LUX-top analiza los diferentes tipos de sistemas existentes y sus normativas

A continuación, pues, veremos en qué consisten los sistemas de protección en altura y averiguaremos lo que dice la normativa al respecto.

A la hora de afrontar un trabajo de altura, los profesionales deben recurrir, por imperativo legal y por precaución lógica, a las diferentes soluciones que existen en el campo de los sistemas de protección en altura. Por suerte, es posible recurrir a expertos en este tema, como la empresa de líneas de vida LUX-top, para obtener la protección necesaria a la hora de llevar a cabo esta clase de tareas. No obstante, ¿qué sistemas de protección tendremos a nuestra disposición a la hora de trabajar en altura? Entre los homologados podemos encontrar diversas categorías, y estas son algunas de ellas.

Las líneas de vida constituyen un tipo de sistema de protección capaz de facilitar la realización de trabajos de diversa naturaleza, así como el tránsito o la permanencia, a los operarios en aquellos lugares donde existen un riesgo de caída desde alturas. Así, estos sistemas se conectan a los EPI correspondientes (generalmente, en forma de arnés), para garantizar la seguridad y la integridad de los trabajadores.

Dentro de esta categoría podemos encontrar diferentes modalidades. Por ejemplo, existen las líneas provisionales, ideadas para aquellas actuaciones de carácter temporal, y las líneas definitivas, que son instaladas para trabajos cuya duración pueda alargarse en el tiempo. Asimismo, podemos distinguir entre las líneas de vida verticales, que nos permitirán ascender y descender torres y escalas, y las líneas de tipo horizontal.

Por último, podremos escoger entre las líneas de vida para exteriores, ya que resisten mejor la degradación ambiental, y las líneas de vida para interiores, que no requieren de tanta resistencia en este aspecto.

Otros sistemas de protección para alturas de gran utilidad son las barandillas, y la ley tiene en cuenta su uso. De hecho, establece que los andamios y las pasarelas con alturas superiores a 2 metros deben protegerse con sistemas de protección colectiva, como las susodichas barandillas. Estas, además, deben tener una altura mínima de 90 centímetros, han de ser resistentes y siempre contarán con pasamanos, reborde de protección y protección intermedia.

Imprescindibles para acceder a las cubiertas, las escaleras son otro de esos elementos totalmente necesarios en los trabajos de altura. Además, cuentan con la ventaja de ser compatibles con los soportes verticales y cuentan con todo tipo de anclajes, por lo que se adaptarán a diferentes superficies.

En lo que respecta a los trabajos de altura, la ley que se ocupa de la regulación es la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, que es la que establece la normativa vigente. Dicha normativa, además, es muy amplia y tiene en cuenta elementos como el tipo de tarea que se va a llevar a cabo o el lugar, y establece los EPI necesarios y los diferentes elementos de seguridad.

Realizar trabajos de altura, al fin y al cabo, conlleva una serie de riesgos que deben ser minimizados. Por eso, si nos atenemos a la ley, recurriremos al uso de sistemas de seguridad que, además, van a garantizar nuestro bienestar en todo momento.