De residuos a biopolímeros: Aimplas impulsa la Red Marfil para sentar las bases de una producción más limpia y circular
Ana Mangas, investigadora en Mecanoquímica y Extrusión Reactiva en Aimplas
25/06/2025En los últimos años, la creciente conciencia sobre el impacto ambiental de los plásticos de origen fósil ha puesto de manifiesto la urgencia de impulsar modelos de economía circular y desarrollar materiales alternativos basados en recursos renovables. Según Eurostat, en España solo se reciclaron el 37,1% de los residuos plásticos en 2020, una cifra prácticamente idéntica a la media europea, lo que evidencia el desaprovechamiento de vastos recursos y la necesidad de nuevas rutas de valorización de la biomasa agroindustrial.
En este contexto, la Estrategia de Economía Circular ‘España Circular 2030’ y el Plan de Acción de la Comisión Europea sitúan a los biopolímeros en el centro de la transición hacia materiales más sostenibles y de menor huella ambiental, especialmente en sectores de alto consumo como envase, agricultura y transporte.
Para dar respuesta a esta necesidad, nació el proyecto Red Marfil (‘Desarrollo de polímeros de fuentes renovables con propiedades mejoradas para su aplicación en sectores industriales de alto consumo y valor añadido’), en el marco de las ayudas Cervera 2023 – NGEU. Su misión fue demostrar la excelencia en I+D de biopolímeros y traccionar nuevas colaboraciones para transferir conocimiento científico a productos innovadores. El plan estratégico se articuló en torno a tres retos tecnológicos principales: (1) rutas sostenibles para producción de biopolímeros, aditivos y refuerzos; (2) mejora de propiedades técnicas y de procesabilidad; y (3) reducción del impacto ambiental mediante ecodiseño y optimización del fin de vida útil.
Red Marfil agrupó a cuatro centros tecnológicos españoles, coordinados por Aimplas y complementados por Aitiip, Cidaut y Gaiker. Cada socio aportó experiencia en etapas críticas de la cadena de valor de los biopolímeros: desde la transformación de biomasa y síntesis de materiales, hasta su procesado, caracterización y validación final. Esta complementariedad permitió abordar de forma integrada desde el diseño molecular hasta la demostración tecnológica, así como facilitar la internacionalización de los resultados y su replicabilidad en otros sectores industriales.
Aimplas ha dotado al proyecto Red Marfil de un núcleo técnico capaz de transformar residuos en materiales de alto valor, de ensanchar el horizonte de aplicaciones de los biopolímeros y de sentar las bases de una producción más limpia y circular.
Cadenas de valor realmente circulares
El papel de Aimplas se tradujo en una actuación integrada que abarcó desde la materia prima hasta el producto final, consolidando cadenas de valor realmente circulares. Por un lado, se profundizó en la valorización de residuos lignocelulósicos, afinando procesos mecanoquímicos para separar eficientemente celulosa, hemicelulosa y lignina, y abriendo así la puerta a nuevas fuentes renovables de fibra y aditivos. Con tecnologías similares de compounding, se aplicaron técnicas de extrusión reactiva de PLA en condiciones piloto ajustadas para film, packaging y textil, logrando bioplásticos con funcionalizaciones específicas y propiedades mejoradas de rigidez y barrera. Paralelamente, Aimplas desarrolló rutas de polimerización de poliamidas biobasadas, a partir de monómeros comerciales como recuperados tras procesos de reciclado químico, así como innovadoras estrategias de reciclado biológico que complementan la recuperación química de poliésteres y poliamidas, lo que refuerza la circularidad de los biopolímeros.
Con un enfoque en la aplicabilidad y perspectiva de mercado, se pusieron en marcha demostradores de piezas de alta resistencia térmica, mecánica y química dirigidos a sectores tan exigentes como el agrícola, el marino y el de mobiliario urbano y movilidad. En el ámbito agrícola, Aimplas exploró dos rutas complementarias para film acolchado biodegradable y desarrolló espumas biodegradables capaces de servir como soporte para la liberación controlada de nutrientes o agentes de control de plagas, combinando porosidad ajustable y desintegración progresiva en suelo.
En el sector del packaging, Aimplas implementó un enfoque integrado para crear films multicapa compostables con barrera selectiva. En el ámbito de la movilidad, Aimplas desarrolló cintas unidireccionales (UD-tapes) y composites termoplásticos 100% biobasados que alcanzan niveles de rigidez y resistencia comparables a los de los materiales convencionales de origen fósil. Estas cintas, formadas por fibras continuas orientadas en la dirección de carga e incrustadas en una matriz termoplástica renovable, permiten diseñar componentes estructurales ligeros sin necesidad de modificar las líneas de moldeo existentes. Asimismo, al utilizar polímeros termoplásticos como matriz, se facilita el reciclado mecánico o químico de los componentes al término de su vida útil.
Flujo industrial sostenible
Finalmente, y de manera transversal, se integraron tecnologías de descontaminación con fluidos supercríticos y métodos de identificación y separación de plásticos convencionales y bioplásticos, garantizando que todos los desarrollos encajen en un flujo industrial sostenible.
Con este esfuerzo coordinado, Aimplas ha dotado al proyecto Red Marfil de un núcleo técnico capaz de transformar residuos en materiales de alto valor, de ensanchar el horizonte de aplicaciones de los biopolímeros y de sentar las bases de una producción más limpia y circular.























