

La innovación ha aumentado la complejidad de las infraestructuras tecnológicas. Las empresas tienen que lidiar con un laberinto de sistemas, aplicaciones y entornos que, en muchas ocasiones, se mantienen inconexos y fomentan los silos de información, lo que supone un freno para la agilidad empresarial. Este aumento de la complejidad, sumado a la escasez de talento especializado, ha provocado que la automatización de las tecnologías de la información (IT) haya dejado de ser una herramienta táctica para convertirse en un pilar estratégico de las organizaciones. Su relevancia ha ido ganando peso en los últimos años, pero el reciente auge de la Inteligencia Artificial (IA) ha terminado por consolidarla como un elemento fundamental. Estamos ante una dependencia mutua necesaria: la automatización no solo es clave para acelerar el despliegue de la IA a escala o proyectos de AIOps, sino que, a su vez, se beneficia de la propia IA para acelerar la creación de nuevas automatizaciones.

Sin embargo, y a pesar de esta clara necesidad estratégica, las primeras medidas suelen ser la adopción de herramientas de automatización para casos de uso específicos como una evolución de su automatización basada en scripts. Si bien esto resuelve problemas puntuales en silos departamentales por otro lado crea una fragmentación que lejos de ser una solución a menudo genera un problema mayor. Unos entornos de IT con múltiples herramientas de automatización que no se integran entre sí provocan ineficiencias e inseguridad, sin mencionar la imposibilidad de escalar la automatización como sería deseable. La falta de un estándar tecnológico común impide una gobernanza clara, y dificulta la colaboración entre equipos. Como hemos podido ver en el caso de MAPFRE, la adopción de una plataforma de automatización unificada como Red Hat Ansible Automation Platform supone una apuesta estratégica para garantizar la fiabilidad, la seguridad y sentar las bases para la futura integración de la IA.

Es precisamente esta estandarización la que está permitiendo la aparición de nuevos modelos de negocio de alto valor. Un ejemplo es la colaboración de T-Systems con Red Hat. Al migrar de una herramienta de automatización de código abierto a una plataforma empresarial consolidada como Red Hat Ansible Automation Platform, T-Systems Iberia no solo ha optimizado su propia operativa, con una previsión de mejora del 25% en sus procesos, sino que ha sentado las bases para ofrecer “Automatización como Servicio”. Este modelo permite a sus clientes, grandes corporaciones de sectores como la administración pública, la automoción o la sanidad, externalizar la complejidad de la automatización.

Este enfoque supone una verdadera democratización de la eficiencia operativa a nivel corporativo. Permite a las empresas acceder a estas capacidades como un servicio gestionado, en lugar de tener que instalar y mantener su propia plataforma de automatización.

La complejidad del entorno digital actual exige plataformas abiertas y estandarizadas que fomenten la colaboración y la escalabilidad. La unión de estas tecnologías, impulsadas por ecosistemas de especialistas como el que forman Red Hat y T-Systems, no solo resuelve el déficit de talento, sino que crea nuevos modelos de negocio que facilitan una competitividad más ágil y distribuida dentro del propio ecosistema corporativo, fomentando la innovación.