España refuerza su capacidad en Guerra Electrónica con tecnología nacional desarrollada por TRC
La empresa tecnológica TRC reunió a altos mandos del Ejército de Tierra y la Armada para analizar el papel central que ha adquirido la Guerra Electrónica en los conflictos actuales. La jornada sirvió para reafirmar el compromiso de las Fuerzas Armadas y la industria española con el dominio del espectro electromagnético como elemento clave de superioridad operativa.
“El campo de batalla ha cambiado. Hoy la defensa también se juega en las señales”. Con esta premisa, la compañía TRC organizó este miércoles en Madrid una jornada sobre Guerra Electrónica (EW, por sus siglas en inglés), un ámbito que ha pasado de ser una capacidad de apoyo táctico a convertirse en un pilar estratégico para la defensa moderna.
El evento contó con la participación de altos mandos del Ejército de Tierra y la Armada, así como representantes de la industria tecnológica. Todos coincidieron en señalar que dominar el espectro electromagnético es ya una condición imprescindible para garantizar la superioridad operativa y la seguridad nacional.
Alfredo Estirado, CEO de TRC junto a representantes del Ejército y Paula Martín, directora de Producto de TRC.
Tecnología nacional para un dominio estratégico
El CEO de TRC, Alfredo Estirado, y la coronel Isabel María Montalbán Silgo, jefa del Regimiento de Guerra Electrónica nº 31, inauguraron la jornada subrayando la importancia de contar con capacidades tecnológicas propias. “La dependencia del espectro es total. Si no lo controlas, no tienes capacidad de mando”, afirmó Estirado.
Por parte del Ejército, el teniente coronel Jesús Rodríguez Olmedo destacó que “el entorno es transparente, sensorizado y conectado: quien domine el espectro, domina el entorno”. Desde la Armada, se subrayó que las señales son vitales para todas sus operaciones. “Si no controlas las señales, no sobrevives. La Guerra Electrónica es transversal a todas nuestras capacidades”.
TRC expuso su apuesta por soluciones tecnológicas desarrolladas en España, con talento nacional y adaptadas desde el origen a las necesidades operativas reales. Su directora de Producto, Paula Martín, presentó una herramienta de mando y control específica para entornos EW, desarrollada junto al Ejército de Tierra en los últimos tres años. “Nuestra tecnología ya está desplegada en escenarios reales. No venimos a ocupar, venimos a sumar desde el primer día”.
Paula Martín presentó una herramienta de mando y control específica para entornos EW, desarrollada junto al Ejército de Tierra.
Nuevas amenazas, nuevas respuestas
Uno de los puntos clave de la jornada fue el análisis de las amenazas emergentes, desde enjambres de drones hasta emisores sin firma que actúan de forma encubierta. “La verdadera amenaza está en lo que no se ve. Necesitamos sistemas que no solo escuchen, sino que interpreten patrones y anticipen riesgos”, advirtió Estirado.
Olmedo coincidió en que el reto no es solo el dron, sino todo el ecosistema de señales que lo rodea. “Hay que tratar el fenómeno en su conjunto”. En este contexto, la tecnología debe servir a las fuerzas y no al revés. “Ya no basta con integrar soluciones extranjeras: hay que generar capacidad industrial nacional y soberanía tecnológica real”, defendió Martín.
Una guerra invisible, pero diaria
La jornada concluyó con una visión compartida: la Guerra Electrónica ya no es un escenario de futuro, sino una realidad operativa cotidiana. La confrontación —desde la desinformación hasta la negación del espectro— ocurre antes, durante y después del conflicto, y exige respuestas coordinadas.
“No estamos solos. Hay una estrategia común y una visión clara, pero esa visión necesita sostenerse con capacidades reales, tecnología eficaz y colaboración constante”, concluyeron los representantes militares. En un entorno donde los disparos pueden no oírse, pero las señales están en todas partes, España apuesta por dominar el espectro. Y hacerlo con medios propios.








